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Servicios vitales en riesgo mientras se agota la financiación humanitaria en Yemen
- 06 de septiembre de 2019
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SANA'A, Yemen/NACIONES UNIDAS, Nueva York - El embarazo más reciente de Om Asma pudo haberla matado. Ella ya tenía un bebé en casa, y su cuerpo estaba agotado. "Quedé embarazada inmediatamente después del nacimiento de mi último hijo. No tuve descanso entre los dos embarazos", explicó. "Sufrí estrés grave después de mi último embarazo, y tenía problemas en el útero".
El centro de salud de su zona rural de Al-Baidha fue incapaz de manejar el parto. "Cuando llegó el momento de dar a luz, mi esposo y yo fuimos a la clínica distrital, pero la clínica no estaba equipada para manejar el parto, y mi situación comenzó a empeorar. El médico me dijo que necesitaba una cesárea con cuidados especiales, y no tenían condiciones para brindarme tratamiento".
Llegó al Hospital Kuwait, en Sana'a, la capital, después de muchas horas de viaje. Allí se realizó con éxito un parto con cesárea. "En este hospital nos salvaron a mí y a mi bebé", aseguró.
Otras mujeres podrían no ser tan afortunadas.
A menos que se entregue lo antes posible la financiación humanitaria, los centros sanitarios se verán obligados a reducir sus servicios o incluso a no prestarlos.
El médico de Om Asma, el Dr. Manal, explicó que la unidad obstétrica de emergencia del Hospital Kuwait fue clausurada debido al conflicto en el país y el derrumbe de la economía, y fue reabierta solo con financiación del UNFPA. El UNFPA proporcionaba a toda madre un paquete de suministros esenciales de postparto y cuidado del recién nacido, pero esta donación también se ha detenido.
"Cuando preguntamos por qué dejaron de entregar el paquete a las madres, nos dijeron que se debió a un déficit de financiación de los donantes este año", informó el Dr. Manal.
"En la actualidad, lo único que podemos hacer es brindar servicios médicos básicos a las personas".
Los donantes se comprometieron a entregar USD 2.600 millones a las Naciones Unidas y sus asociados humanitarios durante un acto de promesas de contribuciones en febrero. Se ha recibido menos de la mitad.
Incluso la adquisición de medicamentos que realiza el UNFPA se ha detenido debido a la falta de fondos. Para finales de agosto cerraron 100 de los 268 hospitales que el UNFPA apoya en la actualidad, y otros 75 serán clausurados a finales de este mes. Los cierres afectarán directamente a unas 650.000 mujeres con acceso a servicios de salud reproductiva, y más de 1 millón de mujeres estaría en peligro si cierran sus puertas todos los centros sanitarios.
"Más de 1 millón de mujeres yemenitas necesitan fondos en este momento para no perder el acceso a servicios de vitales de salud reproductiva, lo cual pone en riesgo sus vidas y las vidas de sus bebés", declaró la Dr. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA.
Se calcula que cada dos horas una mujer yemenita muere por complicaciones del embarazo y el parto, y otras 20 sufren lesiones, infecciones o discapacidad prevenibles.
Om Areej escapó esta suerte cuando llegó al Hospital Kuwait el mes pasado. Al igual que Om Asma, se sometió a una cesárea de emergencia.
"Ahora mi bebé y yo estamos muy bien", aseguró. "Me proporcionaron un servicio completo y atención médica gratuita, tales como la operación y los medicamentos. Aquí he encontrado genuina esperanza, pero me sorprende que algunos medicamentos no sean gratuitos. Cuando le pregunté a la doctora, me dijo que les gustaría que todo fuera gratis, pero no tienen fondos suficientes en este momento".
El personal de salud sigue decidido a ayudar a las mujeres y los recién nacidos a su cargo, pero la crisis de financiación les llena de preocupación por el bienestar de sus colegas y de sus pacientes.
"Tenemos problemas con el apoyo y la financiación, especialmente en lo referente al pago de salarios del personal sanitario. La única fuente de apoyo para la atención obstétrica de emergencia es el UNFPA. Tenemos miedo de que se detenga incluso la asistencia que recibimos actualmente", indicó el Dr. Raja, obstetra del hospital.
Los servicios para sobrevivientes de la violencia también se han visto afectados. Han cerrado sus puertas catorce espacios seguros y cuatro centros especializados de salud mental para mujeres.
"Hemos realizado nuestro mejor esfuerzo para servir a las personas de aquí, pero el desastre empeora día tras día de manera sorprendente", remarcó Balqees Bukari, supervisora de un espacio seguro en Al Hudaydah.
Su centro ofrece oportunidades de formación para mujeres y niñas, y presta servicios psicosociales a las sobrevivientes de la violencia. Pero le teme al futuro. "Debido a la situación actual y a la guerra que se libra en Hodeidah, ya no podemos acoger a más personas. En la actualidad hay miles de mujeres y niñas en muy mala situación".
El llamamiento del UNFPA para la respuesta humanitaria en Yemen de 2019 asciende a USD 110 millones, pero solo se han recibido USD 38 millones. El UNFPA está pidiendo a los donantes que proporcionen financiación urgente para seguir prestando y para restaurar servicios vitales de salud reproductiva y programas que prevengan y respondan a la violencia de género.
Mientras tanto, la Sra. Bukari asegura que ella y sus colegas están dando lo mejor de sí: "No vamos a dejar de apoyar a las mujeres y las niñas. No tienen a nadie que las respalde, salvo nosotras".