Millones de personas son vulnerables a la infección por el VIH, y el sida sigue siendo la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva y las jóvenes adolescentes. El estigma y la discriminación siguen impidiendo el ejercicio de los derechos de las personas, incluido el acceso a la información y los servicios esenciales de prevención y tratamiento de la infección por el VIH. La erradicación de la epidemia de sida requiere inversiones a largo plazo. La salud y los derechos sexuales y reproductivos —es más, todos los derechos humanos— son fundamentales para hacer realidad ese proyecto. Y dado su mayor riesgo de infección por el VIH, los jóvenes y las poblaciones clave requieren un apoyo específico. El UNFPA enfoca la lucha contra el VIH a partir de tres estrategias fundamentales, a saber, la promoción de los derechos humanos y la reducción de las desigualdades; la integración de la respuesta al VIH en los servicios de salud sexual y reproductiva; y la prevención de la transmisión sexual del VIH.

Topic summary

Un desafío cambiante

El sida conmocionó por primera vez al mundo cuando surgió en los países desarrollados en la década de 1980. África Subsahariana fue la más afectada: todavía representa más del 70 % de las nuevas infecciones. Durante los quince últimos años, una respuesta mundial sin precedentes ha facilitado servicios de prevención y tratamiento del VIH en casi todos los países del mundo, y más de 18 millones de personas tenían acceso a tratamiento vital a finales de 2016.

Desafortunadamente, el progreso de las iniciativas orientadas a reducir el número de nuevas infecciones se ha estancado en los últimos años.

Muertes de adultos y niños relacionadas con el sida en el mundo. Fuente: ONUSIDA

Desigualdades, principales causantes de la epidemia

A pesar del progreso en la facilitación de tratamiento, la enfermedad sigue siendo uno de los principales desafíos que enfrentan la salud y el desarrollo en nuestra época. Unos 2,1 millones de personas contrajeron el virus en 2015, y dentro de esa cifra las desigualdades son alarmantes.

Las poblaciones clave —un adjetivo que se refiere principalmente a los y las trabajadores sexuales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que consumen drogas, las personas transgénero y los prisioneros— son desproporcionadamente afectadas por la epidemia.

Su vulnerabilidad se ve agravada por leyes de carácter punitivo, el estigma, las violaciones de los derechos humanos, la exclusión social y las respuestas al VIH que no atienden sus necesidades de forma adecuada.

A modo de ejemplo, la prevalencia del VIH entre las trabajadoras sexuales es 10 veces mayor que la de las demás mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años. Se estima que el 37 % de las trabajadoras sexuales en África Subsahariana viven con el VIH.

A escala mundial, la proporción de hombres y mujeres que viven con el VIH es la misma. Sin embargo, en África subsahariana, las mujeres representan el 58 % de las personas que viven con el virus. Por motivos de índole social y fisiológica, las adolescentes y las jóvenes son particularmente vulnerables, con una tasa de infección por el VIH superior al doble de la de los varones del mismo grupo de edad. El VIH es la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva y es un factor que contribuye de forma significativa a la mortalidad materna, debido al avance de la propia enfermedad y a una mayor prevalencia de la sepsis, la anemia y otras enfermedades relacionadas con el embarazo. Asimismo, la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas al VIH se ve potenciada por la desigualdad de género, incluida la violencia por razón de género, que limita su capacidad de tomar decisiones seguras acerca de su salud sexual y reproductiva.

Nuevas infecciones en adultos y niños en el mundo. Fuente: ONUSIDA

Por su parte, la juventud se ve afectada por el VIH de manera desproporcionada. Si bien el número total de muertes relacionadas con el VIH ha disminuido un 35 % desde 2005, los cálculos sugieren que el número de muertes de adolescentes por el VIH está aumentando. De hecho, el sida es la segunda mayor causa de muerte entre adolescentes en todo el mundo.

La vulnerabilidad de los jóvenes al VIH se ve acrecentada a consecuencia de la falta de acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva de carácter integral, así como de su exclusión de los procesos de adopción de decisiones.

En todos estos grupos, una peligrosa mezcla de estigma y discriminación, leyes restrictivas y punitivas y servicios médicos y sociales inadecuados aumentan el riesgo de infección con el HIV, de contraer enfermedades relacionadas con el VIH y de muerte.

Respuesta del UNFPA

Como copatrocinador de ONUSIDA, el UNFPA tiene un compromiso con la visión de cero nuevas infecciones de VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el VIH. La respuesta al VIH es parte integrante de la misión del UNFPA de lograr acceso universal a la salud sexual y reproductiva y hacer efectivos los derechos humanos y la igualdad de género.

En 2014, el UNFPA fue uno de los mayores proveedores mundiales de preservativos masculinos y femeninos para países de ingresos bajos y de ingresos medios.

Promover los derechos humanos, reducir las desigualdades

El UNFPA, junto con sus asociados, se ocupa de facilitar el acceso de los jóvenes, las poblaciones clave y las mujeres y las niñas, incluidas las personas que viven con el VIH, a los servicios relacionados con el VIH y la salud sexual y reproductiva. Asimismo, apoya el empoderamiento de esas poblaciones para que reivindiquen sus derechos humanos, accedan a los servicios que precisen y lleven una vida saludable y plena.

El UNFPA también fomenta la participación de las organizaciones comunitarias, de las poblaciones clave y de las personas que viven con el VIH en todos los aspectos de relacionados con las políticas y la programación. El UNFPA también presta apoyo a los municipios para hacer frente a las subepidemias que afectan a las poblaciones clave.

Vincular el VIH con la salud sexual y reproductiva

A falta de una cura, la prevención es esencial para poner fin al sida. A tal efecto, es necesario intensificar la magnitud y el alcance de las medidas de prevención del VIH cuya eficacia ha quedado demostrada. El objetivo primordial del UNFPA consiste en disminuir el número de transmisiones del VIH y atender de forma integral la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las poblaciones clave, las mujeres y las niñas, además de los jóvenes. 

Dado que la mayoría de las infecciones por el VIH se transmiten por vía sexual, es fundamental minimizar la incidencia del VIH relacionada con dicho modo de transmisión. En colaboración con sus asociados, el UNFPA está ampliando el alcance de la educación sexual integral adaptada a la edad y sensible a las diferencias culturales.

Asimismo, está mejorando el acceso a preservativos masculinos y femeninos, que siguen siendo el único método preventivo de barrera eficaz que ofrece protección por triplicado: contra el VIH, contra otras infecciones de transmisión sexual y contra el embarazo no planeado.

Prevenir la transmisión sexual del VIH

El UNFPA promueve el empoderamiento de las mujeres y las niñas, al ayudar a prevenir la infección por el VIH entre las mujeres y asegurar que las mujeres que viven con el VIH tengan acceso a servicios de salud sexual y reproductiva que respeten sus derechos . Asimismo, mediante sus esfuerzos para eliminar la violencia por razón de género, el matrimonio infantil y la discriminación, el UNFPA contribuye a la reducción de la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas respecto del VIH. Las necesidades específicas de las mujeres y las niñas también se tienen en cuenta en el marco de la asistencia humanitaria del UNFPA.

Al mismo tiempo, el UNFPA respalda el empoderamiento de los jóvenes, con miras a que puedan protegerse de la infección por el VIH, en particular atendiendo a sus necesidades en materia de salud sexual y reproductiva. A tal fin, refuerza la disponibilidad y la utilización de información estratégica sobre jóvenes y VIH, y colabora estrechamente con redes y organizaciones juveniles.

El UNFPA fortalece los sistemas de adquisiciones y gestión de la cadena de suministros a fin de asegurar que las personas cuenten con preservativos cuando los necesiten, al tiempo que aumenta el conocimiento sobre los preservativos y su demanda a través de la campaña CONDOMIZE!

Actualizado el 14 de diciembre de 2016