Noticias

Lo que aprendemos cuando escuchamos a las niñas

Yanal alza la voz en nombre de las niñas vulnerables al matrimonio infantil. © UNFPA
  • 09 Octubre 2020

NACIONES UNIDAS, Nueva York – El 11 de octubre, organizaciones y activistas de todo el mundo conmemorarán el Día Internacional de la Niña, y pondrán de relieve los derechos, las necesidades, las vulnerabilidades, los aportes y el potencial futuro de las niñas de todo el mundo. 

El tema del día es "Mi voz, nuestro futuro en común" porque las voces de las niñas rara vez se escuchan, no en los pasillos de los Gobiernos, ni en los hogares o en las aulas, pero, ¿qué aprendemos cuando finalmente escuchamos a las niñas?

Las niñas son más que sus propios cuerpos.

En todo el mundo, las vidas y el futuro de las niñas son restringidos porque la sociedad las ve primero como cuerpos (es decir, como objetos de deseo sexual, mecanismos para la reproducción y fuentes de trabajo gratuito) y sólo de manera secundaria como personas con mentes, sueños y humanidad. 

Esto se aprecia cuando las niñas se ven obligadas a abandonar la escuela para cuidar sus hogares y a sus hermanos: las niñas pasan 40 % más tiempo que los niños realizando tareas domésticas, según el UNICEF, y esto limita su tiempo para estudiar o dedicarse a otras actividades.

Esto resulta evidente cuando se casa a las niñas, o cuando quedan embarazadas en la adolescencia. En todo el mundo, una de cada cinco niñas está casada o vive en pareja antes de cumplir los 18 años. Cada día en los países en desarrollo, 20.000 niñas menores de 18 años dan a luz.

No damos cuenta de esto cuando nos percatamos de que las posibilidades de movilidad y las trayectorias profesionales de las niñas quedan limitadas por su género.

"Cuando crecí, sentí que me habían cortado las alas paulatinamente contra mi voluntad", admitió Amal*, una adolescente siria, al UNFPA. 

"Los niños tienen toda la libertad del mundo, pero se espera que las niñas cumplamos demasiadas reglas", se quejó Luma*, otra niña siria. 

Sin embrago, otras niñas, como Yanal, una refugiada siria en Jordania, se mantienen luchando contra la corriente.

A los 16 años, Yanal comenzó a abogar por poner fin al matrimonio infantil después que conoció la práctica y sus perjuicios en un centro juvenil apoyado por el UNFPA en el campamento de refugiados de Zaatari. Hoy, no tiene miedo de levantar la voz.

"A las niñas las sacan de la escuela y las exponen al matrimonio precoz. A veces las obligan a hacerlo”, agregó. "Quiero ir a la televisión, a todos los canales al mismo tiempo, y aconsejar a las niñas que el matrimonio es peligroso para las menores de 18 años".

Takhona stands in a field in Eswatini. She is smiling broadly.
Takhona educa a sus compañeros y a su comunidad sobre la importancia de la educación integral en sexualidad. © UNFPA Eswatini

Hay que empoderar a las niñas para que tomen decisiones sobre sus propios cuerpos y sus propias vidas.

Aunque las niñas son mucho más que sus propios cuerpos, su empoderamiento está íntimamente ligado a su salud. 

De hecho, tener la capacidad de protegerse de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual es esencial para garantizar sus derechos y su futuro. Los horizontes de las niñas se iluminan cuando aprenden que merecen vivir libres de violencia o coerción, y que tienen derecho a la atención de la salud sexual y reproductiva. 

Y cuando las niñas cuentan con esta información, pueden tomar decisiones saludables para sí mismas y para sus futuras familias. 

"No sabía nada sobre el embarazo, el VIH y las ITS", aseguró Takhona, una adolescente en Eswatini, pero aprendió a protegerse a través de un programa integral de educación sexual.

Hoy en día es defensora, y ayuda a compartir esta  información con otras niñas. "Les deseo un futuro brillante y un mejor nivel de vida", manifestó.

Cuando el mundo limita los sueños de las niñas, todos nos hacemos más pobres.

Cuando a las niñas se les niega el fruto íntegro de su potencial, no son las únicas afectadas. Toda la sociedad empobrece. 

Esto es cierto para todas las posibles presidentas, astronautas o ganadoras del Premio Nobel cuya educación se detuvo o su carrera fue frenada, pero también es cierto para las niñas que sueñan con una pareja amorosa y una familia sana. En efecto, estas aspiraciones ordinarias pueden parecer extraordinarias para las niñas que enfrentan las barreras interconectadas de la desigualdad de género, la discriminación y la pobreza. 

Las posibilidades de obtención de ingresos de las niñas casadas que abandonan la escuela son afectados de por vida. Las niñas casadas e sus hijos tienen peor salud que las mujeres adultas y sus hijos. Los impactos acumulativos se sienten por el curso de generaciones.

"He visto en mi comunidad que cuando una niña queda embarazada, su vida cambia dramáticamente", afirmó Shaina, una adolescente defensora de niñas en Filipinas, pero cuando las niñas tienen la fuerza y el apoyo para derribar esas barreras, no hay límite para lo que pueden lograr. 

"Las aspiraciones en la vida impulsan a las jóvenes como yo a avanzar, a pesar de que enfrentamos desafíos cada día", dijo Shaina.

Shaina, a girls' advocate in the Philippines, stands in an empty classroom.
Shaina vio el impacto del embarazo temprano en el futuro de las niñas. “Se vuelven más vulnerables a la pobreza y su salud puede verse afectada”, dijo. © UNFPA Filipinas

La pandemia ha hecho que los sueños de las niñas sean más difíciles de alcanzar. El mundo debe redoblar su apoyo.

De manera alarmante, la pandemia mundial de COVID-19 ha obligado a poner a un lado los esfuerzos por proteger y empoderar a las niñas.

El cierre de escuelas está dificultando el acceso a una educación sexual integral. Los bloqueos y las restricciones de movimiento están limitando el acceso a los servicios de planificación familiar y a los exámenes de salud sexual. Se han retrasado o suspendido los programas para poner fin al matrimonio infantil y a la mutilación genital femenina. 

Las proyecciones del UNFPA y sus asociados indican que, entre ahora y 2030, podrían tener lugar otros 13 millones de matrimonios infantiles y otros 2 millones de casos de mutilación genital femenina debido a interrupciones relacionadas con la pandemia. Las niñas también son más vulnerables a la violencia de género.

"Las niñas bajo encierro y fuera de la escuela son muy vulnerables a los daños", señaló la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem. "No podemos permitir que la crisis actual descarrile el futuro de toda una generación". 

Más que simplemente apoyar a las niñas, el mundo debe hacer espacio para que participen activamente en la toma de decisiones.

“Están manifestando sus necesidades y sus sueños”, advirtió la Dra. Kanem. “Es hora de que escuchemos.”

Utilizamos cookies y otros identificadores para mejorar su experiencia en línea. Al utilizar nuestro sitio web usted acepta esta práctica, consulte nuestra política de cookies.

X