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Los derechos humanos de la mujer

Resource date: 2006

Autor: UNFPA

Editorial: UNFPA

Existen numerosos instrumentos internacionales y regionales que han puesto de manifiesto la magnitud del género en cuestiones relacionadas con los derechos humanos, y el más importante de ellos es la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés), adoptada en 1979 (véase cuadro).

En 1993, 45 años después de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y 8 después de que la CEDAW entrara en vigor, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena ratificó que los derechos de la mujer eran derechos humanos. Que esta declaración fuera necesaria resulta sorprendente, pues la condición de la mujer como ser humano ostentador de derechos nunca debería haberse puesto en duda. Sin embargo, el hecho de identificar la negligencia a la que se habían visto sometidos los derechos de la mujer como una violación de los derechos humanos y de llamar la atención sobre la relación entre el género y la violación de los derechos humanos fue un paso adelante en el reconocimiento de la reivindicación legítima de la mitad de la humanidad.

CEDAWLa Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer define el derecho de las mujeres a no sufrir discriminación y establece los principios básicos para proteger este derecho. Marca una agenda para la acción nacional cuyo objetivo es acabar con esta discriminación y proporciona los fundamentos con los que alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres al garantizar un acceso igualitario de las mujeres a la vida pública y política, así como a la educación, la salud y el empleo, y las mismas oportunidades de desarrollo en estos ámbitos. La CEDAW es el único tratado de derechos humanos que confirma los derechos reproductivos de la mujer.

 

La Convención ha sido ratificada por 180 países, lo que la ha convertido en uno de los tratados internacionales con mayor grado de ratificación. Los Estados parte en la Convención deben enviar informes periódicos sobre la situación de la mujer en sus respectivos países. El Protocolo Facultativo de la CEDAW establece los procedimientos por los que presentar denuncias a título personal en caso de que los Estados parte cometan presuntas violaciones de la Convención, así como un procedimiento de investigación que permite al Comité iniciar pesquisas sobre casos de abusos graves y sistemáticos de los derechos humanos de la mujer. Hasta el momento, el Protocolo ha sido ratificado por 71 Estados.
En 1994, la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) celebrada en El Cairo articuló y ratificó la relación existente entre la promoción y el cumplimiento de los derechos y la igualdad y la equidad entre los sexos. Además, aclaró los conceptos de empoderamiento de la mujer, equidad entre los sexos y salud y derechos reproductivos. El Programa de Acción de la CIPD aseveró que el empoderamiento y la autonomía de la mujer y la mejora de su situación política, social, económica y sanitaria era un fin en sí mismo de suma importancia, además de esencial para la consecución de un desarrollo sostenible. En 1995, la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, generó compromisos mundiales para el fomento de una amplia gama de derechos de la mujer. La inclusión de la igualdad de género y del empoderamiento de la mujer como uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio constituyó un recordatorio de que muchas de aquellas promesas aún deben atenderse. También representa una oportunidad única de cumplirlas.
 
A pesar de estos acuerdos internacionales, la negación de los derechos humanos básicos de la mujer persiste y está muy extendida. Por ejemplo:
• Más de medio millón de mujeres siguen muriendo cada año por causas relacionadas con el embarazo y el parto.
• Las tasas de infección por el VIH entre las mujeres están creciendo rápidamente. De ellas, las jóvenes de 15 a 24 años constituyen ahora la mayoría de las recién infectadas, debido en parte a su situación de vulnerabilidad económica y social.
• La violencia de género mata y discapacita a tantas mujeres entre los 15 y los 44 años como el cáncer. La mayoría de las veces, los autores quedan impunes.
• En todo el mundo, las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de ser analfabetas.
• Como consecuencia de sus condiciones laborales y de las características de sus trabajos, un número desproporcionado de mujeres están empobrecidas tanto en países en desarrollo como en países desarrollados. A pesar de cierto progreso detectado en los salarios de las mujeres durante los años noventa, las mujeres siguen ganando menos que los hombres incluso cuando realizan trabajos similares.
• Muchos de los países que han ratificado la CEDAW siguen teniendo leyes discriminatorias que regulan el matrimonio, la tierra, la propiedad y los derechos sucesorios.
 
Aunque en algunas áreas se han hecho progresos, muchos de los desafíos y obstáculos identificados en 1995 siguen persistiendo. Además, los nuevos retos para el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género que han surgido durante la última década, como la feminización de la epidemia de sida, la feminización de la migración y el incremento del tráfico de mujeres, necesitan ser abordados con mayor eficacia.

 

Cualquiera puede alzarse en defensa de los derechos de la mujer
Cualquier persona, organización no gubernamental, grupo o red puede enviar comunicaciones (quejas/solicitudes/peticiones) a la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en las que se proporcione información relacionada con presuntas violaciones de los derechos humanos que afecten a la condición de la mujer en cualquier país del mundo. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer tomará en consideración dichas comunicaciones como parte de su programa anual de trabajo, que tiene por objeto identificar tendencias y patrones emergentes de prácticas injustas y discriminatorias contra las mujeres a fin de formular políticas y desarrollar estrategias que fomenten la igualdad de género.

El UNFPA en acción

El UNFPA trabaja en cada región del mundo para fomentar los derechos de la mujer y erradicar la discriminación que esta sufre. El Fondo está cada vez más implicado en la protección de los derechos de las mujeres afectadas por los conflictos y en garantizar que las mujeres tengan un papel activo en la consolidación de la paz y en las tareas de reconstrucción. La programación del Fondo también aborda las 12 áreas críticas de interés identificadas en Beijing.

En muchos casos, el UNFPA multiplica su eficacia al apoyar la legislación que protege los derechos de la mujer, como las leyes pioneras aprobadas en Ecuador y Guatemala que garantizan a las mujeres el derecho a recibir atención en materia de salud reproductiva. En algunos casos, el Fondo obtiene resultados mediante la asociación con hombres, como en el caso de Níger. El Fondo también financia servicios destinados a mujeres sometidas a varias formas de violencia de género. Por ejemplo, proporciona ayuda a mujeres que sufren maltrato por parte de sus maridos en Afganistán. Ha colaborado en la creación de un albergue para mujeres que han sido víctimas del tráfico de personas en Moldavia y ha fundado un refugio seguro para las niñas que huyen de la mutilación genital femenina en Tanzanía.

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