Cambio climático

Dos dirigentes. Dos naciones. Un planeta en común. — LOS ALCALDES

(Los alcaldes son personajes ficticios)

Dos alcaldes de dos extremos del mundo se enfrentan a los efectos del cambio climático en sus comunidades en diferentes grados y extremos. El alcalde Willie Olivier Wei y la alcaldesa Henrietta Orión II se reúnen por primera vez en una conferencia mundial sobre sostenibilidad, y forjan una alianza y amistad mientras se compadecen de sus realidades locales. La alcaldesa Orión está impresionada por los extremos inminentes de la existencia cotidiana del alcalde Wei, y el alcalde Wei siente una necesidad nostálgica de proteger a la alcaldesa Orión y su distrito electoral de la dirección que están tomando si no modifican drásticamente sus patrones de consumo. Juntos, reconocen que, a pesar de vivir en puntos opuestos del planeta, están profundamente conectados, y que sus historias pueden tener influencia sobre otros líderes a fin de elaborar políticas y alterar las prácticas sociales en el planeta que todos compartimos. Intercambian ideas y transmiten frustraciones con la esperanza de hacer algo más que informar a la sociedad, y en cambio incitan a que se produzcan cambios comprometidos a nivel mundial. Su objetivo: asegurar el bienestar futuro de sus ciudadanos.

ICDP Los Cinco Pilares

Cómo salvar el planeta

Imagínese que usted es uno de los 100.000 ciudadanos que viven en una nación insular, y ve la forma en que su casa y las casas de sus vecinos se deslizan lentamente por debajo del nivel del mar y desaparecen para siempre. El actual aumento de las mareas los ha obligado a usted y a sus vecinos a trasladarse al interior, a terrenos más altos —por ahora—, dependientes de agua desalinizada y luchando por mantener medios de vida cada vez más vulnerables. Lo que se hunde se ha ido para siempre; lo que queda es precioso: representa lo que queda de su comunidad y de su cultura. Tal vez la iglesia de su pueblo todavía siga en pie, un punto de encuentro para una isla rodeada de rompeolas, que erige monumentos a lo inevitable. El cambio climático causa estos impactos, en gran parte impulsados por la quema de combustibles fósiles, la deforestación y prácticas agrícolas que han traído ganancias a muchos otros, pero no muchas a ustedes.

"El hecho de que los pobres soporten la carga ambiental y que el modelo acostumbrado para mejorar los niveles de vida, ampliar las oportunidades y garantizar la dignidad y los derechos humanos sea inherentemente desigual y resulte insostenible, es uno de los principales dilema éticos de la historia humana".

Ahora, imagine que es residente de una ciudad costera importante en el continente americano, un centro de comercio que funciona en gran medida mediante viajes en automóvil, y que depende sobre todo de la industria del transporte marítimo internacional. El transporte marítimo proporciona puestos de trabajo para usted y sus vecinos, y las actividades conexas a este sector, en particular el transporte, bombean dióxido de carbono a la atmósfera a un ritmo alarmante. El clima se ha vuelto cada vez más inclemente, con preocupantes extremos. La costa en que vive es golpeada con frecuencia por huracanes que se proyecta que se harán más agresivos en las décadas venideras. Los recientes desastres naturales han dado lugar a la destrucción de viviendas y tramos de barrios debido a daños causados por el viento, las inundaciones y las tormentas. Estos desastres debilitan la economía local, desplazan a los residentes y destruyen las empresas. La infraestructura, desde la vivienda hasta las aguas residuales, la energía y el transporte han sufrido reveses, y los costos de recuperación han sumado miles de millones, en tanto que los costos de la industria de seguros y del apoyo del Gobierno nacional han alcanzado límites preocupantes. Aquellas personas que tienen los recursos para hacerlo se quedan, reparan, reconstruyan y pagan primas de seguro cada vez más altas, pero quienes no tienen nada se ven obligados a mudarse permanentemente. El consumo y la producción continúan sin tregua, a menudo por y para el beneficio de unos pocos.

De vuelta a sus respectivos países y comunidades después de la conferencia mundial sobre sostenibilidad, el alcalde Willie Olivier Wei y la alcaldesa Henrietta Orion II ponen manos a la obra para aplicar, adaptar e implementar muchas de las ideas que aprendieron.

Si bien las prioridades del alcalde Wei anteriormente se centraban en la expansión general de la industria pesquera y el turismo, y en el ámbito local en torno a la obsesión de la comunidad con todo lo relacionado con el rugby, ahora su tiempo en el cargo se centrará enteramente en la creación de una sociedad resiliente y sostenible. Si bien la dura realidad del cambio climático es una cuestión de gobernanza global, el alcalde Wei no puede dejar de sentir que el bienestar y el destino de sus electores son su responsabilidad. Tal vez su proceso propio de toma de decisiones contribuya a garantizar la seguridad y la dignidad de los más de 100.000 que viven en su país.

Por su parte, los electores de la alcaldesa Orión reciben su regreso con ira y frustración. No les gusta que se les diga que consuman menos, y no aceptan estudios que relacionen el consumo excesivo y los desafíos económicos y laborales que enfrenta el país y su comunidad. Los costos de la gasolina y los productos de consumo cotidiano, como el jugo de naranja, el pan y la leche, en conjunto con una temporada de pesca abrumadoramente pobre, han llevado al mínimo histórico la popularidad de la alcaldesa Orión. Todas y todos están molestos, y los medios de comunicación y las conversaciones en Internet exacerban las cosas con información infundada. La gente está reacciona culpando a los líderes gubernamentales en lugar de reconocer y cambiar sus comportamientos a fin de respetar el medio ambiente y sus diversos recursos.

La realidad golpea

Si bien los niveles de amenaza inminente son distintos para los dos alcaldes, ambos arrancan con planes similares para enfrentar el cambio climático. Utilizarán sus plataformas y nueva información para promover el desarrollo sostenible, desde el nivel local hasta el mundial. El alcalde Wei, por ejemplo, logró obtener el apoyo del presidente de su nación para impulsar la construcción de rompeolas que protegieran las estructuras para así reducir el deslizamiento hacia el océano. Entretanto, la alcaldesa Orión moviliza una campaña en favor de servicios públicos universales, como un sistema de transporte rápido mejorado. Está trabajando con la mayor universidad de su país en una cumbre sobre el cambio climático. Organizar un evento de tan alto perfil en su ciudad será valioso para educar al público. Hay negociaciones con personas famosas para que hablen sobre el medio ambiente, y actúen para los asistentes y quienes vean la conferencia en línea.

"Si bien ciertas tecnologías están probadas y se están desplegando ampliamente, los esfuerzos por desarrollar nuevas tecnologías aún no probadas serán fundamentales para lograr las ambiciosas reducciones de los impactos ambientales que se necesitarán en las próximas décadas".

Tanto la alcaldesa Orión como el alcalde Wei están creando programas de cultivo de manglares para sus costas. Los manglares ayudarán a controlar la contaminación y los contaminantes, y revitalizarán los ecosistemas terrestres y acuáticos. Se utilizarán para la producción de alimentos, medicamentos, combustible y, en el caso del alcalde Wei, para materiales de construcción para los rompeolas. Los manglares también actuarán como zona de contención entre el océano abierto y la tierra para proteger las costas, la vida vegetal y animal y los seres humanos de posibles daños.

Ambos alcaldes se comprometen a regular sus industrias pesqueras y a transformar las aguas comerciales en reserva protegida. La protección de las aguas y los ecosistemas es costosa, ya que fácilmente implica millones de dólares en derechos de licencia. Tal como se había previsto, hay resistencia en sus comunidades. Los líderes de alto nivel ignoran las innovadoras ideas alternativas que presentan. ¿Por qué? Bueno, la pesca representa una fuente importante de ingresos para ambos países, y la regulación de la producción y las ventas es un golpe cuyas consecuencias se sienten inmediatamente, particularmente en la esfera económica. Los alcaldes persisten: una tendencia a la reducción del PIB tiene implícita la posibilidad de un cambio de dirección; perder la patria, no.

Commitment and implementation at the highest levels of governments and corporations, however, are absent. When governments do convene for a climate summit, the result is only a weak outcome with no concrete way forward. There is no global consensus on this issue that ultimately is inspiring and touching the personal lives of billions.

A raíz de estos fenómenos extremos, la legislación propuesta por ambos alcaldes recibe la aprobación en el ámbito nacional. El 40 % de las aguas circundantes quedan cerradas a la actividad comercial y disminuye el consumo de pescado. La protección de la biodiversidad y la disminución de la huella de carbono propia del tráfico marino tienen como objetivo reducir algunos de los efectos ambientales. Los alcaldes saben que esta no es la solución de los problemas, pero aceptan las soluciones temporales que pueden lograr, con miras a ir creando, proponiendo y logrando la aprobación de soluciones sostenibles que esperan que eventualmente sean apropiadas por los más altos niveles de gobierno en todo el mundo.

Las condiciones climáticas extremas han hecho que ambos alcaldes con sus electores se reubiquen en el interior. En la comunidad del alcalde Wei, las mareas altas y las inundaciones han desnaturalizado las aguas de los pozos por infiltración de agua salada. Ambos gobiernos se enfrentan a altos costos de reubicación y reparaciones que agregan aún más cargas económicas. Lo único que los alcaldes pueden seguir disfrutando es el acceso a Internet. Su comunicación aumenta a medida que intercambian ideas sobre la restauración del acceso al agua potable y la gestión del hacinamiento. En la comunidad de la alcaldesa Orión, los dramáticos fenómenos han sido un llamado de atención. Se han iniciado campañas de sensibilización. Se amplifican el reciclaje, la conservación del agua y los programas de energía eólica mientras la gente vive en carne propia lo que significa la supervivencia diaria tras una tormenta.

Afortunadamente, el mundo está prestando atención. Las plataformas de redes sociales, como Twitter, Facebook e Instagram, retumban con cobertura del trabajo que ambos alcaldes están haciendo por sus comprometidas ciudades. La gente está compartiendo noticias en línea, reenviando y manifestando preferencia por artículos relacionados con las medidas progresivas y alternativas que están aplicando los alcaldes. Ingeniosamente, el alcalde Willie Olivier Wei es tendencia en #WOWsustainablesolutions, y la alcaldesa Henrietta Orion lo es también en #cleanH20forall.

Los medios tradicionales pronto se suman a la acogida a los dos alcaldes como personalidades y dirigentes que fomentan cambios en torno a los asuntos ambientales apremiantes. Ambos alcaldes aparecen en la televisión, y las portadas de revistas como "Héroes del año", además de escribir libros. Esta atención mundial y la urgencia de la acción inspiran a las personas famosas a unirse. Miles de personas asisten a los mítines. Las personas famosas se presentan en conferencias y conciertos globales. La conciencia alcanza su máxima expresión histórica. Por último, los habitantes del mundo parecen estar de acuerdo en cuanto a las preocupaciones por el clima.

Sin embargo, no hay tal nivel de compromiso y ejecución en los niveles más altos de los gobiernos y las empresas. Cuando los gobiernos se reúnen para una cumbre climática, se produce apenas un resultado débil sin ningún compromiso concreto de avanzar. No hay consenso mundial sobre esta cuestión que, en última instancia, está inspirando y tocando la vida personal de miles de millones de personas.

Cambios individuales y de políticas

Para el alcalde Wei, las cosas se están haciendo realidad muy rápidamente. Su presidente y sus respetados científicos predicen que su hogar isleño, así como otras naciones insulares, se deslizarán bajo la superficie del agua en los próximos 20 años. El desplazamiento hacia el interior fue temporal. Ahora el liderazgo de todo el país se centra en la reubicación y repatriación a otro país. El presidente está explorando opciones para ofrecer a todos de manera cuidadosa y reflexiva oportunidades de elegir y mudarse con dignidad, plenos derechos y acceso, para que no terminen como refugiados y ciudadanos de segunda clase en los que eventualmente se convertirán en sus nuevos hogares.

“Es necesario efectuar un cambio fundamental en los hábitos de consumo para frenar el despilfarro frenético de los recursos naturales, reorientar las aspiraciones de desarrollo hacia el logro de la dignidad para todos y enriquecer las perspectivas de dignidad humana para las generaciones futuras. Sin cambios marcados en el comportamiento relativo al consumo y en las aspiraciones materiales, particularmente entre los que se encuentran en la parte superior de la curva de consumo, quienes representan una gran pérdida de recursos, las nuevas tecnologías y las mejoras en las prácticas comerciales y de transporte sólo alcanzarán a retrasar los desastres inminentes”.

El alcalde Wei y sus residentes son personas espirituales. Aceptan un panorama más amplio. Al orar, no piden que se reviertan los efectos del cambio climático; rezan para crear influencia y orientar las ideas de las grandes industrias de todo el mundo, cuyos impactos colectivos siguen afectando vidas como las suyas.

La alcaldesa Orión ahora está encabezando un grupo de trabajo con varios legisladores y líderes ambientales que están presionando para proteger a las comunidades en todas las costas del continente americano, a medida que nuevos informes advierten sobre el aumento del nivel del mar y el aumento de las mareas producidas por los huracanes. Aunque que las fechas en que correrán peligro inminente se proyectan para más adelante, hacia 2050, sería absurdo no hacer nada para cambiar el rumbo, como subraya el alcalde Wei en una conversación de Skype con el alcaldesa Orión.

La alcaldesa Orión escribe un artículo inspirado en sus conversaciones con el alcalde Wei. En su artículo plantea: "Es más que perder humedales, significa perder empleos en el sector energético y petroquímico. Significa perder nuestra historia, de dónde somos, nuestras ciudades y partes de nuestras almas". Ella y su grupo de trabajo están logrando avances mientras presionan a las empresas para que sean legalmente conscientes de las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas, los procesos industriales y los tubos de escape de los vehículos. Llegan armados con datos de alta calidad sobre la desaceleración del aumento del nivel del mar, la disminución de las sequías y la intensificación de las tormentas. El grupo de trabajo es productivo y ha elaborado nuevas normas para reducir la contaminación causada por el carbono. Sus objetivos son ambiciosos, pero si las cosas pueden seguir avanzando a nivel estatal y nacional, parte del daño causado (particularmente la pérdida de tierra) puede deshacerse en los próximos 50 años.

Su último triunfo se produce en forma de un llamado a una reducción del 30 por ciento en todo el país de las emisiones de carbono de las centrales eléctricas que operan por encima de un nivel específico de carbono. Su plan es reducir las emisiones de las centrales eléctricas un promedio de 39 por ciento durante los próximos 15 años. Aunque las empresas son cautelosas, el grupo de trabajo está manejándose de manera flexible y realista. Juntos pueden alcanzar los objetivos de reducción y al mismo tiempo permitir un crecimiento económico continuo. El grupo de trabajo también está implementando programas para ayudar a los usuarios residenciales a reducir su uso de energía aplicando aislamiento a los hogares. El proceso ha aumentado las oportunidades de trabajo a nivel local, ya que estas inversiones en eficiencia energética no se pueden realizar en el extranjero.

La alcaldesa Orión comparte su esperanza con el alcalde Wei, quien está de acuerdo en que si no logran cambiar las cosas estos programas y soluciones concretas al menos las ralentizarán. Si bien las tendencias en las redes sociales, los avales de personas famosas, las presentaciones en la televisión y las portadas de las revistas fueron emocionantes e motivadoras, ambos alcaldes prefieren la acción y el seguimiento como motor para acelerar el cambio. Ya no se trata de que el liderazgo pida cosas, sino más bien de exigirlas, remarca el alcalde Wei en los créditos de apertura de un documental premiado sobre el cambio climático.

Los alcaldes, con el apoyo de sus altos dirigentes, están exigiendo cambios colectivos como una fuerza unificada. Como bien plantean los alcaldes, al fin y al cabo, o mejor aún, al fin del mundo, debemos tener cuidado.

The question when stripping away money and power is simple, says Mayor Orion, the concluding voice in that documentary: “Which planet do we leave for our future generations? Or, should we start saving and hope for tickets to the moon or Mars, and make all of the same mistakes all over again?”

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