Siria

A medida que el conflicto entra en su decimocuarto año, las necesidades humanitarias en Siria han aumentado a niveles sin precedentes, con 16,7 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria. Entre ellas, más de 8 millones son mujeres y niñas, incluidos 4,1 millones en edad reproductiva. Las tasas de malnutrición aguda también están aumentando entre las mujeres embarazadas y lactantes, ya que el hambre llama a la puerta de más de la mitad del país: más de 12,9 millones de personas necesitan asistencia alimentaria.

Siria sigue siendo una de las mayores crisis de desplazamiento a nivel mundial, ya que hay más de 12 millones de personas desplazadas por la fuerza. Más de 6,3 millones de refugiados son acogidos por países vecinos, como Türkiye, el Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Casi la mitad de los refugiados son mujeres y niñas que enfrentan riesgos crecientes de violencia, explotación y falta de acceso a servicios esenciales.

Los derechos de las mujeres y las niñas, incluido el acceso a servicios esenciales para su salud, su bienestar y su vida, han sido víctimas invisibles del conflicto. La violencia de género es generalizada, y el matrimonio infantil y la violencia digital van en aumento. La discriminación y las desigualdades siguen limitando las perspectivas de las mujeres, exponiéndolas a un mayor riesgo de explotación y abuso sexuales. El gran número de hogares encabezados por mujeres es particularmente vulnerable. El conflicto también ha paralizado el sistema de salud. Alrededor de dos terceras partes de los hospitales y la mitad de los centros de atención primaria están fuera de servicio, y ha habido un éxodo masivo de trabajadores de la salud. Quince millones de personas corren el riesgo de perder el acceso al apoyo sanitario y nutricional debido a la escasez de fondos.

Las comunidades del noroeste todavía se están recuperando de los efectos de los terremotos de 2023, mientras que la afluencia actual de decenas de miles de repatriados sirios y refugiados libaneses que huyen de la intensificación de las hostilidades en el Líbano podría suponer una carga adicional para los servicios básicos y la infraestructura ya sobrecargados.

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El UNFPA ha estado trabajando sobre el terreno durante toda la crisis, colaborando con asociados para garantizar que las mujeres y las niñas puedan acceder a servicios de atención y protección de la salud sexual y reproductiva. En 2023, como parte de su respuesta regional a la crisis, el UNFPA prestó servicios de salud sexual y reproductiva a más de 1,9 millones de personas, y prestó apoyo a más de 880.000 personas con programas destinados a prevenir y combatir la violencia de género. Además, más de 365.000 niñas adolescentes recibieron servicios esenciales, mientras que más de 16.000 mujeres se beneficiaron de asistencia en efectivo y cupones, y más de 10.000 personas LGBTQIA+ recibieron apoyo. 

En respuesta a la crisis en el Líbano, el UNFPA está ampliando los servicios de salud reproductiva y protección en los puntos fronterizos de Damasco rural, Homs, Tartus y Daraa, desplegando unidades móviles e instalaciones de servicios fijos. Se están distribuyendo suministros para partos seguros y emergencias obstétricas a los centros de salud, así como artículos de higiene y suministros para la menstruación para mujeres y niñas.

A medida que aumentan las necesidades humanitarias en todo el país y la región, es cada vez más crucial ampliar la respuesta a las necesidades particulares y crecientes de las mujeres y niñas ya vulnerables, incluidas las que están embarazadas y en riesgo de violencia. En 2024, el UNFPA hace un llamamiento para que se recaude un total de 145,6 millones de dólares para financiar sus operaciones en toda la región de crisis, que abarca toda Siria, Türkiye, el Líbano, Jordania, Irak y Egipto.

Actualizado el 2 de octubre de 2024