Hasta hace 50 años, resultaba difícil obtener métodos anticonceptivos, y relativamente fácil morir al dar a luz. Muchas mujeres no eran libres de decidir con quién y cuándo casarse, y si querían o no tener hijos y cuándo.
Como culminación del movimiento mundial dirigido a que las mujeres puedan tomar sus propias decisiones en la vida, en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) celebrada en 1994 se llegó a un consenso sobre los vínculos entre el empoderamiento de las mujeres, la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y el desarrollo sostenible.
Desde entonces, la mujeres han realizado enormes progresos en el ejercicio de sus derechos reproductivos. Los activistas, los defensores, los especialistas en salud pública y muchos otros actores han luchado implacablemente en pro de las transformaciones que hoy vemos a nuestro alrededor.
Desde 1969, cuando se creó el UNFPA, se han logrado grandes avances. Pero aun así, todavía queda mucho por hacer para que todas las mujeres y las niñas puedan ejercer sus derechos.