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Líderes religiosos luchan contra el matrimonio infantil en Zanzíbar

Las desigualdades de género y la discriminación siguen menoscabando los derechos, las opciones y la capacidad de las niñas de Zanzíbar para hacer realidad su potencial. © UNFPA/Karlien Truyens
  • 13 Octubre 2021

STONE TOWN, Zanzíbar, Tanzania – El jeque es-haka Vuai dirige un grupo de imanes que se oponen abiertamente al matrimonio infantil en su comunidad.  No es trabajo sencillo, explica.

“Aproximadamente seis de mis estudiantes de madrasa entre las edades de 15 a 17 años abandonaron la escuela durante un período de menos de cinco meses”, recordó recientemente, refiriéndose a estudiantes de las escuelas religiosas islámicas. “No sólo perdieron la oportunidad de obtener una educación religiosa, sino que también perdieron la oportunidad de construir su futuro a través de la educación escolar, que se vio tronchada debido al matrimonio”.  

El jeque Vuai es un respetado líder comunitario, que presta servicios como secretario de la Asociación de Imanes de Zanzíbar y secretario del Grupo de Acción sobre Violencia de Género de Líderes Religiosos del Distrito Norte A, que ha estado defendiendo los esfuerzos para poner fin a la violencia y las prácticas nocivas contra mujeres y niñas. Su trabajo en las dos islas de Zanzíbar ha sido continuo durante los últimos dos años. 

Sin embargo, el matrimonio infantil y otros daños son persistentes: Una de sus estudiantes regresó recientemente a casa menos de cuatro meses después de haberse casado, relató. La niña estaba embarazada, estaba sola y no tenía forma de mantenerse a sí misma ni a su criatura.  

Cambiar mentalidades y actitudes

El matrimonio infantil es una cuestión generalizada en Zanzíbar, donde el 18 % de las niñas se casa antes de cumplir 18 años. Alrededor del 3,5 por ciento de estas niñas se casan antes de cumplir 15 años. Estos matrimonios precoces a menudo son impulsados por normas de género negativas, y suele esperarse que muchos líderes religiosos apoyen la práctica, dijo Sheikh Vuai. 

Por ese motivo su trabajo, y el de sus compañeros en el liderazgo religiosos, ha sido tan crítico, pues juntos han estado llevando a cabo un amplio trabajo de difusión en sus comunidades. Desde julio de 2021, el Grupo de Acción del Distrito Norte A ha llegado a más de 2.700 personas en madrasas, escuelas, reuniones comunitarias y mezquitas. Su mensaje es claro: el matrimonio precoz tiene efectos psicológicos y de salud adversos en las niñas, tiene efectos negativos en la economía y el desarrollo sostenible, y no es aceptable bajo ninguna circunstancia. 

“Nuestro principal enfoque se centra en los riesgos para la salud, que incluyen la mortalidad materna e infantil, y los impactos negativos sobre las niñas que no pueden hacer realidad sus sueños. Si el matrimonio fracasa, sin una educación, una niña realmente no tiene futuro”, expresa el jeque Vuai.

Hombre hablando con un micrófono.
Los Grupos de Acción sobre Violencia de Género de Líderes Religiosos de Distrito se oponen abiertamente al matrimonio precoz en Zanzíbar.  © UNFPA/Karlien Truyens

Un futuro mejor y más equitativo

El UNFPA y sus asociados han estado colaborando con líderes religiosos en Zanzíbar desde hace varios años. En la actualidad hay 11 Grupos de Acción sobre Violencia de Género de Líderes Religiosos en Zanzíbar, uno en cada distrito, que abordan la discriminación y las desigualdades de género que siguen impactando los derechos y las opciones de las mujeres y las niñas.  

Ahora, para reforzar estos esfuerzos, el UNFPA ha puesto en marcha un programa de tres años y medio con financiación de la Embajada de Finlandia. El programa, denominado “Chaguo Langu Haki Yangu”, que significa “Mis derechos de elección”, se centra en el empoderamiento de mujeres jóvenes y adolescentes en las regiones de Mara y Shinyanga, en Tanzania continental, y en Zanzíbar. 

Estas actividades comprenderán el suministro de información esencial sobre salud sexual y reproductiva y conocimientos sobre derechos humanos a las adolescentes, incluso a través de los clubes de niñas adolescentes que cuentan con el apoyo del UNFPA. Chaguo Langu Haki Yangu también apoyará iniciativas que ofrezcan ritos de iniciación alternativos en comunidades que practiquen la mutilación genital femenina. En Zanzíbar, el proyecto tiene como base el trabajo de los líderes religiosos. 

Muchas de las actividades serán impulsadas por las jóvenes y las propias niñas, incluidas las que viven con discapacidad. Además, los funcionarios de policía y justicia se beneficiarán del fortalecimiento de las políticas, las leyes y la orientación sobre cómo cubrir de manera sensible y efectiva las necesidades de las y los sobrevivientes de la violencia y las prácticas nocivas. 

“Cada joven y niña tiene dentro de sí posibilidades que deben materializarse a medida que van pasando a la edad adulta, dando forma a su futuro y, con este, al mundo”, manifestó Jacqueline Mahon, representante del UNFPA en Tanzania. “Sus derechos deben estar en el centro de un mundo mejor e igualitario que hemos prometido alcanzar de manera colectiva”.

La noticia fue bien recibida por líderes religiosos y otros asociados. 

“Hemos visto avances alentadores en los últimos años”, adelantó el jeque Vuai, “y albergo grandes esperanzas de que, si estos esfuerzos se mantienen, la violencia y las prácticas nocivas contra las mujeres y las niñas, incluido el matrimonio precoz, no sólo se reducirán significativamente, sino que se eliminarán por completo”. 

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