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Las embarazadas y las sobrevivientes de la violencia en riesgo en medio de enfrentamientos en Darfur Occidental

El estigma impide que las sobrevivientes de la violencia sexual procuren atención y apoyo. © UNFPA Sudán/Sufian Abdul-Mouty
  • 05 Febrero 2020

JARTUM/EL GENEINA, Sudán - Sangrientos enfrentamientos en Darfur occidental han desplazado a decenas de miles de personas de sus hogares. Fuentes fidedignas indican que está teniendo lugar violencia de género generalizada, incluso presuntas violaciones colectivas, agresiones físicas, hostigamiento y humillación sexual. Entre los desplazados se cuentan miles de embarazadas que requieren acceso urgente a cuidados de salud materna, incluida la prestación segura de servicios. 

"Estaba muy asustada porque abandoné mi aldea y tengo nueve meses de embarazo", admitió Housnyya al UNFPA a comienzos de esta semana. "Cuando llegué al albergue, estaba muy preocupada porque me dijeron que el hospital está lejos de aquí. Tengo gemelos de 1 año, y se van a quedar solos, sin nadie que los atienda".


El UNFPA y sus aliados han abierto más de 20 clínicas de salud reproductiva. © UNFPA Sudán/Sufian Abdul-Mouty

El UNFPA está colaborando con el Gobierno y con asociados para prestar servicios vitales a mujeres y niñas en edad reproductiva, incluidas embarazadas y sobrevivientes de la violencia. 

Combatir el estigma contra las sobrevivientes

Desde que estalló en diciembre la violencia intercomunitaria en la capital del estado, El Geneina, unas 11.000 personas han cruzado la frontera con Chad, y unas 46.000 personas han sido desplazadas dentro del país, según informes recientes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Muchas viven a la intemperie o en refugios improvisados. 

Hay serias preocupaciones sobre la seguridad en los campamentos de desplazados, según advierte una Actualización rápida del UNFPA. 

Lo trágico es que, en gran medida, las sobrevivientes de la violencia basada en género carecen de servicios médicos y psicosociales debido a los estigmas prevaleciente que castigan a las víctimas de agresiones y hostigamiento. Darfur occidental parece tener el peor índice de tratamiento y servicio entre los supervivientes de la región.

El Ministerio de Salud y Desarrollo Social y su Unidad de Combate de la Violencia Contra las Mujeres han desplegado trabajadores sociales para sensibilizar acerca de los servicios disponibles para las sobrevivientes, y para prestar cuidados.

El UNFPA está apoyando estos esfuerzos al distribuir miles de kits de higiene femenina, que contienen suministros de higiene tales como toallas sanitarias y jabón, así como información acerca del modo en que las sobrevivientes de violencia pueden encontrar y recibir atención médica y psicológica. El UNFPA también ha ayudado a crear un "rincón confidencial" en el Hospital de Geneina, donde las sobrevivientes pueden acudir en busca de asesoramiento, tratamiento y apoyo de otro tipo.

Además, el UNFPA ha desplegado un experto en cuestiones de género para ayudar a que la respuesta humanitaria cubra las necesidades específicas de las sobrevivientes de la violencia. 


Miles de embarazadas necesitan atención de la salud materna. © UNFPA Sudán/Sufian Abdul-Mouty

Se han creado más de 20 clínicas dedicadas

Desde el inicio de la crisis, no hay clínicas dedicadas a la salud reproductiva. El UNFPA ha estado trabajando con la Sociedad de la Media Luna Roja sudanesa y con el Gobierno para crear clínicas de salud sexual y reproductiva dirigidas a cubrir las necesidades de unas 3.400 embarazadas y 10.000 mujeres en edad reproductiva.

"Solíamos ir a los refugios y revisar cada habitación en busca de embarazadas para brindarles servicios", explicó Sarah, una partera, al UNFPA en una entrevista reciente. 

Hoy ya existen más de 20 clínicas temporales de salud reproductiva para prestar servicios en 31 sitios distintos donde se reúnen las poblaciones desplazadas. Se han distribuido suministros de salud reproductiva, incluso equipo para manejar complicaciones obstétricas y realizar partos con cesárea y transfusiones de sangre. 


Hay graves problemas de seguridad en los sitios donde viven las personas desplazadas. © UNFPA Sudán/Sufian Abdul-Mouty

"Ahora, como tenemos una clínica que funciona en una tienda de campaña en el albergue, las embarazadas han empezado a llegar para solicitar servicios, pues saben de nuestra presencia", indicó Sarah.

Añadió que ella y sus colegas también están distribuyendo kits de parto estéril (que contienen suministros de parto estériles tales como guantes, una navaja, una sábana estéril, y una lámina de plástico estéril) en caso de que las mujeres no logren llegar a un lugar donde puedan recibir atención obstétrica cuando vayan a dar a luz. "El kits de parto que ofrecemos, así como de las medicinas y el asesoramiento, son de gran ayuda para las mujeres de aquí", remarcó. 

Estos servicios son una fuente de consuelo para mujeres como Sayda Ismail, que tiene nueve meses de embarazo y  explicó que "estaba haciéndose seguimiento con parteras en el centro de salud antes del desplazamiento", y confesó que "después del desplazamiento, me asustaba pensar que me quedaría sin atención médica cuando ya estaba a punto de dar a luz. Pero la clínica que funciona en una tienda de campaña y las parteras que allí atienden, que me dieron un kit de parto estéril y medicinas, me dieron confianza". 

Housnyya también dice que se alegra de saber que estos servicios estaban disponibles cerca del albergue de su familia. "Encontré la clínica, que ofrece servicios de parto y de salud reproductiva. Ahora estoy segura de que mis bebés y yo estaremos en buenas manos". 

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