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En Puerto Sudán, el UNFPA ayuda a garantizar el parto seguro a las mujeres y niñas que huyen de la violencia en Jartum

Un equipo del Hospital Docente de Puerto Sudán asiste a Omnia en el parto por cesárea, solo una semana después de que llegara a la ciudad huyendo de la violencia y la inseguridad en Jartum. © UNFPA/Sufian Adbulmouty
  • 30 Junio 2023

PUERTO SUDÁN, Sudán – “Lo perdí todo en la guerra. No quería perder igualmente a mi hijo por nacer”. Con nueve meses de embarazo, Omnia* abandonó su casa y todo lo que sabía para escapar del violento conflicto que envolvió a Jartum, la capital de Sudán.

Aunque era peligroso viajar en su situación, sintió que no tenía otra opción: la creciente inseguridad, los tiroteos, el saqueo y destrucción de los centros sanitarios le impidieron poder ver a un médico en semanas. Fue un arduo viaje de cinco días, pero a principios de junio llegó a Puerto Sudán, en la costa del del Mar Rojo.

“Vino llorando todo el camino desde Jartum”, recordó su madre, que viajó con ella. “Tenía miedo de que el nacimiento ocurriera mientras estábamos de camino a Puerto Sudán”.

Omnia llegó al Hospital Docente de Puerto Sudán, donde entró en labor de parto. Su embarazo había sido difícil y enfrentó complicaciones de parto, pero el personal de salud la ayudó a dar a luz por cesárea a una niña sana, llamada Lana.

“Ahora la veo sonreír de nuevo, gracias a los médicos y las parteras del hospital”, dijo su madre.

Necesidad urgente de servicios de salud

El Hospital Docente de Puerto Sudán es el único hospital de maternidad del estado del Mar Rojo y atiende a una población de unos 1,6 millones de personas. El UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que tiene a su cargo los asuntos relacionados con la salud sexual y reproductiva, y sus asociados en el estado del Mar Rojo están apoyando al centro con equipo médico, suministros y capacitación del personal para garantizar que las mujeres embarazadas y las niñas desplazadas que llegan a Puerto Sudán desde todo el país den a luz de forma segura.

Pero a medida que avanza el conflicto y se reducen los servicios críticos, no está claro cuánto tiempo los hospitales como este podrán seguir ayudando a quienes llegan sin recursos y en apuros.

“Nuestro equipo está totalmente dedicado a apoyar a las mujeres y niñas que llegan de Jartum, pero necesitamos urgentemente más suministros, incluidos combustible y equipos y medicamentos vitales”, reclamó la Dra. Randa Osman, directora general del hospital.

Al menos 46 centros sanitarios han sido atacados en todo Sudán, y casi dos tercios ya no funcionan. En Jartum, menos de la mitad de los servicios de atención sanitaria siguen en funcionamiento, lo que significa que los suministros esenciales, incluidos los de emergencias obstétricas y los kits posviolación, se están agotando peligrosamente. Mientras tanto, el personal médico no puede acudir al trabajo debido a los bloqueos de carreteras y los combates en curso.

Tal como recordaba una de las parteras que ayudaron a Omnia ese día, “su vida corría grave riesgo, pero llegó justo a tiempo. Suelo preguntarme qué habrá pasado con las embarazadas que no lograron llegar a un lugar seguro”.

Una partera sonríe alegremente mientras sostiene a un bebé recién nacido en un hospital.
La partera Zulikha fue parte del personal que apoyó el parto en el hospital de Puerto Sudán, apoyado por el UNFPA. © UNFPA/Sufian Adbulmouty

Mujeres y niñas en riesgo agudo

Desde que comenzó el conflicto entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido, el 15 de abril, unos 2,5 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad, y alrededor de 2 millones de ellas se han visto desplazadas dentro del país. Incluso antes del inicio del conflicto, más de 3,7 millones de personas fueron desplazadas internamente, pocas de ellas con acceso a atención médica o suministros básicos.

En la actualidad hay más de 260.000 mujeres embarazadas en Sudán, de las cuales se estima que 90.000 darán a luz en los próximos tres meses. Todas estas mujeres y niñas necesitan acceso inmediato a servicios esenciales de salud reproductiva, al igual que más de 4 millones de mujeres y niñas atrapadas en el conflicto, que corren un elevado riesgo de sufrir abusos y explotación sexuales.  Sin embargo, a medida que continúa el derramamiento de sangre, cada vez más centros de salud se ven obligados a cerrar.

El más reciente plan de respuesta humanitaria para Sudán tiene como objetivo ayudar a 24,7 millones de personas, de las cuales 11 millones necesitan urgentemente servicios de salud, y unos 2,6 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva. Muchas de estas personas no podrán acceder a los servicios necesarios para salvar sus vidas, servicios que Omnia dijo sentirse afortunada de poder recibir.

“Ahora gozo de buena salud tanto mental como física gracias a los médicos y parteras de este hospital. Les debo mi vida”. 

*Se ha cambiado el nombre por fines de privacidad y protección 

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