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En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el UNFPA celebra a los superhéroes de la vida real
- 19 Agosto 2020
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NACIONES UNIDAS, Nueva York – Comunidades de todo el mundo se encuentran bajo asedio por la pandemia de COVID-19, la violencia, las decaídas economías, los desastres naturales y el cambio climático, y “salvar vidas no ha sido nunca más angustioso”, adelantó la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, en una declaración publicada hoy.
El año pasado hubo un número récord de ataques contra trabajadores humanitarios, según la Base de Datos sobre la Seguridad de los Trabajadores Humanitarios. Más de 480 trabajadores humanitarios resultaron heridos, o bien fueron secuestrados o asesinados, y los trabajadores sanitarios han visto un aumento de las amenazas. "Los trabajadores sanitarios no solo enfrentan la exposición al mortal coronavirus, sino que también están sufriendo una creciente ola de violencia, con ataques causados por el miedo y la desinformación", explicó la Dra. Kanem.
Este año, el 19 de agosto, Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el UNFPA hace un llamamiento al público para que reconozca los extraordinarios sacrificios y el servicio incansable de estos héroes y heroínas de la vida real.
Khadeeja Qasem es una de ellas. Es partera en Yemen, en medio de la guerra, donde las instalaciones de salud han resultado dañadas, y muchos miembros del personal sanitario siguen trabajando sin cobrar. "Además del conflicto y el desplazamiento, también se está propagando el coronavirus", aseguró.
“Soy la responsable económica de mi familia, y además estoy embarazada. Si continúan los recortes salariales, tendré que buscar un nuevo trabajo", añadió.
A pesar de estas dificultades, está comprometida con el bienestar de aquellas a quienes sirve.
"La semana pasada recibimos a una mujer en condiciones terribles, que necesitaba tratamiento urgente pero no podía pagar los medicamentos", recordó. "Compré medicamentos con mi propio dinero para salvarle la vida".
La pandemia mundial ha segado la vida de más de 770.000 personas. Los desplazamientos forzosos, la violencia y la persecución a causa del conflicto han alcanzado proporciones alarmantes. Heroínas como la Sra. Qasem nunca han sido más necesarias que hoy en día.
Del mismo modo, hay personas de todo el mundo colocándose a la altura del desafío.
En Bosnia y Herzegovina, Saria Aboukaf dirige programas para empoderar a los migrantes y refugiados, y afirmó que los bloqueos y las interrupciones de la cadena de suministro están cobrando un precio.
"El trabajo de los trabajadores humanitarios sobre el terreno se ha hecho mucho más difícil debido a las medidas de protección y a los protocolos de trabajo adaptados que se han producido a la luz de la nueva situación con la COVID-19", explicó.
No obstante, ella y sus colegas dicen que están encontrando soluciones, porque el costo de la inacción es demasiado grande.
"Lo único que más me estresa, y eso se aplica a todos los trabajadores sanitarios, es la muerte de los pacientes", planteó Snežana Bursać Aranđelović, epidemióloga que trabajó con el UNFPA en la respuesta a la COVID-19 en Bosnia y Herzegovina.
Los trabajadores humanitarios y los profesionales de la salud también están pidiendo apoyo.
En muchos lugares, el personal de salud está abrumado y cuenta con escasos recursos, al tiempo que enfrenta un mayor riesgo de exposición a la pandemia.
"Uno de los mayores desafíos es que no hay suficientes parteras para atender a las embarazadas en zonas aisladas, y hay necesidad de más parteras para atender a las mujeres en esas zonas, pero también debemos protegernos a nosotras mismas", señaló Thobekile Mpembe, trabajadora de salud en Sudáfrica.
"Lo que tememos es que los proveedores de atención médica se rindan a la infección por coronavirus antes de servir a nuestra comunidad", añadió la partera Genet Azmach, que trabaja en un centro de salud etíope que atiende a pacientes con COVID-19.
El UNFPA está trabajando con asociados de todo el mundo para apoyar a los trabajadores de la salud con equipo de protección personal, suministros de higiene y medidas de control de infecciones.
El UNFPA también está ayudando a los trabajadores humanitarios y a los profesionales de la salud a prestar atención sensible al género. Con el apoyo del UNFPA, Mitraminu Dhakal, trabajadora sanitaria, está equipada para atender de manera segura a las embarazadas y a las nuevas madres en Nepal. Se asegura de que tengan la información que necesitan sobre prevención de enfermedades, planificación familiar y servicios de salud relacionados. "Yo cuido los aspectos de género de la atención y el tratamiento", remarcó.
El UNFPA aplaude a estas heroínas, y a las innumerables personas que han entregado su tiempo, energías y, en algunos casos trágicos, incluso sus vidas, al servicio de la humanidad.
“Vivimos en un mundo en el que los héroes y heroínas no llevan capa, pero muchas usan máscaras y escudos (faciales). Protegen las vidas de quienes dan la vida. Acuden en auxilio de gritos distantes y apoyan a las mujeres y niñas necesitadas", manifestó la Dra. Kanem. "Son superhumanos por su perseverancia y compasión, y por su esperanza de que juntos logremos un mundo mejor para todos".