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Doble calamidad tras el asalto de las inundaciones al estado de Bihar, en la India, en medio de la pandemia
- 16 de septiembre de 2020
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BIHAR, India – La vida se ha estancado en gran parte del estado indio de Bihar, ya que una feroz temporada monzónica ha coincidido con la pandemia de COVID-19.
Los casos de coronavirus siguen aumentando, incluso en momentos en que las inundaciones afectan a millones de personas en todo el estado. "Las personas de la comunidad vivían con miedo debido a la COVID-19 y, en ese momento, las aguas de las inundaciones entraron repentinamente en la aldea", recordó Sri Ramsagar Sahni, miembro del barrio del distrito de Muzaffarpur. "Todos abandonamos nuestras casas y nos trasladamos al terraplén de la aldea con pertenencias limitadas".
Se ha interrumpido el acceso a servicios y artículos esenciales, y las mujeres, los niños y las niñas han sido las más afectadas.
Una evaluación rápida de las necesidades realizada por Plan India, asociado del UNFPA, mostró condiciones alarmantes para muchas comunidades afectadas por las inundaciones: familias desplazadas hacinadas en refugios temporales con total falta de privacidad para las niñas; mujeres embarazadas que no pueden recibir atención prenatal periódica; lavatorios sumergidos bajo el agua de las inundaciones; acceso gravemente limitado a toallas sanitarias.
La pérdida generalizada de medios de vida también ha interrumpido el acceso a suministros de higiene menstrual.
"No podíamos comprar productos básicos esenciales por falta de acceso a las tiendas, ya que nuestra zona estaba inundada. Tampoco nos sobraba dinero para invertir en higiene personal y salud menstrual", recordó una mujer de la aldea de Runi, en el distrito de Sitamarhi.
"Mi familia no estaba en condiciones de invertir en artículos necesarios, como toallas sanitarias", añadió Puja, una adolescente de Runi.
El UNFPA y Plan están colaborando para ofrecer una respuesta sensible al género a las inundaciones en Sitamarhi y Muzaffarpur, dos de los distritos más afectados.
Juntos, los socios han distribuido más de 5.600 kits de higiene femenina, que contienen los suministros necesarios para ayudar a mantener la higiene personal, como toallas sanitarias, ropa interior, cepillos de dientes, pasta dental, champú y jabón.
Los voluntarios también realizaron encuestas de puerta a puerta con trabajadores sanitarios locales. Posteriormente proporcionaron a funcionarios gubernamentales, enfermeras parteras auxiliares y centros de salud una lista de embarazadas cuya atención prenatal había sido interrumpida, a fin de facilitar la atención de seguimiento.
También pusieron a disposición asesoramiento y atención prenatal en los centros de distribución de kits de higiene femenina.
Se proporcionará un total de 7.000 kits de higiene femenina. Los equipos de distribución se adhieren estrictamente a los protocolos de control de infecciones, incluido el uso de mascarillas y el distanciamiento físico.
"Los artículos del kit son muy útiles para las adolescentes, las embarazadas y las madres lactantes", aseguró Punita Devi, trabajadora comunitaria de cuidado de niños del distrito de Sitamarhi.
Hoy, a medida que van retrocediendo las aguas de la inundación y las personas empiezan a regresar a sus hogares, el UNFPA y sus asociados van mirando hacia al futuro centrados en las necesidades de las comunidades a largo plazo. La doble calamidad del desastre natural y la pandemia ha dejado a los grupos marginados y empobrecidos aún más vulnerables.
"Los agricultores y los trabajadores asalariados diarios fueron los más afectados, ya que las inundaciones arrastraron los cultivos en pie, y la COVID-19 ya había trastornado los medios de vida", explicó Radha Devi, jefe de la aldea de Gaighat, en el distrito de Muzaffarpur. "Los pobres se vieron privados de servicios de salud y bienestar, y enfrentaron inseguridad alimentaria".