La fístula obstétrica es una de las lesiones más graves y trágicas que pueden ocurrir durante el parto. Se trata de un orificio entre el canal del parto y la vejiga o el recto causado por la prolongación u obstrucción de un parto sin recibir tratamiento médico oportuno de alta calidad. A consecuencia de esta lesión, las mujeres y niñas no tienen control de la orina, las heces o ambas, y con el paso del tiempo deriva en afecciones médicas crónicas, depresión, aislamiento social y una profundización de la pobreza.
Se estima que medio millón de mujeres y niñas en África Subsahariana, Asia, la región de los Estados árabes, América Latina y el Caribe viven con esta lesión y que cada año se producen nuevos casos. A pesar de estos datos, la fístula se puede prevenir prácticamente en su totalidad. Su persistencia nos recuerda la existencia de graves desigualdades y es un indicio de la desigualdad en el ámbito mundial y de que los sistemas de salud no protegen los derechos humanos y de salud de las mujeres y niñas más pobres y vulnerables.
Como entidad líder de la Campaña mundial para Erradicar la Fístula, el UNFPA brinda una visión estratégica, orientación y apoyo técnicos, así como suministros médicos, capacitación y fondos para la prevención y el tratamiento de la fístula, además de para programas de reinserción social y abogacía relacionados con este problema. Asimismo, el UNFPA fortalece los servicios de salud reproductiva y de atención obstétrica de calidad y urgencia para evitar que se produzca la fístula obstétrica.