8 Mil Millones Más Fuertes

La familia humana se ha vuelto más numerosa.

Ahora que ha alcanzado los 8.000 millones de personas, nunca antes habíamos vivido en un mundo tan poblado.

En vista de este hito demográfico, podría ser tentador sacar una conclusión fácil: que las dinámicas demográficas son la causa subyacente de los muchos problemas interrelacionados a los que se enfrenta el planeta.

Algunas voces achacan la escasez de recursos y los conflictos encarnizados a que la población es “demasiado alta”, mientras que otras temen que el declive de las tasas de natalidad se traduzca en una Tierra deshabitada donde la población sea “demasiado baja” como para que la vida tal y como la conocemos siga su curso.

Con todo, también se trata de un mundo de inquietudes e incertidumbre. Las dificultades que atravesamos —como el cambio climático, las turbulencias económicas, los conflictos y la COVID-19— nos han conducido a una encrucijada en la que la amenaza de un futuro peor para la humanidad parece igual de factible que la promesa de uno mejor.

Resolución de problemas:
Icono

¿Cómo damos sentido a estas contradicciones y comenzamos a resolver los problemas urgentes de nuestro tiempo?

contexto contexto

Un mundo “demasiado poblado”

Un mundo “demasiado despoblado”

Se diría que ambas opciones nos llevan por el mismo camino: el del miedo, las recriminaciones y el control. Sin embargo, lo cierto es que el problema nunca han sido las personas.

La importancia de la población

La transformación ha sido una constante para la población del planeta. Con cada cambio, los agoreros demográficos se mesan los cabellos y nos alertan del peligro de una “explosión” o un “descalabro” poblacional.

Aun así, pese a la frecuencia con la que se vaticina el colapso de la sociedad, la historia nos demuestra que la humanidad no solo es capaz de sobrevivir a los cambios demográficos, sino que prospera gracias a ellos.

Esto no significa que las tendencias demográficas no sean importantes. Por el contrario, y precisamente porque revisten tanta importancia, no podemos quedarnos estancados en relatos simplistas que giran en torno a una población “demasiado alta” o “demasiado baja”.

Estos relatos también presentan las tasas de fecundidad como un problema pendiente de solucionar, lo que reduce el cuerpo de las mujeres a un campo de batalla político y niega a la mitad de la humanidad su derecho a la autonomía corporal.

¿Qué nos deparará el futuro?

Hemos recurrido a la inteligencia artificial para ilustrar algunas perspectivas de futuro. Escoge entre las opciones a continuación para verlas.

Elegir
En
CON UN ESTILO
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una familia puede toparse con obstáculos normativos o sanciones por tener más hijos. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una familia puede toparse con obstáculos normativos o sanciones por tener más hijos.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una familia puede toparse con obstáculos normativos o sanciones por tener más hijos. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una familia puede toparse con obstáculos normativos o sanciones por tener más hijos.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una familia puede toparse con obstáculos normativos o sanciones por tener más hijos. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una familia puede toparse con obstáculos normativos o sanciones por tener más hijos.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una familia puede verse forzada a que uno de los progenitores migre a otro país en busca de oportunidades. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una familia puede verse forzada a que uno de los progenitores migre a otro país en busca de oportunidades.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una familia puede verse forzada a que uno de los progenitores migre a otro país en busca de oportunidades. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una familia puede verse forzada a que uno de los progenitores migre a otro país en busca de oportunidades.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una familia puede verse forzada a que uno de los progenitores migre a otro país en busca de oportunidades. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una familia puede verse forzada a que uno de los progenitores migre a otro país en busca de oportunidades.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una familia se sentirá cómoda y aceptada independientemente de su tamaño y composición. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una familia se sentirá cómoda y aceptada independientemente de su tamaño y composición.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una familia se sentirá cómoda y aceptada independientemente de su tamaño y composición. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una familia se sentirá cómoda y aceptada independientemente de su tamaño y composición.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una familia se sentirá cómoda y aceptada independientemente de su tamaño y composición. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una familia se sentirá cómoda y aceptada independientemente de su tamaño y composición.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una joven puede sentirse obligada a utilizar métodos anticonceptivos que no desee. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una joven puede sentirse obligada a utilizar métodos anticonceptivos que no desee.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una joven puede sentirse obligada a utilizar métodos anticonceptivos que no desee. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una joven puede sentirse obligada a utilizar métodos anticonceptivos que no desee.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una joven puede sentirse obligada a utilizar métodos anticonceptivos que no desee. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una joven puede sentirse obligada a utilizar métodos anticonceptivos que no desee.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una joven puede sufrir dificultades para acceder a los servicios de anticoncepción. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una joven puede sufrir dificultades para acceder a los servicios de anticoncepción.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una joven puede sufrir dificultades para acceder a los servicios de anticoncepción. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una joven puede sufrir dificultades para acceder a los servicios de anticoncepción.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una joven puede sufrir dificultades para acceder a los servicios de anticoncepción. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, una joven puede sufrir dificultades para acceder a los servicios de anticoncepción.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una joven se sentirá empoderada para tomar sus propias decisiones reproductivas. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una joven se sentirá empoderada para tomar sus propias decisiones reproductivas.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una joven se sentirá empoderada para tomar sus propias decisiones reproductivas. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una joven se sentirá empoderada para tomar sus propias decisiones reproductivas.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una joven se sentirá empoderada para tomar sus propias decisiones reproductivas. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una joven se sentirá empoderada para tomar sus propias decisiones reproductivas.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una persona mayor puede tener la impresión de que su valor en sociedad va ligado a su contribución económica. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una persona mayor puede tener la impresión de que su valor en sociedad va ligado a su contribución económica.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una persona mayor puede tener la impresión de que su valor en sociedad va ligado a su contribución económica. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una persona mayor puede tener la impresión de que su valor en sociedad va ligado a su contribución económica.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una persona mayor puede tener la impresión de que su valor en sociedad va ligado a su contribución económica. En un mundo que teme que la población sea “demasiado alta”, una persona mayor puede tener la impresión de que su valor en sociedad va ligado a su contribución económica.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, puede que se considere que una persona mayor es una carga para la sociedad y se le dispense un trato acorde con ello. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, puede que se considere que una persona mayor es una carga para la sociedad y se le dispense un trato acorde con ello.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, puede que se considere que una persona mayor es una carga para la sociedad y se le dispense un trato acorde con ello. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, puede que se considere que una persona mayor es una carga para la sociedad y se le dispense un trato acorde con ello.
En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, puede que se considere que una persona mayor es una carga para la sociedad y se le dispense un trato acorde con ello. En un mundo que teme que la población sea “demasiado baja”, puede que se considere que una persona mayor es una carga para la sociedad y se le dispense un trato acorde con ello.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una persona mayor tendrá la seguridad de que se la valora. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una persona mayor tendrá la seguridad de que se la valora.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una persona mayor tendrá la seguridad de que se la valora. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una persona mayor tendrá la seguridad de que se la valora.
En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una persona mayor tendrá la seguridad de que se la valora. En un mundo que antepone los derechos a las cifras, una persona mayor tendrá la seguridad de que se la valora.

En la creación de las ilustraciones para este informe se ha empleado inteligencia artificial, aprendizaje automático y otras tecnologías innovadoras con el fin de generar reflexiones acerca de nuestra relación con la tecnología. Están representados los temas centrales del informe de este año: los peligros y las promesas de un futuro no tan lejano, los temores que se derivan de esas incógnitas y las infinitas posibilidades a nuestro alcance cuando se garantizan los derechos y libertades para todas las personas. En su capacidad para tender puentes entre lo real y lo imaginario, las ilustraciones de este año sintetizan las ansiedades y oportunidades que depara el futuro y, lo que es más importante, enfatizan cómo participamos en su creación. Ilustraciones de Cecilie Waagner Falkenstrøm, del estudio de arte y tecnología ARTificial Mind.

¿Cómo luchamos contra el alarmismo que suscita la demografía y defendemos los derechos y libertades reproductivas para nuestro FUTURO?

La importancia de la población

Utilizamos cookies y otros identificadores para mejorar su experiencia en línea. Al utilizar nuestro sitio web usted acepta esta práctica, consulte nuestra política de cookies.

X