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Los ataques incesantes y el colapso de los sistemas de salud y seguridad dejan a las mujeres y las niñas de Gaza enfrentando “desafíos impensables”

Palestinians gather at site of Israeli strikes on houses in Jabalia in the northern Gaza Strip on 19 October. © REUTERS/Anas al-Shareef
  • 27 Octubre 2023

GAZA, Palestina – “Duermo en las calles, tal como me encontraste. La situación es insoportable”, manifestó al UNFPA una mujer embarazada, con solo semanas para dar a luz.

Gaza sufre una devastadora crisis humanitaria y de seguridad. Desde que comenzó la escalada de las hostilidades con Israel el 7 de octubre, se ha impuesto un asedio que impide la entrada de alimentos, agua, combustible y suministros médicos.

El conflicto ha desplazado a la mayor parte de la población de Gaza y está causando una grave escasez, que afecta gravemente a las mujeres y las niñas. Según el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, las crecientes tensiones en los refugios superpoblados de Gaza y el fallo en los servicios y mecanismos de protección están elevando los riesgos asociados con la violencia de género.

Mientras tanto, se espera que un promedio de 160 embarazadas dé a luz todos los días durante el próximo mes, con poca o ninguna disponibilidad de servicios de salud adecuados, como atención obstétrica de emergencia. Casi dos terceras partes de las clínicas de salud no funcionan, según la Organización Mundial de la Salud.

El UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de los asuntos de salud sexual y reproductiva, se ha unido a varios organismos de la ONU para pedir un alto el fuego humanitario, “junto con el acceso humanitario inmediato y sin restricciones en toda Gaza para permitir que los actores humanitarios lleguen a los civiles necesitados, salven vidas y eviten más sufrimiento humano”, manifestó la Directora Ejecutiva, Dra. Natalia Kanem en un comunicado.

“Solicitamos que se garantice el acceso seguro y sostenido al agua, los alimentos, la atención de salud —incluida la salud sexual y reproductiva— y el combustible, que son necesarios para prestar los servicios esenciales”, demandó la Dra. Kanem. “Si, antes de que estallaran las últimas hostilidades, la situación humanitaria en Gaza ya era desesperada, ahora es una auténtica catástrofe”.

Desplazados y en peligro

Cientos de miles de personas en Gaza han huido a hospitales, escuelas, iglesias y otros refugios en busca de seguridad, pero ningún lugar es completamente seguro, ya que los hospitales y los campamentos de desplazados son vulnerables a los ataques. Según se informa, las tensiones en los refugios temporales están aumentando, lo que aumenta a su vez el riesgo de violencia doméstica.

“No hay privacidad. No hay dignidad”, deploró una mujer al conversar con el UNFPA sobre su situación.
Si bien se ha permitido el paso de una pitanza en términos de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, no se ha permitido el suministro de combustible, lo que ha dejado vacíos los hospitales y los refugios de la UNRWA y ha puesto en peligro las operaciones de socorro de la ONU. 

También escasean los alimentos y otros elementos esenciales. Algunas familias de Gaza hacen solo una comida al día, algo peligroso especialmente para las embarazadas, cuya nutrición puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para ellas y sus recién nacidos.

Mientras tanto, la capacidad de Gaza para producir agua es del 5 % de los niveles normales.

“Escuchamos historias realmente horribles de los desafíos que enfrentan las embarazadas; algunas [toman] solo una o dos botellas pequeñas de agua [al día], bastante saladas por cierto” debido a los problemas de filtración, explicó Dominic Allen, representante del UNFPA para Palestina.

“Ningún lugar al que ir” 

Como Gaza es un territorio totalmente cerrado sin medios de escape, huir de las hostilidades es casi imposible, al igual que acceder a la atención médica, debido al colapso de los sistemas de Gaza.

“Estas embarazadas en realidad no tienen a dónde ir. Están enfrentando desafíos impensables”, agregó Allen. “En medio del caos, algunas tienen que dar a luz en refugios, en sus hogares y también en centros de salud desprovistos y en ruinas”.

“Una mujer que logró llegar al hospital tuvo que ser dada de alta [tres horas después de dar a luz] para hacer espacio para otras embarazadas y otras personas lesionadas”, indicó.

Setenta y dos camiones de ayuda han entrado en Gaza desde el 7 de octubre con artículos esenciales como alimentos, agua y suministros médicos. Sin embargo, el volumen total de artículos que ha entrado desde el 7 de octubre representa sólo el cuatro por ciento del volumen medio diario de productos que entraban antes de la crisis actual. 

“Lo que necesitamos es un acceso humanitario rápido y sin trabas. Necesitamos agua, alimentos, combustible, medicinas, necesitamos grandes cantidades y necesitamos que se mantenga”, dijo Allen. "A los habitantes de Gaza se les va acabando el tiempo".

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