Las parteras son las heroínas de millones de historias.
Proporcionan atención sanitaria culturalmente sensible, son líderes en sus comunidades y responden a emergencias en tiempos de crisis por lo que son valientes e indispensables.
Cuando se producen catástrofes como fenómenos climáticos o conflictos armados, las parteras suelen ser las primeras en atender a las mujeres y representan la forma más eficaz de evitar muertes maternas prevenibles.
La crisis climática en particular conlleva amenazas específicas para las mujeres y las niñas: los estudios demuestran que el aumento de las temperaturas puede provocar complicaciones en el embarazo y causar o agravar problemas de salud materna, como partos prematuros y abortos espontáneos.
Pero las parteras no sólo juegan un papel prestando servicios de emergencia en la crisis climática. Como proveedoras de servicios seguros y ambientalmente sostenibles, también representan una solución climática vital para el futuro. Por ejemplo, pueden contribuir a reducir las emisiones climáticas apoyando la lactancia materna en lugar del uso de leche de fórmula, que debe envasarse y transportarse.
Teniendo en cuenta lo anterior, el lema del Día Internacional de la Partera de este año es «Las parteras: una solución climática vital».
Muchos de los países más amenazados por el cambio climático son también aquellos donde las mujeres y las niñas son más vulnerables a las muertes maternas prevenibles, el matrimonio infantil y la violencia de género. Los desastres climáticos pueden interrumpir el acceso a la planificación familiar, los partos seguros y otros servicios vitales. Las parteras son fundamentales a la hora de garantizar que los servicios sanitarios sean más móviles y puedan llegar con urgencia a las mujeres.
Sin embargo, la escasez mundial de casi un millón de parteras y la falta de compromiso internacional para invertir en su formación, desarrollo y apoyo limita su capacidad de acción y pone en peligro a las mujeres y niñas que dependen de ellas para recibir atención sanitaria.
Las parteras merecen nuestro reconocimiento y respeto. No obstante, se ven obligadas a enfrentarse a condiciones laborales difíciles, salarios bajos y falta de oportunidades profesionales; factores todos ellos que contribuyen a la escasez mundial. Esta fuerza de trabajo mayoritariamente femenina también se enfrenta, con demasiada frecuencia, a la discriminación de género y al acoso sexual en el trabajo.
El mundo debe invertir urgentemente en la creación de un entorno que permita a las parteras realizar su importante labor, estableciendo vías para acceder a una formación de calidad, proporcionándoles los recursos necesarios y empoderándolas para actuar como asociadas de pleno derecho en los sistemas sanitarios de todo el mundo.
En más de 125 países, el UNFPA promueve la partería reforzando la educación de calidad y las normativas y políticas relativas a esta fuerza de trabajo; así como creando sólidas asociaciones nacionales de parteras. Hasta la fecha, el UNFPA ha apoyado la educación y formación de cerca de medio millón de parteras en todo el mundo, ha formado a más de 100.000 docentes de partería y ha invertido en más de 1.600 escuelas de partería.
En colaboración con la Confederación Internacional de Parteras, UNICEF, la Organización Mundial de la Salud y un gran número de asociados y donantes de todo el mundo, el UNFPA está elaborando una Hoja de ruta mundial para la aceleración de la partería, que se presentará en la Cumbre Mundial de la Salud de octubre de 2024.
«En un mundo en el que cada dos minutos muere una mujer o una niña durante el embarazo, el parto o sus secuelas, como demuestran nuestros datos más recientes, la partera es siempre la heroína de la historia», ha declarado la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. «Piensa en una partera: ¿qué se te viene a la cabeza? Excelente trabajo en equipo, conocimientos, buen juicio y cariño. Son características distintivas de la profesión, rasgos que sustentan lo mejor de la humanidad y que sin duda ayudarán a forjar la paz que buscamos».