El territorio palestino ocupado

La escala y la velocidad de la muerte y la destrucción en Gaza no tienen paralelo. Unos 1,7 millones de personas desplazadas, comunidades destruidas, casas demolidas, familias y generaciones enteras destruidas, y ahora el hambre está diezmando a los palestinos en Gaza.

Alrededor de 155.000 mujeres embarazadas y nuevas madres están luchando por sobrevivir, sufriendo hambre y las enfermedades que acechan, en medio de una escasez de alimentos, agua y atención médica que pone en peligro la vida. Para las 5.500 mujeres que darán a luz en el próximo mes, el acceso a una atención médica adecuada es un desafío inimaginable. Solo tres maternidades permanecen funcionando en la Franja de Gaza, y están abrumadas de pacientes. Los médicos y las parteras, desesperados por obtener medicamentos y suministros, enfrentan problemas para proporcionar una atención adecuada a los recién nacidos.

Si las mujeres sobreviven al embarazo y al parto, deben regresar a refugios hacinados y asentamientos informales que carecen de agua potable e instalaciones de higiene.

En la Ribera Occidental, alrededor de 73.000 mujeres están embarazadas actualmente, y se espera que más de 8.120 den a luz en el próximo mes, mientras la violencia amenaza con extenderse y el desplazamiento alcanza niveles récord.

A pesar de los peligros, el UNFPA y sus asociados han entregado medicamentos y equipos vitales y han apoyado a más de la mitad de los nacimientos (21.000 aproximadamente) en Gaza desde que comenzó la guerra, el 7 de octubre. Se están entregando suministros esenciales de higiene, como jabón y toallas sanitarias, a mujeres y niñas.

Es necesario un cese del fuego inmediato y la liberación inmediata e incondicional de los rehenes, como la única manera de ampliar la entrega de ayuda a quienes más la necesitan y de poner fin a su inconmensurable sufrimiento.

Actualizado el 2 de abril de 2024