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Mujeres desplazadas en Etiopía oriental resisten la presión y el estigma contra la planificación familiar
- 02 Agosto 2019
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NACIONES UNIDAS, Nueva York/REGIÓN DE SOMALIA, Etiopía – Dulene Trik sabe todo acerca de la intimidación y la coacción en lo que se refiere a las opciones reproductivas de una mujer.
Aunque ella y su marido acordaron utilizar planificación familiar después que nacieron sus dos hijas, sus suegros le exigieron que les diera más nietos. La presión finalmente quebró su matrimonio: cuando sus hijas tenían 12 y 15 años, su marido las abandonó.
Para empeorar las cosas, en septiembre de 2017 la familia de la Sra. Trik fue desarraigada por una devastadora sequía y los conflictos intercomunales que siguieron.
Ella envió a sus hijas a vivir con parientes, con la esperanza de mantenerlas seguras y en la escuela. Ella afirma está contenta con su soltería por ahora, para poder dedicarse a apoyar a sus hijas. "Quiero criar bien a mis hijos", declara.
En todo el mundo, más de 200 millones de mujeres desean prevenir el embarazo pero carecen de información, acceso o un organismo que les ayude a usar anticonceptivos confiables y modernos.
Los líderes, organizaciones y activistas se preparan para abordar estos importantes temas sobre derechos de salud sexual y reproductiva en una Cumbre Mundial en Nairobi en noviembre de este año.
Pero los miembros de las comunidades, como la Sra. Trik, también se están preparando para marcar la diferencia.
En el campamento de desplazados Kologe II, ella asesora a otras mujeres acerca de la planificación familiar.
"Les hablo a las mujeres sobre retrasar sus embarazos, al menos hasta que salgan de aquí y empiecen a obtener sus propios ingresos", explicó al UNFPA.
La región somalí de Etiopía tiene tasas extremadamente bajas de uso de anticonceptivos y muy alta fecundidad; hay mujeres que tienen un promedio de siete hijos.
La región también alberga el mayor número de personas desplazadas del país. El acceso a la planificación familiar voluntaria es particularmente importante para las mujeres en situaciones de crisis, donde se agudizan los peligros del embarazo y el parto. A modo de ejemplo, en el punto álgido de la crisis en la zona en que vive la Sra. Trik, muchas mujeres embarazadas desplazadas carecían de acceso a instalaciones sanitarias equipadas para apoyar los partos seguros.
A pesar de esto, las mujeres confiaron a la Sra. Trik que tenían miedo de ejercer su derecho a la planificación familiar.
"Al temer que sus maridos las dejen por otras mujeres, les resulta difícil aceptar [la planificación familiar], y llegan incluso a citar mi caso como ejemplo", explicó.
El personal de enfermería de la zona observó las mismas preocupaciones.
"De vez en cuando, algunas madres vienen y me piden usar métodos de planificación familiar sin el conocimiento de sus maridos", reveló al UNFPA el enfermero Shure Sherif en una entrevista realizada el verano pasado. En ese momento, no había servicios disponibles en el puesto de salud donde trabajaba, por lo que remitió a las mujeres a otro centro.
El enfermero Suleman Ahmed, de un centro sanitario cercano, también observó una mayor demanda de abortos entre las mujeres que viven en el campamento de desplazados, posiblemente debida a la impopularidad de la planificación familiar.
No obstante, las cosas están cambiando, aunque lentamente.
En enero de 2018, con financiación de la Embajada de Japón y la Embajada Real de Dinamarca, el UNFPA comenzó a prestar servicios de salud sexual y reproductiva y apoyo a sobrevivientes de violencia de género en las zonas afectadas por la crisis en Somalia.
Al día de hoy, el UNFPA ha entregado más de 10 000 kits de parto estériles, que permiten ayudar a las mujeres en el parto de forma segura. La organización también ha distribuido 24 kits de planificación familiar, cada uno con 14 400 productos de planificación familiar, como condones masculinos, anticonceptivos orales, anticonceptivos inyectables de acción prolongada y dispositivos intrauterinos.
El UNFPA también ha capacitado a prestadores de servicios sanitarios, líderes comunitarios y defensores de los derechos de las mujeres a proporcionar mensajes precisos acerca de la planificación familiar y la información sobre los derechos de las mujeres.
La Sra. Trik se benefició de un programa de capacitación de ese tipo. Hoy siente haber marcado la diferencia para las mujeres de su comunidad.
"Algunas quieran usar opciones de planificación familiar", indicó.