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Las mujeres y las niñas en Pakistán necesitan servicios urgentes de salud y protección en medio de inundaciones sin precedentes
- 21 de septiembre de 2022
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BALUCHISTÁN, Pakistán – “Caminé unos 35 kilómetros en medio de la labor de parto porque las inundaciones habían destruido la carretera que comunicaba a mi aldea con el hospital”, relató Bakhtnama Khairullah, de 32 años, en Harnai, en la provincia de Baluchistán.
La suya fue una de las primeras zonas afectadas por lluvias monzónicas sin precedentes que han inundado una tercera parte del país. El terreno montañoso que la Sra. Khairullah recorrió es traicionero incluso en días secos, pero para una mujer en labor de parto en medio de la inundación significaba peligro de muerte.
Hoy en recuperación en casa después de dar a luz a gemelos sanos el 10 de septiembre en el hospital de maternidad de Harnai, la Sra. Khairullah dice considerarse afortunada: se estima que unos 7,6 millones de personas han sido desplazadas por las devastadoras inundaciones y deslizamientos de tierra, y que al menos 1.500 han muerto, mientras que millones han perdido sus hogares y los medios para alimentar a sus familias.
En las provincias de Baluchistán y Sindh, más de 1.400 centros de salud han sido dañados o destruidos, incluido el hospital de maternidad donde la Sra. Khairullah dio a luz. El Dr. Sarmed Saeed Khan, especialista en salud materna, neonatal e infantil, trabaja en un proyecto hospitalario apoyado por el UNFPA junto con parteras de la comunidad, incluidas las que ayudaron a la Sra. Khairullah.
“Las parteras trabajan día y noche sin descanso para ofrecer atención de maternidad y servicios reproductivos durante esta emergencia. Están haciendo un trabajo heroico a fin de asegurar partos seguros para las mujeres afectadas por las inundaciones que llegan al hospital”, explicó.
Las peores inundaciones jamás vistas en Pakistán
Más de 30 millones de personas se han visto afectadas por las inundaciones y 6,4 millones necesitan ayuda humanitaria. Entre esas personas hay más de 1,6 millones de mujeres en edad reproductiva, y cerca de 130.000 embarazadas necesitan servicios de salud urgentes. Más de 42.000 mujeres van a dar a luz en los próximos tres meses en medio de la crisis.
“Sin apoyo inmediato y acceso a servicios médicos y sanitarios, la vida de estas mujeres corre grave peligro”, admitió el Dr. Bakhtior Kadirov, representante interino del UNFPA en Pakistán.
Las inundaciones no sólo han arrasado los edificios, sino que además las fuentes de agua y de electricidad son inseguras, y los suministros y equipos médicos han sido arrastrados por las aguas. Las inundaciones han impedido a muchas personas vulnerables acercarse a los centros de salud y hospitales, y las rutas de abastecimiento han sido interrumpidas debido a que más de 12.000 kilómetros de carreteras y cientos de puentes que conectan las zonas remotas con los servicios esenciales han quedado destruidos. En la medida de las posibilidades, las embarazadas están recibiendo tratamiento en campamentos temporales. Las mujeres y las y los niños (muchas malnutridas y afectadas por enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, el paludismo y la disentería) hacen cola durante horas para recibir atención médica.
Incluso antes de las inundaciones, Pakistán tenía una de las tasas de mortalidad materna más altas en Asia, las cuales probablemente se agudicen a medida que las mujeres pierdan acceso a la atención sanitaria y los casos de anemia (una de las principales causas de muerte materna en el país) aumenten como consecuencia de la malnutrición.
El UNFPA amplía la respuesta de emergencia
De cara a graves dificultades logísticas, el UNFPA ha establecido un servicio móvil de salud para prestar apoyo a las personas en los campamentos de desplazados y remitir los casos complicados a hospitales accesibles. El UNFPA también está proporcionando tiendas de campaña y suministros para salvar vidas a las zonas afectadas, a fin de que puedan continuar los servicios de salud vitales, como la asistencia de partería calificada y la atención obstétrica de emergencia.
Mientras tanto, se han comenzado a distribuir más de 8.000 kits de higiene femenina, que contienen suministros para la higiene, incluidos jabón y toallas sanitarias, así como más de 7.000 kits con suministros para recién nacidos, y más de 6.400 kits de parto estéril para facilitar el parto seguro en las provincias de Sindh, Baluchistán, Khyber Pakhtunkhwa y Punjab.
Las mujeres y las niñas también enfrentan niveles crecientes de violencia por motivos de género. Los lugares de desplazamiento y los puntos de distribución son entornos de alto riesgo de acoso sexual, abuso y explotación, especialmente para las niñas que se quedan solas mientras los adultos salen en busca de trabajo. Las viviendas improvisadas suelen estar apretujadas y mal iluminadas, y los hombres y las mujeres a menudo tienen que compartir baños antihigiénicos ubicados lejos de sus tiendas, lo que aumenta la posible exposición a la violencia. La discriminación por motivos de género pone a las jóvenes y a las niñas en mayor peligro matrimonio infantil o de trata de personas. El UNFPA está apoyando espacios seguros para que las mujeres y las niñas reciban cierto grado de protección, pero es necesario aumentar estos esfuerzos.
A pesar de estos desafíos, el Dr. Kadirov asegura que el UNFPA hará todo lo que pueda. “Los embarazos y el parto no pueden esperar a que terminen las emergencias o los desastres naturales. Se trata de momentos en los que una mujer y una criatura son más vulnerables y necesitan la mayor atención”, precisó.
El UNFPA está pidiendo 8 millones de dólares en financiación para ampliar su respuesta de emergencia a fin de proporcionar servicios vitales y suministros esenciales, así como servicios de protección para apoyar a las mujeres y las niñas en Pakistán.