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Voces Silenciadas
Las siguientes historias detallan actos de violencia y agresiones sexuales
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Los insurgentes de Boko Haram me hicieron prisionera. En aquel momento, tenía 14 años. Tres días después de llegar al bosque, intenté escapar, pero fui descubierta. Me castigaron por ello. Me encerraron en una cabaña junto con otras niñas que habían intentado escapar.

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Los insurgentes de Boko Haram me hicieron prisionera. En aquel momento, tenía 14 años. Tres días después de llegar al bosque, intenté escapar, pero fui descubierta. Me castigaron por ello. Me encerraron en una cabaña junto con otras niñas que habían intentado escapar.

Cada día nos alimentábamos de 20 golpes de vara por la mañana y de 10 golpes por la noche.

Cuando mi hijo tenía siete meses, conseguí escapar. Volví a encontrarme con mi hermana; ella también había sido secuestrada y había conseguido escapar. Finalmente, ambas nos reunimos con mi madre. Sufrí un trauma muy profundo. Cuando cerraba los ojos, me venían imágenes de lo ocurrido, y todavía me parecía estar en Sambisa. Ahora estoy mucho mejor, soy más feliz, tengo amigos, puedo comer y no veo el momento de salir a dar una vuelta.

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*Nombre ficticio para proteger la identidad de la víctima

Incluso en el caso de las mujeres que consiguen librarse de sus maltratadores, para muchas de ellas las secuelas emocionales permanecen durante toda la vida.

ALCEMOS LA VOZ. PONGAMOS FIN A LA VIOLENCIA
FOTOGRAFÍA DE: Etinosa Yvonne