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Los servicios cruciales de salud sexual y reproductiva adaptados a las necesidades de la juventud aumentan en Kazajstán

Jóvenes educadores, parte de la red de educación entre jóvenes Y-PEER, hojean folletos de información sobre salud sexual y reproductiva adaptados a su edad. © UNFPA Kazajstán
  • 17 de mayo de 2023

ALMATY (Kazajstán) – “Era mi primera vez con mi pareja. No utilizamos preservativo”, explicó Amina*, de 17 años, al UNFPA en uno de los centros de salud adaptados a las necesidades de la juventud en Almaty, la ciudad más grande de Kazajstán.

La joven no había recibido educación sexual integral en su colegio, y no se sentía cómoda tratando esos temas con su familia. Por eso, cuando la menstruación no vino cuando esperaba, Amina entró en pánico. “Dos semanas después, me di cuenta de que tenía un retraso. Me puse histérica. Tenía 16 años, y de ningún modo podía hablar con mis padres o profesores sobre ello”.

Los servicios de salud adaptados a las necesidades de la juventud incluyen aquellos que ofrecen información precisa sobre salud sexual y reproductiva, así como cuidados sin prejuicios adaptados a las capacidades en desarrollo de adolescentes que entran en la edad adulta. Hace diez años, estos servicios eran muy limitados en Kazajstán. A pesar de que existían “centros de promoción de la salud” privados, la mayoría no tenían utilidad. Había menos de 120 servicios de salud adaptados a las necesidades de la juventud, y a menudo se encontraban en las grandes ciudades. Así, menos del 1% de la población joven de entre 14 y 28 años se beneficiaba de ellos, y la calidad del servicio no era fiable.

El resultado era que el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual era muy alto entre adolescentes, y los casos de VIH continúan aún hoy creciendo en este grupo etario. Una encuesta del UNFPA realizada a adolescentes en 2019 concluyó que el 90% de la población adolescente de Kazajstán encuestada no podía señalar todas las formas de transmisión del VIH. La prevalencia de los anticonceptivos continúa siendo además bastante baja entre la juventud sexualmente activa.

Pero todo esto está a punto de cambiar.

El camino hacia el progreso

En 2019, como parte de un movimiento internacional para mejorar la salud sexual y reproductiva de todas las personas, el Gobierno de Kazajstán se comprometió a mejorar el acceso de la población adolescente a los servicios de salud ambulatorios, y a incrementar la financiación de los servicios de salud sexual y reproductiva adaptados a la juventud.

El UNFPA trabajó con los responsables de formular políticas y el Ministerio de Salud para desarrollar un marco jurídico integral que garantizara los servicios de salud a adolescentes y jóvenes. Esto incluyó la disminución de la edad de consentimiento para recibir servicios ambulatorios de los 18 a los 16 años. El UNFPA ayudó, además, a desarrollar unas normas clínicas y operativas que cumplieran con las normas de calidad recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.

Se reforzaron los servicios de salud adaptados a las necesidades de la juventud y se sensibilizó a las comunidades respecto a estos servicios. La legislación exigió entonces que todas las ciudades del país contaran con un establecimiento de este tipo y que el seguro médico social obligatorio incluyera estos servicios.

Se ha llegado a miles de jóvenes en apenas unos meses

Los fondos fluyen ahora a los centros de salud, que ofrecen una amplia gama de servicios. “Este año, en enero de 2023, por fin recibimos fondos del Estado”, indica la doctora Sholpan Karzhaubayeva, que dirige uno de los centros en Almaty. Desde entonces, “en cuatro meses, hemos registrado un total de 3.286 visitas individuales de ginecología en nuestro centro, donde además proporcionamos consultas psicológicas a pacientes jóvenes”.

Amina, la joven de 17 años, se encontraba entre aquellos que se beneficiaron de estos servicios. Indica que, al notar que se le retrasaba la menstruación tras su primera relación sexual, se asustó, y no sabía a quién acudir. En el centro, ha podido obtener información y asesoramiento sin prejuicios por parte del personal médico.

Este tipo de servicio pronto se convertirá en la norma. Como explica la doctora Karzhaubayeva, el centro de Almaty se considera un “establecimiento de recursos”, que representa un modelo que seguir para los otros 170 centros de salud adaptados a las necesidades de la juventud en Kazajstán. “Solemos celebrar jornadas de puertas abiertas, organizar actividades de divulgación en facultades y universidades, y desarrollar las capacidades de especialistas de este tipo de centros de salud en todo el país”.

El UNFPA ha apoyado la capacitación de alrededor de 300 profesionales de medicina, psicología y trabajo social, y el Estado ha proporcionado 35 millones de dólares de financiación entre 2021 y 2025, un comienzo prometedor para los servicios de salud adaptados a las necesidades de la juventud en el país.

Los centros ya “están marcando una diferencia abismal”, afirma Serik Tanirbergenov, analista de programas de salud sexual y reproductiva del UNFPA.

Serik destaca que, además de financiar los servicios de salud sexual y reproductiva, y de mejorar y estandarizar la calidad de los mismos, toda la población joven tendrá derecho a estos servicios.

“Toda la población adolescente de Kazajstán recibirá los mismos servicios, viva en ciudades grandes o pequeñas”.

*Nombre cambiado por razones de privacidad.

 

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