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“¿Por qué nos excluyen?”: El UNFPA distribuye kits de dignidad a las mujeres transgénero en Bangladesh tras las desastrosas inundaciones

Ananya, defensora transgénero, inició el grupo “Shopner Chowa Shomajkollan Sangstha” para empoderar a las personas transgénero a través de la instrucción en torno a habilidades empresariales. ©️ UNFPA Bangladesh/Prince Naymuzzaman
  • 16 de mayo de 2023

NETROKONA/SUNAMGANJ, Bangladesh – “Durante la inundación, todas y todos salimos en busca refugio”, relató Ananya, una mujer transgénero, al UNFPA en 2022, pero no se nos permitió quedarnos en el mismo refugio”.

En todo el mundo, las leyes, normas y prácticas discriminatorias conducen a violaciones de derechos y violencia contra las personas LGBTQIA+ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer, intersexuales y asexuales). En muchos países (de hecho, en más de un tercio de los países) las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales, y la mayoría de los países carecen de políticas que permitan que las personas transgénero y no binarias cambien su género legal.

En Bangladesh, desde 2014 las personas transgénero han sido reconocidas formalmente como parte de la categoría de “tercer género”, y el gobierno tiene como objetivo proporcionar a este grupo marginado protección y servicios sociales adicionales. No obstante, los desafíos son patentes en lo relativo a la brecha entre la política y la implementación, pues los proveedores de servicios y el público someten a esta comunidad, conocida localmente como hijra, al acoso y el peligro.

Estos factores y otros impulsan la exclusión de las personas LGBTQIA+ de la sociedad. Después de las devastadoras inundaciones del año pasado en la región noreste de Bangladesh, la identidad de Ananya como mujer transgénero hizo que la separaran del resto de su aldea. 

“¿No somos seres humanos?; ¿no nos afectan los desastres?”, se preguntó Ananya. “Si somos humanos, entonces ¿por qué nos excluyen?”

Un reconocimiento mundial

En muchas partes del mundo, los derechos de las personas LGBTQIA+ han venido progresando en las últimas décadas. En 2000, los Países Bajos se convirtieron en el primer país en reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo; hoy en día, 24 países los reconocen. Más de 50 países permiten que las parejas del mismo sexo adopten hijos.

Sin embargo, estos y otros avances, que tanto han costado, se han visto cada vez más amenazados. Investigaciones recientes indican que el año pasado fue el más violento registrado para las personas lesbianas, gays, bisexuales e intersexuales en Europa y Asia Central. Según las Naciones Unidas, la pandemia de COVID-19 permitió un “contexto propicio para una mayor persecución” de las personas LGBTQIA+, debido al aumento del discurso de odio.

El UNFPA tiene como objetivo lograr un mundo en el que los 8 millones de personas del planeta, en toda su diversidad, puedan hacer realidad sus metas de salud y sus derechos sexuales y reproductivos. El organismo apoya a las personas LGBTQIA+ de todo el mundo a través de iniciativas como el asesoramiento psicosocial para personas que no cumplen las normas de género en Jamaica, la educación sexual en Myanmar y la programación piloto de kits de autodiagnóstico del VIH en Timor-Leste.

En Bangladesh, el organismo ha distribuido asistencia monetaria de emergencia para personas transgénero, ha organizado sesiones grupales de apoyo psicosocial y ha coordinado conversaciones entre los administradores locales, los proveedores de servicios y la comunidad transgénero para acelerar la prestación de servicios durante las crisis.

Desde 2017, Ananya se ha dedicado a ayudar a levantar las voces de las personas LGBTQIA+ y asegurar que no sean silenciadas. Ese año fundó un grupo de defensa llamado “Shopner Chowa Shomajkollan Sangstha” (la “Dream Touch Social Welfare Society”) para empoderar a las personas transgénero a través de la instrucción de habilidades comerciales. Más de 400 personas transgénero han participado en el grupo de Ananya.

La dignidad en crisis 

En 2022, el UNFPA apoyó la implementación de un proyecto histórico en los distritos de Netrokona, Sunamganj y Sylhet, de Bangladesh, cuyo objetivo era abordar las necesidades de atención de la salud sexual y reproductiva de las mujeres y las personas transgénero tras las inundaciones. 

Junto con sus asociados, el UNFPA distribuyó más de 16.000 kits de dignidad a las mujeres y las personas transgénero afectadas por las inundaciones, asegurándose de que las beneficiarias pudieran acceder a suministros básicos de higiene como jabón, toallas y zapatillas. Las y los voluntarios transgénero distribuyeron muchos de los kits, que también contenían linternas, kits de afeitar, mosquiteros e información de referencia para casos de violencia de género.

“Para las personas transgénero, la vida se vuelve aún más difícil durante una crisis”, remarcó Ananya. “No suele pensarse en nosotras”. 

 

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