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Siria/Türkiye

*El nombre y los datos de identificación se han modificado por motivos de privacidad y protección.

Fotografía utilizada solo con fines de representación y que no representa la persona de la historia

Siria/Türkiye
© Aladdin Hammami

Mi matrimonio fue concertado. No conocía su personalidad antes de casarnos. Estuvimos casados durante cinco años y tuvimos dos hijos antes de divorciarnos.

Luego, él emigró a otro país y comenzó a enviarme mensajes amenazadores de que compartiría fotos mías y que secuestraría a los niños. Un día me dijo: “Te voy a hacer la vida imposible”. En público, las mujeres somos recatadas; nos cubrimos todo el cuerpo excepto la cara y las manos. En casa, llevamos ropa más cómoda que no cubre tanto el cuerpo. Fue en estas ocasiones cuando aprovechó para hacerme las fotos sin que yo me diese cuenta, las fotos que luego pensaba compartir. Lo bloqueé en Facebook y WhatsApp, pero sigue poniéndose en contacto conmigo desde números diferentes.

Dice cosas sobre mí en Facebook, como que soy una mujer sucia y una mala esposa. Sus mensajes están llenos de calumnias e insultos. También ha llegado a compartir detalles privados sobre mi vida. Hay quien dice: “Si la mujer no fuese culpable, el hombre no haría algo así… algo pasa con esa mujer”. Otros dicen: “Es una deshonra para el hombre.

"¿Cómo puede un hombre hacerle algo así a una persona con quien ha tenido una relación?”."

Empecé a buscar más en Internet, por si podía haber compartido información sobre mí. Siempre estoy alerta y temerosa. Me pregunto constantemente si mis vecinos me vieron en las redes sociales. No quiero que me pregunten nada, así que no salgo nunca.

Acoso en línea

Desplazate
© Jakayla Toney

Acoso en línea

Conducta repetida que amenaza, molesta, asusta u hostiga a alguien mediante el envío de comentarios o imágenes degradantes, ofensivos o insultantes. El acoso sexual en línea afecta principalmente a mujeres, niñas y personas LGBTQI.

UNFPA Syria
© UNFPA Syria

Esta situación duró más de un año y es muy difícil de soportar. Estaba avergonzada. No quería conocer a nadie. No podía mirar a nadie a la cara. Psicológicamente, estaba muy, muy mal. Estaba deprimida. Solo quería llorar. Tengo miedo de abrir cualquier mensaje. Incluso tengo miedo cuando suena el teléfono.

Mi padre es mi mayor apoyo. Me dijo que guardara los mensajes y que los fotografiara. Me dijo que debería sacar fuerzas en esta situación y que alguien debería exigir a este hombre que rindiese cuentas por lo que hizo.

Llamé al centro para jóvenes, que cuenta con el apoyo del UNFPA, donde un mediador de salud me refirió a un psicólogo, quien me concertó una visita en un bufete de abogados. No obstante, a mi ex no le pasó nada. La policía y los abogados dijeron que no podíamos conseguir ningún resultado porque él vive en otro país.

Si un hombre hace algo como esto, debe ser castigado con las máximas consecuencias. La dignidad, el orgullo y el honor de una mujer son muy importantes, y nosotras, como mujeres, vivimos para y por estas cualidades morales. Una persona no debería poder destruirlas de esta manera. Las leyes deben proteger más a las mujeres. Si es verdad que los hombres y las mujeres somos iguales, entonces las mujeres deberíamos tener más derechos que los que tenemos actualmente.

Hayat es una refugiada siria que vive en Türkiye. Con frecuencia, las personas refugiadas tienen dificultades para acceder a la justicia en lugares donde han de aprender el funcionamiento de nuevos sistemas jurídicos. Además, el carácter transfronterizo del acoso suele dejar la justicia fuera de su alcance.

27 veces

Las mujeres tienen 27 veces más probabilidades de sufrir acoso en línea que los hombres.
– Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
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La campaña bodyright del UNFPA afirma que las mujeres y las niñas son dueñas de sus cuerpos e imágenes de sus cuerpos y tienen derecho a decidir si se comparten y cómo se comparten. Conoce más sobre el bodyright y conciénciate sobre la violencia digital.

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Un mundo virtual libre de violencia es posible. El UNFPA, la agencia de las Naciones Unidas para la salud sexual y reproductiva, apoya el derecho de todas las mujeres y niñas a vivir sin temor a la violencia de género o el abuso en todos los espacios, incluso en Internet. Todas y todos desempeñamos un papel para lograr que esto deje de ser una esperanza y se convierta en una realidad.

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La campaña bodyright del UNFPA afirma que las mujeres y las niñas son dueñas de sus cuerpos y de las imágenes de sus cuerpos, y que compartirlas en cualquiera de sus formas sin su consentimiento es una violación de sus derechos humanos y de su privacidad, dignidad y autonomía corporal.

Firma la petición de la campaña bodyright del UNFPA y de Global Citizen por la que se pide a las empresas de tecnología y contenido que garanticen a los cuerpos de las mujeres y niñas la misma protección y el mismo respeto que a una entidad jurídica con copyright. Comparte el símbolo de bodyright para mostrar tu apoyo a los derechos irrenunciables de las mujeres y las niñas.

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Cualquier persona que comparta las imágenes íntimas de una mujer sin su consentimiento (incluso si quien las comparte no es el autor original) está cometiendo violencia contra las mujeres. Haz que la interrupción de esa cadena comience contigo. Si ves a alguien atacando, intimidando o amenazando a alguien en línea, no te unas a la cadena. Publica mensajes positivos que contrarresten lo negativo. Informa el abuso a la plataforma tecnológica. Una sobreviviente de ciberturba aseguró que se sintió apreciada y respaldada por personas que la defendieron.

PARA LAS EMPRESAS TECNOLÓGICAS:

HACEDLO MEJOR

El UNFPA se unió al llamado que hace la Fundación World Wide Web a Facebook, Google, TikTok y Twitter para que den prioridad a la seguridad de las mujeres en línea, exigiéndoles el cumplimiento de los compromisos asumidos durante el Foro Generación Igualdad 2021 llevado a cabo en París. Pero hay muchas plataformas más. En palabras de Thorn, una organización que trabaja para eliminar el abuso sexual infantil, “no lograremos el objetivo de crear una Internet segura hasta que cada plataforma en la que se pueda subir información haya adoptado medidas de detección proactivas”.

Para los legisladores y las fuerzas del orden:

HACED LO CORRECTO

Según The Economist Intelligence Unit, “en 64 de 86 países, los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los tribunales parecen no estar tomando las medidas correctivas adecuadas para hacer frente a la violencia contra las mujeres en línea”. Protejan a las mujeres y niñas en línea con una reforma que haga responsables a los perpetradores. Estar físicamente en una jurisdicción distinta (una sin legislación que enfrente la violencia en línea) de la de la víctima no debería ser un pase libre; los organismos transfronterizos deberían trabajar de manera conjunta para castigar a los agresores. Buscar justicia no debe ser otra experiencia traumática.