Noticias

Tras años de conflicto, Yemen sigue siendo la peor crisis humanitaria del mundo, como muestra un llamamiento del UNFPA para 2021

Parteras de un equipo móvil del UNFPA visitan un refugio temporal en un campamento para desplazados internos en Marib, Yemen. © UNFPA Yemen
  • 07 Diciembre 2020

NACIONES UNIDAS, Nueva York – En un nuevo informe del UNFPA sobre el panorama general de la acción humanitaria, se señala que Yemen es el país en que las mujeres y las niñas en situaciones de emergencia humanitaria tienen mayores necesidades. Desde la escalada del conflicto interno en 2015, las condiciones en el país se han venido desplomado constantemente, lo que ha provocado desplazamientos internos, inseguridad alimentaria y brotes de cólera, agravados por la COVID-19. 

En el informe del UNFPA se destacan las crisis más graves del mundo y se emite el mayor llamamiento humanitario de la organización. A nivel mundial, en 2021 se necesitará un total de USD 818 millones para prestar asistencia vital a 54 millones de mujeres, niñas y jóvenes en 68 países. 

En 2021 se necesitarán unos USD 100 millones para Yemen, donde más del 80 % de la población necesita algún tipo de asistencia. Dicha población comprende más de 1,2 millones de mujeres embarazadas y lactantes que están gravemente desnutridas. Sólo la mitad de los servicios de atención sanitarios de Yemen sigue funcionando, y la violencia de género va en aumento. 

A pesar de los años de crisis implacable, Yemen no siempre capta los titulares. La respuesta humanitaria del UNFPA para 2020 ha sufrido una insuficiencia de fondos que alcanza las decenas de millones de dólares estadounidenses.

No hay remedio sencillo que pueda revertir las devastadoras consecuencias del acuciante conflicto. Lo que queda es realizar el trabajo sobre el terreno.

Desde enero, el UNFPA ha alcanzado a casi 3 millones de personas en el país, y seguirá protegiendo la vida de las mujeres, las niñas y las y los jóvenes. Para lograrlo, hará lo siguiente.

Hecho: En Yemen, el cincuenta por ciento de los centros de atención de la salud han cerrado, y los conflictos han desplazado a más de 3,6 millones de personas.

Solución: Proporcionar atención sanitaria. Masadah Saleh Nasser, de 37 años y madre de ocho hijos, estaba embarazada de su noveno hijo cuando su familia se vio obligada a huir de su casa a un campamento de desplazamiento en Marib. Un equipo móvil de salud reproductiva del UNFPA le prestó atención prenatal crítica, le suministró los servicios de parto seguro y le hizo seguimiento de atención postnatal, así como de servicios de planificación familiar. "Me aseguraré de que [mis hijas] sean conscientes de los riesgos de ignorar la planificación familiar", prometió la Sra. Nasser.

Hecho: Sólo el 20 % de los centros sanitarios ofrece servicios de atención de la salud maternoinfantil. Una mujer y seis recién nacidos mueren en el parto cada dos horas.

Solución: Transformar los servicios de atención médica para proporcionar servicios de salud materna. Cuando Khawla Mizjaji, de 23 años, entró en labor de parto, su marido tardó cuatro horas en llevarla al Hospital Rural de Al Tuhayta. La Sra. Mizjaji tenía eclampsia, que ponía en peligro su vida y la de sus gemelos. El personal médico logró salvar a los bebés y estabilizar a su madre. Antes de que el UNFPA ayudara al hospital a mejorar su sala de maternidad, el hospital más cercano a los Mizjaji estaba a otras tres horas de distancia. "Antes íbamos al distrito de Mocha a recibir tratamiento", explicó el marido de la Sra. Mizjaji, "pero tener este hospital cerca nos ahorra muchas dificultades y viajes". 


Un parto exitoso en el Hospital Al Mokha en Costa Oeste, Yemen, donde el UNFPA transformó la sala de maternidad. Crédito: UNFPA Yemen

Hecho: Seis de cada diez nacimientos se producen sin que haya personal capacitado presente.  

Solución: Formación, formación, formación. Este año, el UNFPA ha capacitado a más de 300 parteras. En una reciente sesión en Socotra, Muna Zakaria fue una de las 24 personas que aprendieron a identificar signos de complicaciones antes del parto, y en un recién nacido en situación de emergencia. Así pudo remitir a Norrah Aisa, que estaba exhibiendo signos de complicaciones del embarazo, a un hospital donde la Sra. Aisa pudo dar a luz adecuadamente. "La formación no solo mejora la salud de las mujeres, sino que salva vidas", reflexionó la Sra. Zakaria. 


Formación de parteras en el control de la prevención de infecciones, para garantizar la continuidad de los servicios de salud reproductiva en medio de la pandemia de COVID-19, en Lhaj, Yemen. Crédito: UNFPA Yemen
 

Hecho: Se estima que el 83 % de los 3,6 millones de desplazados son mujeres y niños. El UNFPA estima que alrededor del 20 % de estos desplazados provienen de hogares encabezados por mujeres. 

Solución: Empoderar económicamente a mujeres y niñas. El UNFPA ha establecido 55 espacios seguros para mujeres y niñas, que ofrecen programas de formación sobre medios de subsistencia. El esposo de Ruba* murió cuando se intensificó la violencia en su zona. Ella y sus tres hijos huyeron a un campamento de desplazados internos, donde se afilió a un espacio seguro y se inscribió en un programa de costura. "Estoy cosiendo mascarillas para familias en campamentos de desplazamiento que no pueden permitirse comprarlas en el mercado", explicó Ruba; “las coso con tanto cuidado y satisfacción porque puedo ayudar a una persona desplazada como yo”.  


Una sobreviviente de la violencia de género en un espacio seguro apoyado por el UNFPA cose mascarillas como parte de un programa orientado a medios de subsistencia en Ibb, Yemen. Se han producido más de 80.000 mascarillas en espacios seguros en todo el país. Crédito: UNFPA Yemen

Hecho: Según un estudio de 2017, una de cada 5 personas en Yemen sufre trastornos de salud mental, y es probable que años de guerra y una pandemia mundial hayan provocado un aumento de ese número.  

Solución: Cerrar la brecha en materia de servicios de salud mental. El UNFPA administra 18 líneas directas gratuitas de asesoramiento telefónico y seis centros especializados de atención psicológica. Obligada a casarse dos décadas antes, Suad* sufrió a manos de un marido que abusaba de ella física y emocionalmente. Cuando su marido la expulsó de la casa, ella sufrió una profunda depresión, pero encontró ayuda a través de una línea telefónica de asesoramiento telefónico y luego a través de sesiones de psicoterapia. Después de seis meses de tratamiento, se encuentra en vías de recuperación.


En la época de la COVID-19 , el apoyo a la salud mental se lleva a cabo a través de asesoramiento telefónico en centros de atención psicológica apoyados por el UNFPA, como éste en Sana'a, Yemen. Crédito: UNFPA Yemen

*Se han cambiado los nombres para fines de privacidad y protección

Utilizamos cookies y otros identificadores para mejorar su experiencia en línea. Al utilizar nuestro sitio web usted acepta esta práctica, consulte nuestra política de cookies.

X