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Servir a sobrevivientes de violencia sexual en la República Democrática del Congo

La Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem, habla con una red de personal de respuesta humanitaria que trabaja para prevenir y abordar la violencia sexual y de género. © UNFPA DRC/Luis Tato
  • 19 de mayo de 2021

BUKAVU, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO – “Esperamos horas en el punto de distribución hasta que finalmente nos dijeron que nos fuéramos a casa. Hambrienta y con las manos vacías, caminé con otras tres mujeres y dos niñas. Anochecía, y oí a las niñas gritar.

“Me volteé y, en la luz tenue, vi a hombres y niños que venían hacia nosotros. Nos agarraron y se burlaban mientras nos distribuían entre ellos, incluso las y los niños. Cinco hombres se turnaron para violarme. Mi último pensamiento antes de perder el sentido fue cómo puede existir el mal puro en este mundo”.

Esta fue la historia desgarradora que contó Larise*, una desplazada interna de la zona oriental del Congo, durante una visita de la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem, esta semana.

Larise le entregó una imagen arrugada de su cuerpo maltratado después del abuso. “Estuve en el hospital por cinco meses. Esos hombres hicieron añicos mi cuerpo y me destrozaron el alma”.

Esta horrible experiencia es demasiado común. La República Democrática del Congo vive una de las crisis humanitarias más prolongadas y complejas del mundo, y tiene más de 5 millones de personas y comunidades desplazadas que siguen siendo afectadas por los conflictos armados, la violencia y la inseguridad. 

A woman in a blue patterned dress rests her head in one hand as she looks into the camera.
Larise (nombre cambiado) compartió su historia con la Dra. Kanem. Foto tomada con permiso. © UNFPA DRC/Luis Tato

“Esta no es sólo una tormenta perfecta de crisis humanitaria, sino que va más allá, ya que la magnitud es catastrófica”, manifestó ; la Dra. Kanem, quien vino a escuchar las voces y necesidades de las y los sobrevivientes de la violencia sexual. Recientemente asumió el papel de Campeona del Comité Permanente entre Organismos sobre la Protección contra el Abuso Sexual, la Explotación y el Acoso, y encabeza los esfuerzos humanitarios del sistema de las Naciones Unidas para proteger los derechos de las mujeres y las niñas.

“Las mujeres y las niñas quedan atrapadas en el medio, pagan un alto precio por sus derechos, sus cuerpos y sus vidas”, remarcó.

Crisis superpuestas

La República Democrática del Congo es el segundo país más grande de África y se encuentra entre los más poblados y ricos en recursos naturales. Sin embargo, el 65 % de la población vive por debajo del umbral de pobreza.

Se estima que decenas de millones de personas necesitan ayuda humanitaria. El cólera, el sarampión, la fiebre amarilla, el ébola y la COVID-19 han agravado aún más el estado del sistema de salud, que ya es de por sí débil. Hoy en día, un número impresionante de mujeres y niñas corre el riesgo de sufrir violencia sexual y de aumentar el riesgo de morbilidad y mortalidad maternas. 

Estas complejas capas de crisis que se superponen requieren muchos esfuerzos de colaboración para abordar la vulnerabilidad, incluidos los destinados a empoderar a las mujeres y apoyar sus derechos. “Estamos ponderando emprender intervenciones humanitarias que allanen el camino con miras a los objetivos a más largo plazo de promover los derechos humanos y la igualdad de género, construir la cohesión social y sostener la paz”, declaró la Dra. Kanem.

“Como porteadora de la antorcha en favor de la justicia y la paz para todas las mujeres y niñas jóvenes (no sólo en la República Democrática del Congo) tenemos que examinar tres prioridades: reforzar nuestros mecanismos; mejorar el acceso de las víctimas a una asistencia e información de calidad; y fortalecer nuestra coordinación y cohesión”.

Iluminando el camino hacia delante

Durante su visita, las mujeres sollozaban mientras compartían sus historias, una historia espantosa tras otra. Sus experiencias estaban unidas por un hilo común: cada una de las mujeres había sufrido violencia sexual.

A note contains a recommendation in French asking humanitarians to improve the accountability of people running distribution sites.
Las mujeres presentaron sus recomendaciones a la Dra. Kanem, tales como mejorar la rendición de cuentas en los sitios de distribución de la ayuda. © UNFPA DRC/Daisy Leoncio 

No obstante, no actuaban como víctimas pasivas; más bien estaban envalentonadas y reclamaban un cambio. En conjunto, las mujeres recomendaron formas de ayudar a reducir al mínimo el riesgo de abuso y explotación sexuales, como un mejor acceso a los servicios y una mejor rendición de cuentas durante la distribución de artículos no alimentarios. Pidieron que se distribuyan y supervisen los alimentos de manera más eficiente; que las mujeres, las niñas y las personas con discapacidad participen en los comités de distribución; y que se ofrezca acceso a microcréditos para las pequeñas empresas. Insistieron en que los grupos de ayuda consulten con las mujeres sobre la construcción y la seguridad de los puntos de acceso al agua, a fin de reducir la exposición de las mujeres a ataques.

Las recomendaciones también incluían la distribución y supervisión de la ayuda en efectivo, así como programas adicionales de empoderamiento económico para ayudar a comprar productos de higiene menstrual y otros artículos esenciales, que ayudarían a las mujeres a evitar infecciones y a practicar el sexo para la supervivencia.

La Dra. Kanem prometió llevar estas propuestas e historias a los niveles más altos. “Desde este momento llevo conmigo sus recomendaciones. Esta será nuestra antorcha para iluminar la ruta que seguir para crear un lugar seguro para las mujeres y las niñas”.

*Se ha cambiado el nombre por motivos de privacidad y protección

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