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¿Queremos poner fin a las muertes maternas prevenibles? Invirtamos (al menos) seis veces más para 2030

Para lograr eliminar en su totalidad las muertes maternas prevenibles en 76 países con altos niveles de mortalidad, el gasto anual tendría que aumentar a USD 7,8 mil millones para 2030. © UNFPA Jordania
  • 29 Julio 2019

NACIONES UNIDAS, Nueva York - ¿Cuál sería el costo de lograr un mundo en que ninguna mujer muera por causas relacionadas con el embarazo, por la falta de acceso a métodos modernos de planificación familiar, o por estar sujeta a prácticas nocivas como la mutilación genital femenina (MGF) o el matrimonio infantil, todo esto en unos 10 años?

Las nuevas cifras preliminares recopiladas por investigadores del UNFPA y de la Universidad Johns Hopkins, en colaboración con la Universidad de Victoria y Avenir Health, revelan que para poner fin a las muertes maternas prevenibles en 76 países con altos niveles de mortalidad para 2030, el gasto anual tendrían que aumentar seis veces, hasta alcanzar los USD 7,8 mil millones, de USD 1,4 mil millones en 2018.

La total eliminación de las muertes de mujeres debidas a causas evitables relacionadas con el parto en el curso de la próxima década en esos 76 países tiene un precio de USD 61 mil millones en costos directos de servicios de salud. Esto incluye el pago del personal médico, medicamentos y suministros obstétricos.

Más inversión en salud materna también haría mucho más raras las afecciones fácilmente prevenibles y tratables que surgen a causa de complicaciones en el parto, como la fístula obstétrica

Las cifras actualizadas se publicarán en noviembre en el marco de la Cumbre de Nairobi sobre la CIPD25, con análisis más precisos y amplios.

USD 4,5 mil millones para la planificación familiar

Los métodos modernos de planificación familiar no sólo son un derecho humano, sino que salvan las vidas de las mujeres al reducir la incidencia de embarazos no deseados. Además, la planificación familiar es esencial para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, y es factor fundamental en la reducción de la pobreza. Sin embargo, sigue estando fuera del alcance de millones de personas en todo el mundo.

Garantizar el acceso universal a la planificación familiar en 78 países con altos niveles de necesidades insatisfechas para 2030 requeriría casi duplicar los usuarios de métodos anticonceptivos modernos de 300 millones en 2018 a 560 millones. También se duplicaría el gasto anual, pues aumentaría a USD 4,5 mil millones de USD 2,3 mil millones el año pasado.

El gasto total sería del orden de los USD 40 mil millones.


Poner fin al matrimonio infantil tiene sentido en términos económicos, de
acuerdo con el Prof. Bruce Rasmussen. ©UNFPA Zambia/Helene Christensen

El dinero se destinaría a garantizar un suministro fiable y constante de anticonceptivos de calidad y a fortalecer los sistemas nacionales de salud en esos países. También financiaría campañas de información orientadas a sensibilizar en torno a los beneficios de la planificación familiar voluntaria, y ayudaría a recopilar datos en apoyo a este trabajo.

El rendimiento de inversión en lo relativo a la educación de las niñas es "fenomenal"

La erradicación de la mutilación genital femenina en 30 países con alta incidencia de la práctica para 2030, costaría USD 2,9 mil millones durante los próximos 10 años. Eso es suficiente para salvar a 26 millones de mujeres de ser mutiladas por razones no médicas, y el costo por mujer sería de USD 111.

La MGF es a menudo precursora del matrimonio infantil, otra práctica nociva que podría reducirse a la mitad para 2030 en 31 países con alta prevalencia, a un costo de USD 30 mil millones invertidos en intervenciones relacionadas con la educación y el cambio de las normas sociales. 

Poner fin al matrimonio infantil también tienen sentido económico. Las nuevas estimaciones indican que cada dólar invertido en reducir el matrimonio infantil en esos países podría producir más de USD 7 en beneficios directos como resultado de una mejor formación.

Cuando una chica tiene más años de formación (sea que regrese al cultivo familiar o consiga empleo formal) sus ingresos aumentan dramáticamente, explicó Bruce Rasmussen, profesor de la Universidad de Victoria, que participó en el cálculo de los costos. Los datos preliminares indican que una mujer que ha alcanzado seis años de enseñanza primaria gana en promedio al menos cuatro veces más que una mujer que haya abandonado la enseñanza primaria tras sólo un año, como suele ser el caso de las niñas casadas. 

"Si esta diferencia se amplía hasta completar la enseñanza secundaria, la diferencia podría ser 50 veces mayor", indicó Rasmussen al UNFPA. Si añadimos esos gradientes de ingresos a la extensión de la enseñanza de las niñas, concluyó el profesor, el rendimiento de la inversión sería "fenomenal".

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