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Periodistas argentinas denuncian la violencia de género digital

En marzo de 2023, el UNFPA se unió a decenas de organizaciones en la firma de un compromiso para colaborar en la erradicación de la violencia de género y de la discriminación en entornos digitales. © Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires
  • 19 Julio 2023

BUENOS AIRES, Argentina - El discurso de odio está aumentando en todo el mundo, incluido el discurso de odio sexista y sexualizado, a menudo dirigido a las mujeres —y a las periodistas en particular—, lo que las expulsa de los espacios donde sus voces son, precisamente, más necesarias.

«En la Argentina es un problema generalizado», declaró Mariana Iglesias al UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva. La Sra. Iglesias trabaja para el principal periódico argentino, Clarín, desde 1996, y fue la primera periodista del país en ser Editora de Género, un cargo que la ha familiarizado enormemente con la violencia digital.

Según una encuesta mundial de la UNESCO realizada en 2020, casi tres cuartas partes de las periodistas habían sufrido violencia digital a lo largo de su carrera: amenazas de muerte, acoso basado en imágenes y amenazas de violencia sexual; y un tercio había sufrido agresiones físicas como consecuencia de su presencia en Internet. Además, las periodistas de color y LGBTQIA+ enfrentan riesgos aún mayores.

No solo las figuras públicas sufren estas agresiones: un alarmante 85 por ciento de las mujeres han sido testigo de violencia en línea, y un 40 por ciento la han sufrido en su propia piel. Las secuelas de estos abusos pueden ser demoledoras, y a menudo conducen a una dolorosa autocensura y a una espiral que va de lo digital a la vida real y provoca graves problemas de salud física y mental.

«Cuando la violencia y el odio se transmiten por medios digitales, no se le suele dar importancia», declaró la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. «[Sin embargo] puede costar a las mujeres sus carreras, su salud e incluso sus vidas».

El efecto amordazador de la violencia digital

Los agresores digitales atacan a las periodistas que hablan abiertamente de cuestiones de género. La Sra. Iglesias, por ejemplo, ha cubierto recientemente el movimiento para la legalización del aborto en Argentina (en diciembre de 2020, el gobierno aprobó una ley que permite el acceso al aborto hasta las 14 semanas). Como respuesta, recibió correos electrónicos, mensajes y llamadas en los que se le decía que se cuidara las espaldas y que «tuviera cuidado con lo que escribe», afirmó.

En términos más generales, según una investigación de Amnistía Internacional, una de cada tres mujeres en Argentina ha sido objeto de violencia en las redes sociales con el debate sobre el aborto como telón de fondo. Para muchas, la violencia de género digital actúa como una mordaza. Prácticamente la mitad de las mujeres encuestadas manifestaron haber empleado menos las redes sociales o haberlas abandonado por completo; y casi un tercio de las periodistas que participaron en el estudio de la UNESCO declararon autocensurarse en las redes sociales.

La Sra. Iglesias, por su parte, dejó de participar en las redes sociales: «No podía soportarlo más», afirmó. No obstante, rechazó las ofertas del periódico de que un agente de policía vigilase su seguridad o de ocuparse de otras tareas de redacción.

«No voy a cambiar los temas que trato y voy a seguir trabajando», aseguró.

Renovar el llamado para poner fin a la violencia

En marzo de 2023, el UNFPA se unió a decenas de organizaciones de la Argentina que firmaron un compromiso para colaborar en la erradicación de la violencia de género y de la discriminación en entornos digitales.

El UNFPA trabaja para combatir la violencia de género digital proporcionando a las sobrevivientes servicios de respuesta cuando y como los necesitan, y concienciando a través de nuevas directrices éticas y de seguridad y de su emblemática campaña bodyright.

Asimismo, el UNFPA trabaja junto con el Center for Women's Global Leadership [Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres], de la Universidad de Rutgers, para ayudar a redefinir la forma en que los medios de comunicación entienden la violencia digital: se insta a los periodistas a reconocer las profundas repercusiones económicas, psicológicas y en el mundo real que tiene la violencia digital, y se les pide que pongan de relieve la responsabilidad de los usuarios, de las empresas tecnológicas y de los reguladores para crear espacios en línea seguros frente a la violencia.

Las esperanzas están puestas en empoderar a las supervivientes y abogar por una mayor responsabilidad y regulación, tal y como ha instado la Dra. Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA: «Este es un momento para renovar el llamado urgente al activismo de toda la sociedad para prevenir la violencia, dondequiera que ocurra, hasta que consigamos erradicarla».

Periodistas como Mariana Iglesias tienen en cuenta ese llamado y están rompiendo el silencio sobre la violencia digital. La Sra. Iglesias ha presentado una denuncia ante una unidad del Ministerio Público Fiscal de Argentina y forma parte de la nueva Red de Editoras de Género, creada gracias al apoyo del UNFPA, que pretende unir a las periodistas con el objetivo de reforzar la cobertura mediática en cuestiones de igualdad de género.

No obstante, afirma que deben establecerse más trabas legales para disuadir a los delincuentes de cometer actos de violencia digital. «El mundo digital es hoy autocensura e impunidad», continuó. «Es necesario zanjar este debate».

 

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