Noticias

Para las personas con discapacidad, la innovación y la autonomía corporal son fundamentales en el camino hacia la inclusión

Anchita Abdul, 26 años, de Nampula (Mozambique), estudió hasta séptimo grado. Más tarde perdió la visión debido a una enfermedad. Las jóvenes y niñas con discapacidad tienen los niveles más bajos de información y educación sobre salud sexual y reproductiva, en comparación con las que no tienen discapacidad. © Imagen/Mbuto Carlos Machili
  • 02 Diciembre 2022

NACIONES UNIDAS, Nueva York - «Toda mi práctica artística se basa en cómo la tecnología puede ayudarme con mi discapacidad. Por eso desde el principio me enamoré de las cámaras: me ayudaban a ver cosas».

Aurora Berger es una artista estadounidense cuyas fotografías dejan entrever su vida aprendiendo a adaptarse a las situaciones y espacios que la rodean. Sobre el proceso que utiliza para desarrollar sus imágenes, asegura al UNFPA: «Esta forma me permite trabajar dentro de las limitaciones de mi discapacidad y aún así crear un trabajo que es realmente significativo y se siente completo e íntegro, aunque a quien observa le resulte diferente».

La obra de la Sra. Berger forma parte de una nueva exposición del UNFPA en la que se muestra a personas con discapacidad que lideran el cambio en materia de accesibilidad y autonomía corporal para todas las personas. La iniciativa cuenta con el apoyo del programa «Nosotros decidimos» del UNFPA, junto con la ayuda de España. Este programa promueve la inclusión social y la protección de los derechos humanos de las mujeres y personas jóvenes con discapacidad y su eje central es el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Se calcula que el 15 por ciento de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad. Una de cada cinco mujeres vive con una discapacidad y, sin embargo, las jóvenes y las niñas con discapacidad tienen los niveles más bajos de información y acceso a la salud sexual y reproductiva; no es casualidad que también tengan tasas mucho más altas de violencia de género, embarazos no intencionales e infecciones de transmisión sexual.

Gracias a las aplicaciones de telefonía móvil, a una mayor conectividad a Internet y a una mejor tecnología digital, existe un enorme potencial para mejorar y ampliar el acceso de las personas con discapacidad a los servicios y a la información. Pero, como explicó la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA: «El acceso no es suficiente; debemos garantizar la colaboración y la participación. Propiciar vínculos entre personas con discapacidad y asociados tecnológicos para innovar y cocrear soluciones de servicios forma parte de nuestro compromiso de atender al llamado: “nada sobre nosotros sin nosotros” ».  

A woman poses for a portrait.
Anita Cornelia Sánchez, ecuatoriana de 39 años, tiene una discapacidad auditiva y cuenta al UNFPA que ahora sus padres tienen que acompañarla a todas las visitas médicas. «Sería mucho más fácil si ambas partes conocieran la lengua de señas para que una pueda sentir que toma sus propias decisiones como, por ejemplo, si desea tener hijos o casarse, o no», afirma. © Imagen/Lauren Anders Brown

Defensa de la autonomía corporal 

En todo el mundo, las personas con discapacidad se están empoderando y trabajando para promover su pleno derecho a la inclusión, desde las oportunidades profesionales y el acceso a la salud sexual y reproductiva hasta la autonomía corporal y los derechos humanos fundamentales.

Es algo de lo que sabe mucho Lauren Anders Brown, directora de documentales y fotógrafa cuyo trabajo la ha llevado a más de 40 países y que también vive con una discapacidad. Algunas de las mujeres con las que habló le contaron que durante la pandemia no pudieron acudir a citas médicas solas porque, por ejemplo, no podían leer los labios a través de las mascarillas. 

Anita Cornelia Sánchez, ecuatoriana de 39 años, explica: «Ni siquiera los profesionales sanitarios conocen la lengua de señas... Ahora que mi familia me acompaña para interpretar, se me hace difícil hablar con un médico. Puedo comunicarme a través de mensajes escritos en papel, pero los resultados de cualquier prueba se los dan a mis padres, como si yo no fuera tomada en cuenta: mi autonomía acaba siendo inexistente».

Un día, mientras trabajaba con su amiga Charmaine, que tiene una discapacidad auditiva, Anders Brown se dio cuenta de que una aplicación que estaba utilizando para realizar transcripciones también podría ayudar a Charmaine a seguir las conversaciones de sus compañeros durante las reuniones. Juntas idearon una estrategia para ayudar a las personas a facilitar su participación sin necesidad de intérprete ni de, siquiera, lectura de labios: fue una revolución para las visitas médicas, que es preferible que mantengan la confidencialidad. 

El suyo es solo un ejemplo de cómo incluir a las personas con discapacidad en la innovación para la accesibilidad es una parte esencial del proceso, una parte «que debe tenerse en cuenta en la fase de planificación y ejecución, no como una ocurrencia a posteriori», como explica la Sra. Berger.

La igualdad requiere accesibilidad

La autonomía corporal significa ser capaz de decidir sobre la propia vida y futuro, y disponer de la información, los servicios y las oportunidades para hacerlo sin sufrir discriminación, coacción ni violencia. Consiste en el poder de tomar decisiones fundamentales como si se desea mantener relaciones sexuales, utilizar métodos anticonceptivos o buscar atención sanitaria.

Estos derechos se niegan con demasiada frecuencia a las personas con discapacidad, ya sea por normas sociales perjudiciales o por la falta absoluta e inaceptable de acceso a una atención sanitaria de calidad y confidencial.

La Dra. Kanem subrayó en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad sobre la importancia de innovar para la inclusión: «Este es tan solo uno de los muchos pasos hacia el mundo que queremos, uno que sea válido para los 8 mil millones de personas. Eso no es posible si se deja atrás a los más de mil millones de personas con discapacidad. En este día, volvamos a comprometernos con un mundo en el que todas las personas estén incluidas y tengan las mismas oportunidades de prosperar. Hagamos todo lo posible por defender y respetar los derechos, las opciones y la dignidad de todas las personas».

La exposición Wanted: A World for One Billion (Se busca: un mundo para mil millones) tendrá lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York del 2 de diciembre de 2022 al 5 de enero de 2023, en asociación con Photoville.

Las obras celebran la riqueza de las vidas de las personas con discapacidad y la capacidad de actuación y la fortaleza con la que llevan sus vidas; asimismo, son testimonio de su activismo y sus voces frente al capacitismo, el sexismo, el racismo y otras formas de discriminación, expresadas a través de su arte.

Artwork on a wall.
«Hold on» es una fotografía de Aurora Berger, artista cuya obra figura en la exposición Wanted: A World for One Billion (Se busca: un mundo para mil millones), que tendrá lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York del 2 de diciembre de 2022 al 5 de enero de 2023. © Obra de Aurora Berger

 

Utilizamos cookies y otros identificadores para mejorar su experiencia en línea. Al utilizar nuestro sitio web usted acepta esta práctica, consulte nuestra política de cookies.

X