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Para muchas mujeres en Ucrania, escapar del conflicto no significa escapar de la violencia

Los equipos móviles del UNFPA han llegado a miles de sobrevivientes de la violencia de género en Ucrania. © UNFPA/Maks Levin
  • 07 Junio 2017

IZIUM, Ucrania – El mundo comenzó a derrumbarse para Mariana* cuando se vio obligada a huir de los combates en la región de Donetsk, en 2016. Ella y su padre acamparon en las puertas de los centros de servicios sociales hasta que lograron encontrar refugio. Poco después, a su padre se le diagnosticó una infección grave de tuberculosis.

“Fue enviado a una clínica de tuberculosis”, relató la psicóloga Olga Shapoval. “Mariana se fue con su padre".

La Sra. Shapoval trabaja en un equipo móvil del UNFPA ofreciendo asesoramiento y apoyo a sobrevivientes de la violencia de género en Ucrania. Muchas de sus pacientes son, como Mariana, personas desplazadas por el conflicto.

Incluso después de escapar del frente de batalla, estas mujeres y niñas pueden ser extraordinariamente vulnerables a la explotación y a la violencia. Esta fue la situación en la que Marina se encontró.

Vivir en la clínica, constantemente expuesta a la tuberculosis, le resultaba difícil, así que regresó con su novio, que es un hombre mayor.

Madre joven que recibió asistencia de un equipo móvil del UNFPA en Sloviansk. © UNFPA/Maks Levin

“Cuando se mudó con su pareja, apenas tenía 16 años. Un año más tarde quedó embarazada y, a los 17, fue víctima de varios tipos de violencia a la vez”, indicó la Sra. Shapoval, que asesoró a Marina y a quien esta le dio permiso para compartir este relato.

Lejos del frente de batalla, pero sin respiro del abuso

El novio de Mariana la golpeaba, abusaba sexualmente de ella y la amenazó con echarla a la calle si lo desobedecía.

Mariana, por su parte, tenía miedo de dejarlo, pues dependía de él para todo, desde los alimentos hasta sus necesidades de higiene.

Fuera de esa relación, su vida también se iba deshaciendo: había estado inscrita en la escuela, pero perdió su beca cuando el embarazo la obligó a tomar una licencia, ya que las autoridades la descubrieron cuando fue a recibir atención prenatal.

El centro de maternidad llamó al equipo móvil local del UNFPA para informar que una joven mujer desplazada estaba embarazada y absolutamente exhausta.

“Primero nos encontramos en el hospital de maternidad”, recordó la Sra. Shapoval. “Estaba sentada al lado de la ventana y miraba al horizonte. La niña de solo 17 años estaba acurrucada sobre su vientre prominente. En el último mes de embarazo, no sabía si regresar a casa” con su novio abusivo.

Las y los trabajadores sociales comenzaron inmediatamente a evaluar sus necesidades, no sólo como sobreviviente de violencia, sino también en su condición de menor de edad y de desplazada. El equipo móvil del UNFPA se les unió para proporcionar asesoramiento y otras formas de apoyo.

El camino hacia la recuperación

“Con calma, lentamente y sin presión, nos enteramos de casi todo lo que la niña había sufrido”, explicó la Sra. Shapoval. “En su caso, el apoyo jurídico desempeñó un papel importante. La ayudamos a obtener la condición de desplazada interna y a recibir documentos para la criatura”.

El equipo también ayudó a Mariana a inscribirse para recibir asistencia social y la conectó con una organización local que le proporcionó un apartamento y suministros para su bebé.

Hoy Mariana planea reanudar sus estudios mientras cuida al niño. También se ha prometido nunca más volver a depender de un hombre.

Se ha alcanzado a miles de personas

Entre fines de 2015 y comienzos de mayo de 2017, los equipos móviles del UNFPA alcanzaron a más de 16.000 sobrevivientes de violencia de género en Ucrania.

Dicha violencia incluyó la agresión sexual, la violencia física y el matrimonio forzado, así como la violencia económica y psicológica. La mayoría de estos abusos fueron perpetrados por personas conocidas por las sobrevivientes.

En el curso del año pasado, la asistencia humanitaria del UNFPA a las mujeres y adolescentes afectadas por los conflictos en Ucrania oriental ha recibido financiación de la Oficina de Población, Refugiados y Migración de los Estados Unidos y de fondos del Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido, el Organismo Alemán de Desarrollo GIZ y el ONUSIDA.

Las operaciones del equipo móvil se llevan a cabo en coordinación con la Fundación Health Right, socia del UNFPA en Ucrania.

– Olha Omelianchuk

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