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Los hombres de verdad respetan a las mujeres, plantea una escuela para maridos en Burkina Faso

La escuela de maridos y futuros esposos enseña a los hombres a empoderar a sus esposas por medio de cambios de comportamiento. Aquí, los hombres practican habilidades domésticas para aligerar la carga de sus esposas. © UNFPA/Ollivier Girard
  • 03 Octubre 2019

MAMBOUE, Burkina Faso - Waimbabie Gnoumou está aprendiendo a ser un mejor marido, dice su esposa, Martine. Esto así porque va a una escuela especial que enseña a los hombres exactamente eso. La escuela de maridos y futuros esposos de Mamboué, una aldea del oeste de Burkina Faso, rompe los estereotipos de género y muestra a los hombres el papel que deben desempeñar para poner fin a la violencia y empoderar a sus esposas e hijas.

"Desde que comenzó a ir a la escuela de maridos, nuestra relación ha mejorado considerablemente", afirma Martine.

Las escuelas de maridos no son nuevas. El UNFPA las ha apoyado desde 2008, comenzando en Níger. A través de estos programas, los facilitadores locales enseñan a los hombres en sus comunidades sobre las necesidades de salud y los derechos humanos de las mujeres y las niñas. Las lecciones se adaptan a las costumbres y la cultura de cada comunidad. 

Las lecciones son de amplio alcance (incluyen la importancia de la educación de las niñas, la necesidad de que las mujeres embarazadas reciban atención prenatal y servicios de parto seguro, y el derecho de las mujeres y las niñas a vivir libres de violencia) pero el objetivo es simple: ayudar a los hombres a comprender mejor los desafíos que enfrentan las mujeres en sus hogares y sus comunidades. 

Llegar a las comunidades con mayores necesidades

Estas lecciones son críticas en la región del Sahel, en África, que tiene una de las tasas más altas de muertes maternas evitables en el mundo, y algunos de los indicadores más bajos de empoderamiento de las niñas.

En Burkina Faso, el 52 % de las niñas está casada cuando cumple 18 años. Las niñas tienen menos probabilidades que los varones de estar matriculadas en la escuela, y cuando están casadas tienen menos probabilidades de usar un método anticonceptivo moderno. 

Las escuelas de maridos son parte de una iniciativa en toda la región del Sahel llamada proyecto de Empoderamiento de las Mujeres y Dividendo Demográfico (SWEDD), que busca elevar el estatus de las mujeres y las niñas, mejorar sus condiciones de salud, sus perspectivas de educación y sus ingresos potenciales en el futuro. El objetivo final es ayudar a la región a alcanzar un dividendo demográfico: un aumento en el desarrollo y el crecimiento económico como resultado del empoderamiento de las jóvenes generaciones para que realicen su potencial, a menudo a través de la educación, la planificación familiar y otras inversiones. 

"Los cambios de comportamiento de los hombres han tenido impactos positivos a nivel comunitario. El desafío del SWEDD es ahora pasar del cambio de comportamiento al cambio en las normas sociales", indicó Issa Sadou, un funcionado del programa género que trabaja con el UNFPA en Níger.


Los hombres aprenden a superar estereotipos y a poner fin a la violencia.
"Fue una oportunidad para efectuar un cambio en mi vida", reconoció el
Sr. Gnoumou.  © UNFPA/Ollivier Girard

El proyecto SWEDD es financiado por el Banco Mundial y ejecutado por los gobiernos de Benín, Burkina Faso, Chad, Côte d'Ivoire, Malí, Mauritania y Níger, con el apoyo técnico del UNFPA. 

Además de las escuelas de maridos, el proyecto ofrece formación profesional para las niñas, así como iniciativas para ayudar a las niñas a permanecer en la escuela, y a abogar por su propia salud y sus derechos.

Reavivar la chispa

Cada semana, la escuela de maridos de Mamboué reúne a unos 16 hombres para que aprendan sobre temas como la planificación familiar y la vida en el hogar. 

Dos facilitadores del proyecto trabajan con los hombres para ayudarlos a disipar estereotipos y mitos, como la creencia de que la planificación familiar moderna causa esterilidad.

El Sr. Gnoumou asiste regularmente a estos debates, y se enorgullece de haber cambiado su comportamiento.

"A menudo peleaba con mi esposa e incluso la golpeaba", reflexionó recientemente. "Cuando golpeas a alguien, eres consciente de que lo que has hecho no es correcto".


Se han abierto más de 1.640 escuelas de maridos en los países que ejecutan el programa SWEDD. © UNFPA/Ollivier Girard

Hoy en día, él ayuda mucho más en casa, afirma Martine. Sale a buscar agua y leña, y realiza otras tareas domésticas, y también tiene la esperanza de inspirar a otros hombres.

"Todo lo que aprendemos lo compartimos con los demás cuando regresamos a la aldea", afirmó el Sr. Gnoumou.

Quiso estar presente durante el nacimiento de su último hijo; esta es la primar vez que manifiesta ese deseo, observó Martine. 

"Antes había discordia en mi hogar", reconoció. "Ahora, no tenemos tantos problemas. Desde que asistió a esa formación, hemos reavivado la chispa".

Al día de hoy, se han abierto más de 1.640 escuelas de maridos en los países que ejecutan el programa SWEDD. 

Una versión de este artículo fue publicada originalmente en worldbank.org.

 

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