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Las parteras llevan la tecnología de ultrasonido portátil a comunidades remotas en Kenya

Una partera examina a una embarazada utilizando el aparato de ultrasonido portátil. © UNFPA Kenya
  • 15 Julio 2021

ISLA MFANGANO, Kenya – En sus cuatro años en el Centro de Salud de Sena, la partera Goretti Adhiambo ha visto demasiadas vidas perderse por complicaciones en el embarazo y el parto. “Prestamos todos los servicios básicos de salud materna en el centro de salud, incluida la atención prenatal, pero los casos complicados tienen que ser remitidos al hospital en tierra firme para recibir atención especializada”, explicó. 

Su centro de salud está ubicado en la remota isla Mfangano, en el condado de Homa Bay, en Kenya. Llegar a la ciudad de Mbita, en tierra firme, para recibir tratamiento requiere al menos un viaje de una hora en barco (dos horas si las aguas están agitadas). Durante una emergencia obstétrica, este retraso puede ser mortal.

En 2018, la Sra. Adhiambo trató a una joven con complicaciones de parto. La mujer fue remitida a tierra firme para recibir atención especializada, pero murió en el viaje a Mbita. “Apenas tenía 18 años, y perder una vida tan joven fue muy doloroso para mis colegas y para mí”, recordó la Sra. Adhiambo.

Hoy, la Sra. Adhiambo es la partera a cargo, y supervisa el cuidado de las embarazadas y los recién nacidos. Hoy cuanta con una nueva herramienta en su arsenal que puede ayudar a identificar las complicaciones mucho antes de que se conviertan en amenaza para la vida: un aparato de ultrasonido.

Poner herramientas en manos de parteras

Durante años, las embarazadas en la isla de Mfangano han tenido que viajar al continente no sólo para recibir atención obstétrica de emergencia, sino también para obtener servicios de diagnóstico tan simple como una ecografía obstétrica de detección. Estos instrumentos a menudo sólo están disponibles en centros de salud especializados ubicados en las principales ciudades y zonas urbanas. Por ese motivo las complicaciones del embarazo a menudo sólo se identifican tras gran esfuerzo y costo, demasiado tarde para el tratamiento, o no se identifican en absoluto.

Two midwives in face masks and white uniforms perform an ultrasound on a pregnant woman, who is also wearing a face mask.
Parteras practican el uso del aparato portátil de ultrasonido durante una formación realizada en el Hospital Oseri del condado de Kisii, Kenya. © UNFPA Kenya

No obstante, esto está empezando a cambiar.

A través de una asociación entre el UNFPA, la Universidad Internacional AMREF y la Fundación Phillips, se está poniendo a disposición de las parteras de centros de salud remotos de Kenya la tecnología de ecografía portátil y la debida capacitación para su uso.

La Sra. Adhiambo y colegas recientemente aprendieron a utilizar el aparato portátil, conocido como la sonda Lumify, con el apoyo de ecografistas experimentadas que las guiaron en lo relativo a habilidades tales como: confirmar si un embarazo es viable, visualizar y reconocer el número de fetos, identificar dónde está la placenta en el útero y detectar la posición del feto. Al poder detectar problemas, como la posición de las nalgas del feto o un embarazo múltiple, las parteras pueden ahora proporcionar mejores consejos, seguimiento y remisiones. 

“Cuando las parteras son competentes en la administración de exámenes de ecografía obstétrica básica en el punto de atención, se puede producir la detección temprana de las complicaciones del embarazo y la remisión oportuna a centros de salud de alto nivel”, explicó Priscilla Ngunju, coordinadora de proyectos de la Universidad Internacional AMREF. “Nuestra esperanza es que más madres puedan acceder al menos a un examen de detección obstétrica antes de las 24 semanas de gestación, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud”, agregó. 

Empoderadas para salvar vidas

Las parteras capacitadas también recibieron dispositivos de sonda Lumify para sus centros de salud, y debido a que el dispositivo es portátil, las parteras pueden llevarlo consigo cuando realizan visitas a domicilio y a la comunidad, ampliando de ese modo el alcance de estos servicios críticos.

Además de eliminar el costo de transporte a tierra firme, el programa ha reducido considerablemente el costo de las pruebas de ultrasonido. Las pruebas de ultrasonido en la clínica cuestan KES 500 (alrededor de USD 5), y pueden costar el doble o el triple del costo en los centros de salud especializados. 

La Sra. Adhiambo dice que está feliz de que las futuras madres a las que preste servicio en el Centro de Salud de Sena se libren de estas cargas.

“Aprendí mucho en la capacitación, incluido cómo interpretar una imagen ecográfica, localizar la placenta y detectar defectos congénitos graves”, dijo al UNFPA. “Ahora puedo usar mis habilidades para salvar la vida de una madre”. 

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