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Las organizaciones de base dirigidas por feministas traen ayuda crítica a las mujeres en medio de una pandemia

En Nepal se proporcionan servicios de inmunización. Imagen cortesía de WOREC.
  • 23 de septiembre de 2021

GHALETOLE, NEPAL – La pandemia de COVID-19 ha causado desgracias a millones de personas en todo el mundo. Y para muchas mujeres, como Rama Mahato*, de 21 años de edad, de Ghaletole en el sur de Nepal, vino con una pandemia de la sombra: una mayor incidencia de violencia de género.

La Sra. Mahato ya estaba enfrentando abusos antes de que se iniciara la pandemia. Sus suegros nunca habían estado satisfechos con la dote (dinero en efectivo y muebles) que sus padres les habían pagado antes de su matrimonio. La atormentaron e incluso abusaron de ella físicamente, pero no fue hasta que quedó embarazada que le dijo a su marido que ya estaba cansada. “La situación con nuestra familia no es buena”, admitió.

Su marido, quien es jornalero y el único sostén de la familia, estuvo de acuerdo en que debían hacer cambios significativos. Si podía ganar más dinero, pensaban, sus padres podrían dejar de acosar a la Sra. Mahato por la dote. Juntos, decidieron que tomarían un préstamo para viajar a Dubái y encontrar un trabajo de mayor pago. 

El momento fue poco propicio. Llegó a los Emiratos Árabes Unidos justo cuando se declaró de la pandemia, momento en que se congelaron muchos puestos de trabajo. Pasó nueve meses sin poder encontrar trabajo y sin poder regresar a Nepal. Mientras tanto, la Sra. Mahato dio a luz a su hijo. El bloqueo en Nepal significó que no podía encontrar trabajo para sí misma, lo que obligó a la familia a buscar donaciones de organizaciones locales y vecinos. En ocasiones, la Sra. Mahato iba puerta a puerta buscando trabajo.  

Luego encontró el Centro de Rehabilitación de Mujeres, también conocido como WOREC.

Alcanzar a mujeres y niñas afectadas por la pandemia

WOREC es una organización feminista no gubernamental que trabaja estrechamente con grupos y redes de base. Su trabajo en la región de Terai en Nepal, una zona muy afectada por la pandemia, ha resultado crítico, ya que la zona enfrentó la transmisión local de COVID-19, sufrió importantes impactos económicos del bloqueo y los cierres de fronteras, así como más denuncias de violencia de género y problemas de salud mental. 

El UNFPA y el Global Fund for Women proporcionaron conjuntamente apoyo y financiación a ocho grupos locales, entre ellos WOREC, lo que permitió a esos grupos diseñar intervenciones apropiadas a nivel local para apoyar a las mujeres y las niñas en la comunidad. Muchas de esas organizaciones proporcionaron equipo de protección personal, alimentos, servicios de salud, así como apoyo psicosocial y de salud mental.

WOREC utilizó estos recursos para proporcionar bienes esenciales, tales como ropa y alimentos nutritivos, a unas 20 mujeres embarazadas y lactantes en la comunidad. WOREC también operaba tres líneas directas para proporcionar asesoramiento telefónico, y prestó servicios de asesoramiento en persona en 15 distritos de Terai. También se difundió información sobre la salud, los derechos de las mujeres y las niñas que se enfrentan a la violencia de género y la prevención y mitigación de la COVID-19 en tres idiomas locales por radio, anuncios de servicios públicos y redes sociales

A woman looks at food being distributed.
Una mujer revisa la comida distribuida por WOREC. Imagen cortesía de WOREC.

"Durante la COVID-19, los servicios ofrecidos sobre el terreno por nuestros asociados, con el apoyo del UNFPA y otros organismos de desarrollo, para ayudar a sobrevivientes de la violencia de género son más vitales y cruciales que nunca", explicó Lubna Baqi, Representante del UNFPA en Nepal. 

Se necesita apoyo continuo

"Cuando me enteré del programa de socorro en mi municipio, me dirigí al lugar donde se estaba distribuyendo", relató la Sra. Mahato. Ella pudo recibir asesoramiento psicosocial de especialistas en WOREC. También recibió suministros de alimentos, un kit de higiene femenina que contenía toallas sanitarias, jabón, detergente y máscaras faciales. 

“Tan pronto como llegué a casa, fui directamente a la cocina para cocinar el arroz Estaba feliz de poder alimentar a mi hijo adecuadamente después de mucho tiempo, recordó.

Trágicamente, su marido murió en un accidente automovilístico poco después de regresar a Nepal y, poco después, sus padres desalojaron a la Sra. Mahato y a su hijo. 

Hoy en día viven en casa de sus padres, que son jornaleros y también luchan para subsistir. La Sra. Mahato trabaja en los huertos de las granjas cercanas para ayudar a mantener la familia. WOREC continúa proporcionándoles servicios regularmente a ella y su familia, 

pero se necesita mucho más para asegurar que las organizaciones locales y de base lideradas por mujeres estén bien apoyadas. Como actores sobre el terreno, tienen una visión de primera mano de las necesidades y son capaces de proporcionar soluciones ágiles, creativas y apropiadas a nivel local.

“El apoyo prestado por el UNFPA el Global Fund for Wome a WOREC ha sido crucial, pero para continuar este trabajo con múltiples beneficios sobre el terreno, las organizaciones locales necesitan más apoyo de organizaciones internacionales”, razonó Laxmi Aryal, coordinadora senior de programas y capacitación de WOREC. “La falta de financiación de las organizaciones locales está privando a las sobrevivientes de la violencia basada en el género y a quienes corren el riesgo de sufrirla de acceder al derecho a recibir el apoyo y los servicios que necesitan”.

La Sra. Baqi se hizo eco de esos sentimientos. “La clave del éxito es asegurar una fuerte colaboración entre los socios de la respuesta a la violencia basada en el género para que las sobrevivientes de la violencia basada en el género tengan opciones reales”. 

 

* Se ha cambiado el nombre por motivos de privacidad y protección

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