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La grave sequía da lugar a desnutrición y reduce los partos hospitalarios entre las embarazadas en el condado de Turkana, en Kenya

Trabajadores de la salud asisten a las madres embarazadas y lactantes durante una visita de extensión apoyada por el UNFPA en el subcondado de Loima. © UNFPA/Luis Tato
  • 27 Diciembre 2022

CONDADO DE TURKANA, Kenya – “Nunca en mi vida he visto una sequía tan grave como esta”, aseguró Akure Ewar, de 28 años, al UNFPA. Con siete meses de embarazo, se queja de que tiene hambre y a menudo se siente mareada durante el día. “Las estaciones secas han ido empeorando progresivamente en los últimos tres años, pero nuestros animales nos dieron leche y carne. Esta vez, todos han muerto y nos han dejado sin nada”. 

Kenya se encuentra en medio de la peor sequía de los últimos 40 años, después de cuatro temporadas de lluvias fallidas sucesivas. Más de 4,3 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, entre ellas 134.000 embarazadas o lactantes que se informa que están gravemente desnutridas y necesitan tratamiento. Obligadas a emigrar en busca de agua, alimentos y pastos, muchas no tienen acceso a centros sanitarios para recibir atención médica materna crítica.

“Antes de la sequía, nuestros centros de salud registraban un promedio de 411 partos en un mes, lo que indica una tasa de asistencia especializada en el parto del 70 por ciento”, explicó Maiyo Elphas, oficial de salud pública del subcondado de Loima. “En noviembre de 2022, el número se redujo a 100 nacimientos registrados, lo que representa una muy baja tasa del 24,6 por ciento”.

UNFPA is supporting the provision of life-saving sexual and reproductive health services in the drought-affected counties. © UNFPA/Luis Tato
El UNFPA está apoyando la prestación de servicios vitales de salud sexual y reproductiva en los condados afectados por la sequía. © UNFPA/Luis Tato

Las embarazadas se valen por sí mismas

“Toda mujer, rica o pobre, tiene un riesgo del 15 por ciento de complicaciones en el momento del parto, pero casi no se producen muertes maternas en las regiones desarrolladas”, afirma la Organización Mundial de la Salud al explicar la importancia de la asistencia especializada en el parto, mediante la cual el parto es asistido por un profesional de la salud capacitado, como un médico, una enfermera o una matrona.

La tasa de asistencia especializada en el parto ya era baja en Kenya, un país con una alta tasa de mortalidad materna de 342 por cada 100.000 nacidos vivos, pero la situación está empeorando dramáticamente para quienes se han visto afectados por la sequía. 

En la aldea de Lochorepetet, Losikiria Kuya, de 30 años, dice que a menudo tiene que pasar días sin comer. Losikiria es madre de tres hijos y actualmente está embarazada de su cuarta criatura, y cuenta al UNFPA que a menudo no puede caminar los 10 kilómetros hasta el centro de salud más cercano para sus chequeos prenatales. 

“Por lo general, cuando llega el momento de dar a luz, mi esposo me lleva al centro en una motocicleta, pero como él a menudo sale en busca de pasto, tengo que estar lista para valerme por mí misma si es necesario”, afirmó.

Brindar atención a las mujeres rurales

La crisis de la sequía no solo está afectando el acceso de las mujeres a la atención esencial de salud materna, sino que está causando una grave desnutrición entre las embarazadas, lo que aumenta los riesgos para ellas y sus futuros bebés. Además de afectar el desarrollo fetal, la desnutrición causa una serie de problemas para las embarazadas, tales como un mayor riesgo de sepsis y muerte

El UNFPA y sus asociados, incluidos la Cruz Roja de Kenya, el Comité Internacional de Rescate y los equipos de gestión de la salud de los condados, están proporcionando servicios vitales de salud sexual y reproductiva a través de esfuerzos de divulgación que acercan los servicios a quienes más los necesitan.  

“Durante la sequía, hemos estado llevando a cabo actividades de extensión relativas a la salud cada dos semanas, en las que ofrecemos servicios antenatales y postnatales, planificación familiar, nutrición e inmunización a la comunidad”, explicó al UNFPA Dedan Njagila, enfermera del Centro de Salud de Lobei.

Se estima que entre 15 y 20 embarazadas reciben atención en cada visita de extensión. Las y los voluntarios comunitarios de salud, la columna vertebral de los equipos de extensión, también tienen la tarea de realizar un seguimiento de las mujeres para garantizar que den a luz en un centro de salud bajo el cuidado de una personas especialista en atención al parto. 

Preocupaciones en el horizonte

La gravedad y duración excepcionales de la sequía está empeorando una situación ya de por sí grave en el condado de Turkana, que ya se estaba recuperando de los ataques de langostas y la pandemia de COVID-19. Las proyecciones indican la posibilidad de una sexta temporada de escasas lluvias consecutivas de marzo a mayo de 2023, poniendo aún a más mujeres y niñas en riesgo.  

El UNFPA está solicitando USD 113,7 millones para su Plan de respuesta para la crisis de la sequía en el Cuerno de África 2022-2023 a fin de responder a las crecientes necesidades de las mujeres y las niñas.

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