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La COVID-19 acentuó los retos en acción e inversión en higiene y salud menstrual en América Latina y el Caribe

Niñas y adolescentes indígenas estudiantes del Colegio Gran Ducado de Luxemburgo en Puerto Cabezas, Nicaragua participaron de una charla para fortalecer sus conocimientos sobre higiene menstrual. Así mismo, recibieron kits menstruales. © Diter Bonilla/UNFPA Nicaragua.
  • 28 de mayo de 2021

NACIONES UNIDAS, Panamá City – La pandemia de COVID-19 ha cambiado la vida de muchas personas en todo el mundo, incluida la forma en que las personas experimentan y piensan sobre la menstruación, América Latina y el Caribe no es una excepción. Las restricciones de movimiento, junto con el cierre de los centros de salud, afectaron el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluida la atención de trastornos relacionados con la menstruación, como la endometriosis o las migrañas. Las consecuencias económicas de la pandemia también han limitado el acceso a los suministros menstruales para muchas personas.

“A las mujeres les toca escoger entre comprar una libra de arroz o un paquete de toallas sanitarias femeninas", asegura Claudia Vidal, fundadora del colectivo palabraspoderosxs en Panamá. 

No tener acceso a agua, jabón y a productos como toallas sanitarias, tampones o copas durante el período menstrual merma la dignidad de cualquier persona. Este escenario es una imagen del término pobreza del período o pobreza menstrual. 

Las pérdidas de existencias y las interrupciones de la cadena de suministro siguen representando para muchas mujeres una pérdida en el acceso a toallas sanitarias, tampones y otros materiales relacionados con la menstruación. Las emergencias humanitarias también continúan afectando el acceso a estos productos esenciales. Los responsables de la toma de decisiones deben asegurarse de que estos artículos esenciales sigan estando disponibles.

"En los planes que se desarrollan para cuando hay emergencias nacionales, por desastres o cualquier otro tipo, las mujeres y sus necesidades deben ser tomadas en cuenta. Tener acceso a la higiene menstrual es un derecho y no debería ser obviado en el levantamiento de planes de emergencia", comentó Yuri Pitti de Ni Una Menos Chiriquí. Este colectivo canalizó donaciones para la respuesta humanitaria hacia Chiriquí, provincia de Panamá, durante 2020.

Fortaleciendo la educación en salud e higiene menstrual

Durante la pandemia de COVID-19, el UNFPA ha promovido conversatorios o charlas sobre salud reproductiva  a adolescentes, jóvenes y docentes, resaltando que la menstruación es un proceso natural y saludable, que ocurre en el cuerpo de las mujeres y las niñas, y que conlleva una serie de cambios físicos en el cuerpo.

Individuals wearing face masks prepare kits with essential supplies.
Yuri Pittí del Colectivo Ni Una Menos Chiriquí, uno de los socios de UNFPA en Panamá, entregó insumos menstruales en esta provincia durante 2020. ©UNFPA Panamá

“Aprendemos que debemos cuidar mucho nuestra higiene y más aún cuando tenemos la regla”, asegura Jeannie Cruz, de 12 años y estudiante del Colegio Gran Ducado de Luxemburgo en Puerto Cabezas, Nicaragua.

Por su parte, Lesbia Mena, docente de la Escuela Ignika Raya en el Barrio José Centeno, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte de Nicaragua, asegura sentirse agradecida por la oportunidad de compartir esta actividad con sus estudiantes. “Trajeron una charla bonita sobre higiene, de cómo cuidarse en el momento de la menstruación y aprender a cómo utilizar la toalla sanitaria, ellas tenían esta necesidad. Ahora las niñas  podrán utilizarlo de la mejor manera y tomar en cuenta las medidas de higiene”.

La atención de UNFPA a la escasez de productos menstruales

Como parte de la atención en la respuesta a la pandemia de COVID-19, UNFPA en la región de América Latina y el Caribe hizo entrega de más de 150 mil kits de emergencia durante 2020. Estos kits incluían insumos de higiene personal, entre ellos productos menstruales que contienen toallas sanitarias desechables y reutilizables, ropa interior, jabón y artículos relacionados. Muchos de ellos fueron entregados en comunidades vulnerables, albergues y centros de cuarentena.

“Nosotras necesitamos mantenernos limpias, cuidar de nuestra higiene. Sobre todo en nuestros pueblos donde hay muchas mujeres vulnerables”, comenta Emilie Echare de Guanarito, Venezuela. 

El UNFPA apoya los derechos sexuales y reproductivos de todas y todos. Menstruar sin que una persona deba dejar de realizar actividades, sin sentir miedo o vergüenza y sin ser tratada como inferior o expuesta a más vulnerabilidades no debería verse como algo controversial. Vivir con dignidad incluso durante la menstruación es un derecho humano.

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