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Líderes piden al mundo poner fin al flagelo de la violencia de género

Sudán del Sur y la República Democrática del Congo han sufrido violencia sexual y de género particularmente generalizada, tanto durante como después de los conflictos. © UNFPA RDC
  • 26 de septiembre de 2019

JUBA/KINSHASA/NUEVA YORK – Betty* es una sobreviviente. La adolescente de Sudán del Sur se ha sobrepuesto a un terrible acto de violencia y ha recobrado su vida, pero su heroico acto de recuperación nunca debió haber sido necesario, destacaron dirigentes en las Naciones Unidas el martes en un debate de panel sobre la violencia basada en el género.

Betty tenía 16 años cuando cuatro hombres armados y en uniforme irrumpieron en su casa y la violaron en grupo. 

"Estaba inconsciente cuando la encontraron sus padres", relató la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, en el debate de panel, que tuvo lugar en el marco de la 74ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.  

Los padres de Betty la llevaron a un centro que ofrece servicios integrales para sobrevivientes de la violencia basada en el género. Allí recibió atención médica y asesoramiento, y pudo permanecer en una casa segura para niños sobrevivientes. 

Betty tiene hoy 17 años y ha reanudado las clases.

"Todavía sigue recibiendo periódicamente el tipo de apoyo psicosocial que le permite volver a la escuela", recalcó la Dra. Kanem. "Y les aseguro, como médica y como ser humano, que este tipo de apoyo salva vidas".

Pero los servicios de apoyo no son suficiente, subrayó.


El mundo necesita compromisos para poner fin a la violencia basada en el
género", declaró la Dra. Kanem, señalando que la cuestión será un
importante foco de atención en la próxima Cumbre de Nairobi sobre la
CIPD25, en noviembre. © UNFPA/Usenabasi Esiet

"Hay que hacer mucho más desde el punto de vista de la prevención para impedir que ocurran este tipo de cosas".

La escalada de abusos

"La violencia contra las mujeres es un problema persistente que ocurre en todas las culturas y grupos", afirmó Nunu Kumba, ministra de Cuestiones de Género, de la Infancia y de Bienestar Social de Sudán del Sur, ante los y las dirigentes que se dieron cita en el evento en la Sede de las Naciones Unidas.

Pero la vulnerabilidad de las mujeres aumenta en tiempos de crisis.

Sudán del Sur y la República Democrática del Congo —dos de los coorganizadores del evento— han sufrido violencia sexual y de género particularmente generalizada, tanto durante como después de los conflictos. 

Erradicar este tipo de violencia exige una gran variedad de esfuerzos, reflexionó la ministra Kumba. "Atención integral, salud y servicios de apoyo psicosocial" son elementos esenciales de tal proceso.

Los países también deben velar por la justicia. "Hemos empezado a crear tribunales especiales de la violencia basada en el género y hemos integrado a los militares en procura de asegurar que su personal sea debidamente juzgado", agregó.

Los centros de protección a la familia, como aquel al que Betty acudió, están ayudando a conectar a sobrevivientes con todos estos servicios. Estos centros son apoyados por el Programa conjunto sobre la violencia basada en el género, una colaboración entre el UNFPA, el Gobierno de Sudán del Sur y el equipo de las Naciones Unidas en el país, y llevan la gama completa de cuidados a los sobrevivientes de forma gratuita. 

El primer centro de este tipo abrió sus puertas en Juba, en noviembre de 2017, y desde entonces se han inaugurado cinco más en Rumbek, Malualkon, Wau, Torit y Bor. Se prevé la apertura de tres más en el plazo de un año.

También se ofrecen servicios y remisiones a través de espacios especializados en la atención de las mujeres ubicados en campamentos de protección civil. "Las mujeres también se reúnen aquí para hablar de sus retos del día a día. Comparten historias personales y aprenden unas de otras", explicó Nyanger Dak al UNFPA a principios de este año en un espacio especializado en la atención de mujeres en el campo de protección de Bentiu. 

Los derechos humanos como punto de partida

Debemos también "reducir la tolerancia a la violencia basada en el género a través de la promoción del diálogo comunitario", manifestó la ministra Kumba. 

Estos diálogos suelen comenzar con la concienciación en torno a los derechos humanos.

"Anteriormente no sabíamos sobre el derecho a una vida libre de violencia", aseguró una miembro de la comunidad al UNFPA en la República Democrática del Congo. "La violencia doméstica se consideraba una demostración de una fuerte masculinidad".

Los debates comunitarios, muchos de los cuales son apoyados por el UNFPA, están marcando la diferencia, reconoció la miembro de la comunidad. "Antes de esta sensibilización, cuando los vecinos veían casos de violencia doméstica, no hacían nada. Después, muchos miembros de la comunidad, incluso hombres, informaban cuando veían casos de violencia doméstica".

El UNFPA también está formando funcionarios de la salud, jurídicos, de asesoramiento, de servicios sociales y de policía para que brinden cuidado sensible a sobrevivientes de la violencia, y los remitan a servicios integrales. 

"La formación es muy beneficiosa para nuestro personal", indicó un trabajador sanitario. "Nos gustaría pedir capacitaciones para todo el personal de salud en la región, para lo que todos en el sector de la salud estén preparados para responder a la violencia basada en el género".

Se ha llegado a miles de personas


El UNFPA trabaja con socios para capacitar trabajadores de salud, trabajadores sociales, policías y otros  funcionarios a fin de que proporcionen atención integral y sensible a sobrevivientes. © UNFPA Sudán del Sur

Los centros de protección de la familia en Sudán del Sur han llegado hasta ahora a más de 1.500 sobrevivientes de la violencia sexual y de género. Estos centros cuentan con apoyo de Canadá, Noruega, Suecia, Suiza y la Unión Europea; los servicios de salud reproductiva y las remisiones correspondientes que se prestan en los campamentos de protección tienen el apoyo de Japón. 

En la República Democrática del Congo, unas 30.000 personas han recibido información sobre la violencia basada en el género a través de sesiones de sensibilización, espacios seguros y servicios de salud, y se han creado cinco espacios seguros en zonas con alta necesidad. Estos proyectos son apoyados por el Gobierno de Japón. 
 
El debate de panel del martes también contó con el apoyo del Gobierno de Canadá, la UE, el UNFPA, el PNUD y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas. 

"En cada rincón en que trabajemos, este es el compromiso que debemos hacer: entrar con fuerza", instó la Dra. Kanem en la conclusión de su discurso, "y poner fin a este flagelo de una vez por todas".

*Se ha cambiado el nombre para fines de protección y privacidad

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