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Equipos sanitarios móviles llevan atención vital frágiles comunidades afganas

Une sage-femme procède à une consultation prénatale, à l’occasion d’une visite de l’équipe médicale mobile dans la province de Nangarhar. © UNFPA Afghanistan
  • 27 Agosto 2019

NANGARHAR, Afganistán - Raihana Bibi tiene 30 años y cuatro hijos, un varón y tres niñas. Su familia regresó a Afganistán desde Pakistán y se asentó en la provincia de Nangarhar, hace aproximadamente dos años. Estaban entre los más de 600.000 repatriados que ese año hicieron el viaje de vuelta a su patria desde Pakistán e Irán.

La afluencia masiva de personas desbordó el sistema de salud, han reportado las organizaciones de salud, y las dificultades económicas han hecho aún más precario el acceso a la atención esencial.

A un año de su regreso, la cuestión se tornó urgente: Raihana descubrió que estaba embarazada.


Un equipo sanitario móvil proporciona servicios para mujeres y niños
desplazados en Nangarhar, Afganistán. © UNFPA Afganistán

"Estábamos muy preocupados porque no teníamos suficiente dinero para cuidar de mi salud", explicó, 

pero entonces recibieron buenas noticias: "Un día, mi marido volvió a casa feliz. Había oído hablar de un equipo sanitario móvil que viene a nuestra zona una vez cada 15 días, e insistió en que me encontrará con la partera del equipo".

Servicios de salud para retornados vulnerables

El UNFPA está trabajando para ampliar el acceso a salud reproductiva vital entre las poblaciones vulnerables de retornados a Afganistán. La organización está suministrando servicios de salud en varios puntos de entrada fronterizos, incluida la frontera de Torkham en Nangarhar y el punto fronterizo Kandahar-Spin Boldak. 

Además, el UNFPA apoya nueve equipos sanitarios móviles que están sirviendo a desplazados internos, repatriados y comunidades de acogida en siete provincias de Afganistán. Estos equipos móviles ofrecen una amplia gama de servicios que incluye la salud reproductiva, la prevención y respuesta a la violencia de género y servicios psicosociales.


Una mujer vacuna a su hijo durante la visita de un equipo sanitario móvil. 
© UNFPA Afganistán

Para Raihana, este cuidado marcó toda la diferencia. 

"Fui a ver a la partera el día que el equipo sanitario móvil visitó nuestra zona. Me examinó y me dijo que tenía cinco meses de embarazo. También me dio unas pastillas para la prevención de la anemia y un kit que contenía algunos artículos para el parto. Me recomendó que fuera a una clínica para el parto", recordó.

A partir de entonces, Raihana se reunió mensualmente con la partera durante su embarazo.

"No había ningún vehículo en nuestra aldea para llevarnos a la clínica más cercana cuando entré en labor de parto, de modo que llamamos a la partera para pedirle ayuda. Afortunadamente, ella me dijo que había un equipo trabajando en la aldea de Siasang, en el distrito cercano de Surkhrod. Unos 40 minutos más tarde, el equipo sanitario móvil llegó y nos llevó a la clínica del municipio de Shaikh Misri. Di a luz una niña sana dos horas después".

Tres días después del parto, cuando le diagnosticaron ictericia a la bebé, Raihana se comunicó nuevamente con una partera. Le aconsejaron que continuara la lactancia, y su hija fue tratada durante la próxima visita del equipo móvil de salud. 

Regar la voz


Familias desplazadas se reúnen para los servicios de salud en la
provincia de Kunar. © UNFPA Afganistán

Las crisis humanitarias han afectado muchas partes del país. Durante el primer semestre de 2019, los combates entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados en la provincia de Kunar provocaron el desplazamiento de alrededor de 1.000 personas. Asimismo, la sequía en la provincia de Herat dejó más de 200.000 personas desplazadas y en situación de grave necesidad de servicios sanitarios.

El FNUAP ha llegado a más de 120.000 personas afectadas por las crisis, con cuidado de la salud hasta la fecha en 2019, incluidas personas en Kabul, Nangarhar y Laghman en el este, en Kunar en el noreste, en Kunduz y Baghlan, en el norte, y en Nimruz en el suroeste del país. La organización también está apoyando a las parteras que trabajan con 10 equipos sanitarios móviles administrados por la Media Luna Roja Afgana. 

En cuanto a Raihana, ella está decidida a ayudar a demás a tener acceso a estos servicios esenciales. 

"La familia de mi primo era una de las muchas familias desplazadas que llegaron a nuestra aldea huyendo del conflicto del distrito de Khogiani, en la provincia de Nangarhar. Su esposa se enfermó. Tenía fiebre, dolor corporal y estaba vomitando.  No tenían dinero suficiente para llevarla al hospital", recordó.

"La llevé al equipo sanitario móvil y la trataron por malaria".

 

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