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Entre los escombros en Beirut, las necesidades sanitarias y psicosociales son primordiales

La explosión inicial y las ondas de choque subsiguientes devastaron grandes partes de Beirut. © Foto ONU/Pasqual Gorriz
  • 13 Agosto 2020

BEIRUT, el Líbano/NACIONES UNIDAS, Nueva York – Un trabajador humanitario enmascarado ayuda a una mujer herida que cojea a abandonar una clínica móvil de primeros auxilios. Hiba Kchour, otra cooperante, transporta suministros de higiene mientras pasa al lado de los escombros de lo que una vez fue un vehículo. Otros se mueven entre los escombros mientras entregan cajas de equipo de protección personal (EPP) a los trabajadores del Ministerio de Salud

Estas fueron algunas de las primeras escenas visibles tras la terrible explosión del 4 de agosto, que consumió grandes extensiones de la capital del Líbano, matando a más de 170 personas y dejando a miles heridas. Todavía hay decenas de personas desaparecidas.

UNFPA staff members carry boxes of PPE over rubble.
Transporte de cajas con equipo de protección personal por entre los escombros. © UNFPA El Líbano

La explosión del nitrato de amonio y las ondas de choque posteriores causaron devastación en todo Beirut. Decenas de críticas instalaciones médicas y sanitarias fueron dañadas o quedaron destruidas.

El UNFPA está prestando asistencia médica sobre el terreno, distribuyendo suministros de higiene y prestando apoyo crucial en las zonas afectadas, que incluye priorizar las necesidades de salud reproductiva de las mujeres.

"Nadie ha prestado atención a las necesidades básicas de las mujeres", se quejó la Sra. Kchour, trabajadora social de la Asociación Amel, que visitó mujeres puerta a puerta para prestar asistencia.

"Después de la explosión, lo perdieron todo, incluso la capacidad de comprar toallas sanitarias".

Cientos de miles de personas necesitadas de ayuda

El UNFPA está trabajando con organizaciones asociadas —entre ellas la Asociación Akkarouna, la Asociación Amel, la Asociación al Makassed, Lecorvaw, Acted, Lemsic, la Asociación al Mithaq e INTERSOS— para intensificar sus actividades sobre el terreno.

El UNFPA busca cubrir las necesidades de unas 81.000 mujeres en edad reproductiva, que se encuentran entre las 300.000 desplazadas debido a la catástrofe. Se estima que en los próximos meses 3.900 mujeres que están ahora embarazadas necesitarán servicios de atención prenatal, obstétrica y neonatal.

Sus necesidades sanitarias corren grave riesgo.

Hiba Kchour carries bags of hygiene supplies past a crushed yellow car.
Hiba Kchour lleva suministros de higiene a comunidades afectadas por las explosiones. © UNFPA El Líbano

El almacén central de medicamentos de la Red de Atención de Salud Primaria sufrió graves daños, al igual que más de 80 centros de atención de salud primaria, según los asociados. Las evaluaciones preliminares muestran que unos 15 hospitales han sido considerablemente afectados, y al menos tres son inoperables parcial o totalmente.

La crisis se suma a la actual pandemia de COVID-19, que ya había infectado a miles de personas en el Líbano. Inmediatamente después de la explosión, las necesidades de respuesta a los desastres condenaron a un segundo plano las medidas de protección, como el distanciamiento social. En consecuencia, se espera que aumenten los casos de COVID-19; ya el 11 de agosto se produjo un aumento récord de 309 casos. Ahora bien, el éxodo masivo de personas a pequeñas zonas abarrotadas podría exacerbar aún más la propagación del virus.

También existe una marcada necesidad de apoyo psicosocial.

"Las necesidades de salud mental después de un desastre de este tipo son inmensas, y las ramificaciones se percibirán durante meses por venir, posiblemente durante años, y esto en todos los grupos de edad”, señaló la Dra. Brigitte Khoury, Directora del Centro Regional Árabe para la Investigación y Capacitación en Salud Mental de la Universidad Americana de Beirut.

La Dra. Khoury está trabajando con el UNFPA para integrar los primeros auxilios psicológicos en los servicios y programas de salud reproductiva que se ofrecen a las sobrevivientes de la violencia de género. "Estaremos listas para proporcionar servicios especializados más avanzados cuando y donde sea necesario", aseguró.

A with a mask hands a crutch to another woman who is limping from the stairs of a mobile clinic.
Una clínica móvil de primeros auxilios atiende a los heridos y a los que necesitan servicios de salud. © UNFPA El Líbano

El UNFPA sobre el terreno

Trabajando a través de sus asociados, el UNFPA está distribuyendo más de 10.000 kits de higiene femenina, que contienen toallas sanitarias, jabón y toallas, entre otros artículos, en los barrios de Karantina, al Khanda2 al Ghami’, Mar Mikhael y Geitawi, devastados por las explosiones.

Los asociados del UNFPA también están ampliando los servicios de salud reproductiva, incluida la contratación de parteras y otro personal para visitas puerta a puerta, atención sanitaria y demás apoyo esencial. También se han entregado al Ministerio de Salud miles de cajas de mascarillas quirúrgicas, escudos faciales, guantes, batas médicas y otros suministros.

El UNFPA también está dando prioridad a los servicios dirigidos a prevenir la violencia basada en el género y prestar apoyo a las sobrevivientes. La vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a la violencia ya había aumentado debido a las restricciones de la COVID-19. Los desplazamientos relacionados con las explosiones, la interrupción de los servicios, las dificultades económicas y el aumento de las tensiones podrían hacer que aumente el riesgo de violencia y explotación.

A woman in a blast-affected neighbourhood receives a dignity kit containing hygiene supplies.
Una trabajadora humanitaria distribuye kits de higiene femenina a las familias afectadas por la explosión. © UNFPA El Líbano

El UNFPA ha formulado un llamamiento por 19,65 millones para apoyar estas medidas de salvamento en los próximos meses.

"Todas las mujeres de las zonas afectadas han sufrido mucho como resultado de la trágica explosión, sea en forma de daño material, pérdida de un familiar o vecino querido, o bien producto de una sensación de inseguridad o falta de protección, por hablar solo de unas pocas carencias”, explicó Asma Kurdahi, Jefa de la Oficina del UNFPA en el Líbano.

“Se deben cubrir sus necesidades básicas —incluidas las de toallas sanitarias— para permitirles mantener un mínimo de dignidad”.

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