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El decenio de conflicto en Siria tiene un costo enorme para las mujeres y las niñas

La crisis siria ha alcanzado un trágico aniversario: 10 años de conflicto incesante. © UNFPA Siria
  • 15 de marzo de 2021

DAMASCO, Siria – En esta semana se marca un sombrío aniversario en Siria: 10 años desde el inicio del conflicto en el país. Hoy, tras una década de catástrofe, alrededor de la mitad de la población del país ha sido desarraigada, y hay unos 12 millones de personas en desplazamiento interno o viviendo como refugiadas. Además de la persistente inseguridad, los sirios también están sufriendo la pandemia de COVID-19 junto con el empeoramiento de las condiciones económicas, que están cobrando un precio desproporcionado entre las mujeres y las niñas de toda la región.

"En el caso de muchas niñas y mujeres jóvenes como yo, esto es lo único que hemos conocido", admitió Samia* al UNFPA hace año y medio. Ella tenía 17 años en ese momento, y había vivido durante varios años como refugiada después de huir de la violencia en su ciudad natal de Qamishli. Desde entonces, ha sobrevivido al matrimonio infantil, intentos de agresión sexual y violencia familiar repetida, incluso a manos de su propio hermano.

Este tipo de violencia y trauma es demasiado común entre las mujeres y las niñas sirias, tanto las que todavía viven en su país de origen como las que se han exiliado en campamentos y comunidades de refugiados.

Medical workers perform an ultrasound on a woman in a UNFPA-supported clinic.
De las personas necesitadas de asistencia humanitaria, cerca de medio millón están embarazadas y requieren servicios de salud sexual y reproductiva de calidad. © UNFPA Siria 

"La violencia ocurre en todas partes y definitivamente se ha agravado", explicó Lamia*, una adolescente de Ghouta Oriental. Los datos del programa del UNFPA muestran que el riesgo de violencia por motivos de género ha aumentado considerablemente en los últimos años, tendencia corroborada por los informes de otras organizaciones humanitarias. Muchas personas dicen temer que esta violencia se haya normalizado.

Una nueva realidad para las mujeres y las niñas

En el último decenio, la inseguridad, el miedo y las intensas presiones económicas han aumentado considerablemente la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas, y han aumentado la incidencia de prácticas como el matrimonio infantil.

Mariam*, de dieciséis años, de Alepo, declaró al UNFPA que, para las niñas de su edad, "la vida se convirtió rápidamente en una prisión al aire libre después de la guerra. De repente nos dijeron que no saliéramos de nuestras casas porque podíamos ser acosadas, violadas o secuestradas. Me han dicho que casarme es la única ruta hacia la verdadera seguridad, pero no quiero casarme. Simplemente no estoy lista".

El acceso a la escuela y a la atención sanitaria (que antes se daba por sentado) ya no está garantizado. Entre las personas que necesitan asistencia en toda la región, cerca de medio millón están embarazadas, lo que requiere acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad.

La pandemia de COVID-19 ha agravado estos desafíos, con restricciones de movimiento que mantienen a algunas mujeres en casa con sus abusadores, mientras las crecientes presiones económicas aumentan las tensiones en el hogar.

Una nueva generación mira hacia el futuro

El UNFPA y sus asociados mantienen el compromiso de prestar servicios para salvar vidas a mujeres y niñas en Siria y en campamentos y comunidades de acogida en toda la región. Sólo en 2020, el UNFPA proporcionó servicios de salud sexual y reproductiva a casi 2 millones de personas, al tiempo que alcanzó a casi 1,2 millones de personas a través de programas para prevenir y responder a la violencia de género.

A woman in a face mask speaks with another woman at an outdoor bench.
La pandemia de COVID-19 sólo ha agravado las preocupaciones de las mujeres y las niñas. © UNFPA Siria

En toda la región, el UNFPA presta apoyo a 112 espacios seguros para mujeres y niñas, 17 centros juveniles, 33 centros de atención obstétrica de emergencia, 133 centros de atención primaria de la salud y 125 clínicas móviles. En los últimos cinco años, el UNFPA ha podido ampliar sus servicios y ha duplicado el número de personas a las que se ha llegado, pero estos esfuerzos continuos requieren el apoyo de la comunidad internacional. El UNFPA está mejorando su respuesta regional en 2021 para hacer frente a los desafíos, incluido el empeoramiento de la situación económica y la pandemia mediante, por ejemplo, programas piloto de asistencia en efectivo y vales. El UNFPA también seguirá adaptando programas para hacerlos más accesibles a una gama más amplia de grupos, incluidas las adolescentes, las personas con discapacidad y la comunidad LGBTQIA+.

En medio de la crisis actual, el pueblo de Siria no ha perdido la esperanza. Las y los jóvenes de los centros y programas del UNFPA demuestran una resistencia notable, y muchos están poniéndose a la altura de los desafíos que enfrentan para convertirse en artistas, activistas y personas innovadoras e influyentes en sus comunidades.

"Como todas las niñas en Siria, vivo una infancia difícil", relató Bana, de 12 años, en el noroeste de Siria, pero ella, como tantas jóvenes sirias, se atreve a soñar con un futuro mejor: "Me gusta aprender a convertir el mío en un futuro brillante", manifestó. “Espero que esta guerra termine pronto para poder volver de manera segura con mi familia a nuestra casa... Estoy convencida de que ese es el sueño de todas las niñas en este lugar”.

*Se han cambiado nombres y lugares para fines de protección

 
 

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