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Ciclones y nacimientos seguros, las parteras siguen presentes y activas en Madagascar

La partera Marie Nancy Christiane sostiene a Noelia, una recién nacida, después de ayudar a traerla al mundo en una tienda campaña de maternidad de emergencia del UNFPA en Mananjary, en la región de Vatovavy, en el sudeste de Madagascar. © UNFPA/Tsiry Fy-Tia Solofomihanta
  • 08 Junio 2022

MANANJARY, Madagascar – “Estoy muy orgullosa y feliz de haber ayudado a esta joven a dar a luz de manera segura el día de hoy,” manifestó Marie Nancy Christiane, mientras miraba a la nueva madre y su hija después de asistir en el parto el 5 de mayo, Día Internacional de la Partera.

La Sra. Christiane ayudó a Noelinirina Samoeline, de 17 años, a dar a luz a Noelia dentro de una tienda de campaña de maternidad de emergencia del UNFPA establecida en Mananjary, en la región de Vatovavy, al sudeste de Madagascar. La tienda de campaña funciona como sala de maternidad temporal del hospital regional de remisiones, después que el edificio principal quedara destruido, junto con miles de hogares y centros de salud, durante los ciclones Batsirai y Emnati, que asolaron la zona a principios de este año.

Muchas comunidades remotas tienen acceso limitado o nulo a servicios de salud, y Madagascar actualmente tiene apenas una partera calificada por cada 7.000 personas, una escasez que está poniendo en peligro el bienestar de las nuevas madres y las madres en espera. Menos de la mitad de todos los partos son atendidos por personal de salud calificado, y alrededor del 60 % de todos los nacimientos tienen lugar en el hogar.

Como parte de su labor, la Sra. Christiane asesora a mujeres y a trabajadoras y trabajadores comunitarios sobre la importancia de dar a luz en centros sanitarios adecuadamente equipados, y su trabajo ha venido rindiendo frutos: el porcentaje de partos atendidos por personal médico calificado se ha casi duplicado en la región de Vatovavy desde 2018, al pasar de poco más del 20 % a cerca del 38 % de todos los nacimientos en 2021.

"Más y más mujeres están procurando asistencia médica ante la primera señal de trabajo de parto", afirmó, y resaltó a seguidas que "esta tienda está tan bien equipada que parece una sala de maternidad real. Ayudamos a traer al mundo a bebés en condiciones muy higiénicas, al tiempo que garantizamos que las embarazadas reciban tratamiento digno y la atención de calidad que necesitan".

Salvando vidas en su comunidad 

La sala de maternidad temporal de Mananjary se abrió en febrero de 2022, y en sus primeros tres meses de funcionamiento se realizaron 58 partos en condiciones de seguridad gracias a las aptitudes de las parteras y del personal de enfermería.

Una nueva madre sonríe mientras recibe apoyo médico.
La Sra. Christiane ayuda a Noelinirina Samoeline con atención postnatal y consejos anticonceptivos. © UNFPA/Tsiry Fy-Tia Solofomihanta

La Sra. Christiane afirmó sentirse profesional y personalmente responsable por las mujeres y niñas de su comunidad. "La Sra. Samoeline todavía es muy joven y esta es su primera hija, así que le sugerimos a esa pareja que practicara la anticoncepción posparto", añadió. 

La función de una partera va mucho más allá del momento del parto, e incluye la atención pre y posparto en sí, el asesoramiento en materia de planificación familiar (lo cual incluye a las adolescentes) a fin de prevenir la mutilación genital femenina y apoyar a las sobrevivientes de violencia de género. La anticoncepción y la información sobre salud sexual y reproductiva son mucho más difíciles de encontrar en entornos de crisis tales como los correspondientes a desastres y fenómenos climáticos, y también se ha demostrado que en los entornos humanitarios aumenta la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia de género.

El objetivo de acceso universal a la salud reproductiva 

La Sra. Christiane, que ahora dirige un equipo de parteras, fue contratada en el marco de un proyecto del UNFPA que en 2021 prestó apoyo al Gobierno en la capacitación de más de 90 parteras. Este es sólo uno de los muchos programas de capacitación en partería en curso, los cuales son críticos en un país donde un promedio de siete mujeres y tres adolescentes mueren cada día por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto. 

El UNFPA en Madagascar también colabora con las autoridades nacionales, la policía y las comunidades para crear conciencia sobre la violencia de género, que incluye los embarazos de adolescentes y el matrimonio infantil. Aunque la edad mínima legal para contraer matrimonio en Madagascar es de 18 años, aproximadamente el 40 % de las niñas del país son casadas antes de esa edad. Según se informa, la alarmante proporción de una tercera parte de las mujeres de Madagascar han sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida.

El UNFPA apoya a más de 120 centros de salud en Madagascar en la prestación de atención obstétrica de emergencia: sólo en 2020, el organismo brindó asistencia en más de 50.000 partos seguros, y prestó servicios de salud sexual y reproductiva a unos 1,5 millones de mujeres y niñas. Otros 1,1 millones recibieron apoyo mediante programas de prevención y protección de la violencia de género del UNFPA.

 

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