Informe anual | 2014

Reem es uno de los cerca de 619.000 refugiados sirios que se han visto obligados a cruzar la frontera con Jordania. Su familia ha luchado mucho para adaptarse. «Nuestras vidas cambiaron en un día, cuando tuvimos que huir a Jordania a causa del horror y la violencia en Siria», declaró.

El terror siguió con ellos. Su marido estaba muy preocupado por la seguridad de su familia. Llegó incluso a limitar los movimientos de Reem.

«Mi marido estaba tan obsesionado cuando llegamos aquí que no quería ni que cruzáramos la puerta de casa», dijo.«Mis vecinos me hablaron de este centro.

Les hice una visita y les expliqué mi problema. Por su parte, el personal se reunió conmigo y con mi marido en varias ocasiones, tanto de forma individual como conjunta. Nos ayudaron mucho»

El centro del Instituto de la Salud de la Familia de Deir Alla es uno de los muchos centros que cuentan con el apoyo del UNFPA en Jordania. Estos centros ofrecen a las mujeres numerosos servicios, incluidos la atención prenatal y la orientación en materia de planificación familiar. Además, ofrecen ayuda psicológica, asesoramiento jurídico y apoyo a supervivientes de la violencia por razón de género.

Desde el comienzo de la crisis siria, estos centros han supuesto un recurso importante para las mujeres y niñas sirias refugiadas.

En 2014, se estima que había 150.000 mujeres y niñas sirias en edad reproductiva en Jordania. Se calcula que 11.000 de ellas estaban embarazadas

Solo en agosto y septiembre, el UNFPA y sus asociados ayudaron a cerca de 18.000 mujeres y niñas a acceder a servicios de salud reproductiva, y a alrededor de 2900 supervivientes de la violencia por razón de género a acceder a servicios de salud

Asimismo, el centro de Deir Alla ha comenzado a ofrecer programas de capacitación como clases para tejer y hacer abalorios, que podrían ayudar a las mujeres a obtener ingresos.

Photo credit: UNPFA/Aral Kalk

En un país en el que cada dos horas muere una mujer por complicaciones relacionadas con el embarazo, las matronas desempeñan un papel fundamental en la promoción de una maternidad segura y en el alumbramiento de bebes sanos. Ellas encarnan la diferencia entre la vida y la muerte.

«Mi abuela falleció dando a luz a mi padre», afirma Fatima, una de las estudiantes de obstetricia de la escuela. «Creo que esa es la razón por la que mi familia me animó a ayudar a mi comunidad uniéndome a este programa, para que nadie tenga que vivir sin su madre o su padre».

Fatima, Masooma y Aqela accedieron al Programa de Obstetricia Comunitaria hace ocho meses, tras un arduo proceso de selección que incluyó un examen escrito, y en el que participaron sus familias y comunidades. Quienes obtuvieron las mejores calificaciones entraron en el programa, una iniciativa respaldada por el UNFPA en colaboración con el Ministerio de Salud Pública y con el apoyo de los Gobiernos del Canadá e Italia.

«Aún recuerdo a una mujer de mi comunidad que murió porque no pudo llegar al hospital a tiempo», recuerda Masooma, otra estudiante.

«La mujer de mi tío murió durante el parto», declara su compañera Aqela. «Sus dos hijos sobrevivieron, pero murieron meses después porque sus familias adoptivas no tenían recursos suficientes para ocuparse de ellos».

Fatima, Masooma y Aqela accedieron al Programa de Obstetricia Comunitaria hace ocho meses, tras un arduo proceso de selección que incluyó un examen escrito, y en el que participaron sus familias y comunidades. Quienes obtuvieron las mejores calificaciones entraron en el programa, una iniciativa respaldada por el UNFPA en colaboración con el Ministerio de Salud Pública y con el apoyo de los Gobiernos del Canadá e Italia.

36 candidatas aprobaron el examen y se inscribieron en la escuela en Kabul. Estas matronas representan a un país que está cambiando y que se mueve hacia un futuro en el que todos los nacimientos son seguros.

Las estudiantes y sus familias se obligan a que la futura matrona volverá a su aldea cuando termine los estudios. Todos son conscientes de lo importante que será su papel cuando vuelvan a sus comunidades tras completar los dos años de estudios de obstetricia.

«Estamos realmente orgullosas de haber aprobado el examen. Yo estaba muy nerviosa, pero ahora estoy muy contenta de saber que podré ayudar a las personas que viven en mi comunidad», afirma Aqela.

Photo credit: UNFPA/Maria Blanco

Cabo Delgado also has the highest maternal mortality ratio in the country, at 822 deaths per 100,000 live births. It is significant that the majority of these deaths are among girls and women, 15 to 24. This trend is closely associated with a low contraceptive prevalence rate of 2.9 percent in the province.

Como respuesta a las altas tasas de embarazo en la adolescencia y de mortalidad materna, el UNFPA asiste la distribución a nivel comunitario de anticonceptivos y de servicios de planificación familiar, así como de información a la población que vive en comunidades remotas, a través de la Associação Moçambicana para o Desenvolvimento da Família (AMODEFA), un afiliado de la Federación Internacional de Planificación Familiar. Diamond trabaja para AMODEFA.

Diamond habló con Josefina sobre lo que conllevaría convertirse en madre tan pronto y sobre las presiones que podía estar sufriendo por parte de su familia y su comunidad. Además, la informó sobre la planificación familiar.

Desde que Faustina la ayudara, Josefina ha continuado con su educación y ha logrado evitar la maternidad en la infancia. Convencida de que este es el camino correcto para todas las niñas de su edad, ha comenzado a difundir entre sus iguales los beneficios de la planificación familiar y la importancia de permanecer en la escuela.
Actualmente, Josefina ayuda a personas como Ameha, una niña de 14 años que participa en uno de los eventos de la brigada. Ameha sueña con llegar a ser enfermera: «Para alguien de mi edad, ser madre no es lo correcto; todavía somos niñas», afirma.

Mientras tanto, Faustina sigue viajando a través de zonas rurales de difícil acceso para divulgar entre la población de comunidades remotas información sobre la planificación familiar. Varias veces al mes se reúne con otras activistas en las «brigadas» para la planificación de la familia, que emplean el teatro, el diálogo comunitario y las consultas individuales para informar a otras personas acerca del beneficio de espaciar o retrasar los embarazos. «La gente está empezando a valorar nuestro trabajo y apreciar la diferencia que puede suponer la planificación familiar en sus vidas», declara ella.

Photo credit: UNFPA/Helene Christensen.

A raíz de esta situación extrema, Aygul comenzó a acceder a anticonceptivos gratis, lo que le permitirá prevenir otro embarazo hasta que se recupere completamente y reciba tratamiento para su enfermedad.

Como muchos otros países en Europa Oriental y Asia Central, Turkmenistán está dedicando más esfuerzos para que las mujeres en situación de riesgo accedan a anticonceptivos modernos, y reconoce que cuando se las empodera para elegir el número, el lugar y el momento de tener a sus hijos, se enfrentan a menos complicaciones durante el embarazo y el parto, y sus hijos gozan de mejor salud.

Turkmenistán anunció en 2014 que comenzaría a cubrir el costo de los anticonceptivos modernos y otros suministros y medicinas para la salud reproductiva a través del presupuesto del Estado en 2017. La iniciativa forma parte de su empeño en asegurar que toda la población, en especial las mujeres en situación de riesgo, tenga acceso a la planificación familiar voluntaria, y contribuirá a que los médicos identifiquen a las mujeres expuestas a mayor riesgo y las dirijan a centros locales de salud reproductiva como el que salvó la vida de Aygul.

« Les facteurs de risque sont responsables d’une part importante du taux de mortalité maternelle, explique Bahar Agayeva, responsable du Service des statistiques médicales dépendant du ministère de la Santé et de l’Industrie pharmaceutique. Couvrir les besoins en matière de planification familiale de ces femmes nous aidera à réduire sensiblement la mortalité maternelle et à améliorer la santé maternelle et infantile. »

“Photo credit: UNFPA

Jessica Torres, una promotora de la campaña para la prevención de embarazos del Movimiento Comunal Nicaragüense, declara que comparte información de vital importancia con otros jóvenes de su comunidad y que está ahí para «apoyarles en lo que necesiten». Byron Martínez, un promotor comunitario de salud, afirma que ya nota cambios positivos en la actitud de los jóvenes y que antes de poder influir en la opinión de los demás tuvo que cambiar sus propias creencias sobre la salud sexual y reproductiva. «La parte más difícil es reconocer que la transformación tenía que empezar conmigo mismo. Tenía que cambiar para ser un ejemplo para los niños de mi comunidad. Al principio a algunos jóvenes les daba vergüenza discutir sobre el uso del preservativo. Ahora estoy más dispuesto a conversar sobre el tema, y ellos también», indica Martínez.

Jony Cuan, uno de los 200 adolescentes a los que llegó esta iniciativa, afirma que le ayudó a obtener acceso a información y servicios sobre los métodos anticonceptivos modernos. «Como joven, tengo derecho a planificar mi vida; no debemos estar expuestos a ningún tipo de riesgos». Esta iniciativa no solo está ofreciendo a los jóvenes la información necesaria para empoderarse y ejercer sus propios derechos reproductivos, sino también las herramientas con las que informar a otros adolescentes sobre cómo acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los métodos anticonceptivos modernos.

Photo credit: UNFPA/Daniel Bravo

«Soñaba con ser profesora. Por desgracia, dejé de estudiar a causa de mi embarazo»,

Laetitia no es un caso aislado. Una encuesta del Ministerio de Educación reveló que más de 5000 estudiantes de primaria o secundaria se quedaron embarazadas en 2013, una cifra cuatro veces mayor que la registrada siete años antes.

Al enfrentarse a este aumento en la cifra de embarazos en adolescentes, el Gobierno diseñó un plan nacional para la reducción rápida del embarazo en las escuelas, con el apoyo técnico y financiero del UNFPA

The plan aims for a 50 percent reduction in the number of adolescent pregnancies by expanding access to sexual and reproductive health information and services. As a result, 88 percent of public schools’ clinics are now providing family planning services, including contraceptives. Comprehensive sexuality education is also being introduced into the curriculum. One academic year after the plan was launched, the number of pregnancies in the school has been reduced by 21 percent, the Ministry of Education reported.

A principios de 2014, Côte d’Ivoire presentó una campaña nacional, Zero Pregnancy in School (Cero embarazos en las escuelas) para fomentar la sensibilización de los estudiantes en cuanto a la salud sexual y reproductiva. A su vez, se han adoptado leyes para aumentar las condenas por abusos sexuales a menores, incluidas sanciones contra los profesores que abusen de sus estudiantes.

Más del 10% de las adolescentes se quedan embarazadas en Côte d’Ivoire. Entre los factores que contribuyen a las altas tasas de embarazo en adolescentes figuran el acceso limitado a una educación sexual integral en las escuelas, la falta de comunicación entre padres e hijos sobre salud sexual y reproducción, el matrimonio infantil y la escasa disponibilidad de servicios de salud reproductiva para adolescentes y jóvenes.

Crédito de la fotografía: UNFPA/Ollivier Girard