Si tumbamos el número 8, vemos el símbolo del infinito, así que un mundo de 8.000 millones puede significar un mundo de posibilidades infinitas. Si la vida de una única persona puede tomar muchos caminos distintos,

Imaginemos la infinidad de caminos de 8.000 millones de personas.

Para aprovechar este potencial en la lucha contra los desafíos más acuciantes del planeta como el cambio climático, los conflictos, la violencia, los desplazamientos (100 millones de personas están desplazadas a nivel mundial) y la discriminación, todas las personas deben disfrutar de los derechos humanos fundamentales. Esto incluye la autonomía corporal y la libertad de tomar decisiones sobre nuestros cuerpos, vidas y futuros. A demasiadas personas se les niega este derecho, uno de los más fundamentales. Las cifras no deberían constituir un arma para, por ejemplo, violar los derechos reproductivos y manipular las cifras de población al alza o a la baja.

Sin derechos ni libertad de elección, nuestra salud se resiente, nuestra dignidad desaparece, nuestro potencial no se desarrolla, nuestras contribuciones no llegan a materializarse, nuestras vidas se achican. Multipliquemos ese escenario por miles de millones.

Es necesario eliminar barreras y abrir caminos. El mundo no puede avanzar si dejamos a una sola persona atrás. Las posibilidades y las oportunidades no deben ser un privilegio.

Ponemos el foco en las cifras, y las cifras son importantes para que los gobiernos y las sociedades desarrollen infraestructuras y brinden servicios adecuados a su población y con los que se ocupen de sus necesidades (¿cuántas escuelas y hospitales hay que construir y dónde hay que ubicarlos?; ¿qué redes de protección social deben crearse y a quiénes están destinadas a proteger?). Pero no subestimemos a los individuos que conforman estas cifras. ¿Puede la persona de ese centro urbano densamente poblado permitirse una vivienda digna? ¿Aquella persona en ese lugar remoto tiene acceso a atención sanitaria de calidad? ¿Pueden los mayores y jóvenes obtener un empleo remunerado o proseguir su formación? ¿Tienen las personas vulnerables y marginadas las mismas oportunidades que los demás?

Las sociedades que valoran la igualdad y que invierten en su población aceptan el desafío de prosperar y lo conseguirán.

El matemático griego Arquímedes, reconocido como la primera persona en tener en cuenta el concepto de infinito, dijo: «Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo». Se refería a la física, pero nunca se sabe lo que alguien en el lugar correcto del mundo puede hacer para moverlo.