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Embarazo secreto en las Comoras: la historia de una adolescente

El UNFPA trabaja con grupos de jóvenes para proporcionar información y servicios de salud sexual y reproductiva. Un examen de VIH apoyado por el UNFPA para jóvenes en Moroni. © UNFPA Comoras
  • 07 Noviembre 2017

MORONI, Comoras – Sara * tenía 17 años cuando descubrió que estaba embarazada. Vivía en un pueblo rural en las Comoras, llevó todo el embarazo en secreto, y luego dio a luz en el baño de un hospital.

"Nuestra sociedad no acepta los embarazos fuera del matrimonio", explicó al UNFPA.

"Salía con un joven que tenía 20 años", recordó. Raramente usaban condones, dijo ella.

"Mis ciclos eran regulares, y podía calcular el día de la ovulación para tomar precauciones. Pero no fue efectivo".

Un mercado en las Comoras. Aunque el embarazo fuera del matrimonio está altamente estigmatizado, el país tiene una alta tasa de embarazos entre adolescentes. © Woodlouse / Wikimedia Commons / CC BY-SA 2.0

En noviembre 2016, se dio cuenta de que estaba embarazada.

"No sabía qué hacer", dijo. "Estaba completamente perdida. Mi padre es un hombre muy religioso y no aceptaría que esto le hubiera sucedido a su hija mayor. Pensé que me mataría".

Los adolescentes carecen de servicios y información sobre salud sexual

En las Comoras, una nación insular del este de África, ser una madre soltera adolescente está muy estigmatizada.

Sin embargo, de cada 1,000 niñas de entre 15 y 19 años, 70 son madres, una cifra mucho más alta que el promedio mundial que es 44 por 1,000.

Parte del problema es la falta de educación sexual integral, que deja a los jóvenes sin el conocimiento necesario para evitar embarazos no deseados.

El país también carece de suficientes servicios de salud adaptados a los jóvenes, lo que dificulta que los adolescentes accedan a la atención de la salud sexual y reproductiva.

Sin nadie a quien recurrir, Sara fingió que todo era normal.

"Le pedía a mi madre que comprara compresas sanitarias todos los meses", dijo. "Yo usaba boubous africanos que estaban un poco más grandes".

Una matrona en la sala de maternidad del Hospital El Marouf. Después de que el bebé de Sara naciera en el baño del hospital, las enfermeras la llevaron rápidamente a la sala de maternidad. © UNFPA Comoras

Aun así, la gente lo notó.

"Cuando tenía siete meses de embarazo, mi abuela me llamó para preguntarme qué estaba pasando. Ella dijo que noté que estaba ganando peso y que tenía el estómago hinchado".

Sara explicó que bebió agua helada, que se considera que causa hinchazón en su comunidad.

Sus vecinos también preguntaron sobre el aumento de peso. "Respondí con humor que era porque comía bien, comía mucho y bebía agua helada".

Pero no pudo esconderlo para siempre. Y finalmente se puso de parto.

Pidió a sus padres que la llevaran a El-Marouf, un hospital cercano apoyado por el UNFPA. En la sala de emergencias, le dijo a las enfermeras que tenía dolor de estómago.

"Pedí ir al baño y mi madre me acompañó a la puerta. Entré y allí nació mi hijo".

Cuando la madre de Sara la revisó, vio al bebé recién nacido y se desmayó.

"Grité y vinieron las enfermeras. Cuando vieron lo que había sucedido, rápidamente pidieron una  ambulancia que me trajo a la sala de maternidad". 

"Las matronas nos cuidaron a mí y a mi hijo. El doctor se hizo cargo de mi madre".

El UNFPA trabaja con el grupo de jóvenes ASCOBEF para llegar a los adolescentes con información y atención de salud sexual y reproductiva. © UNFPA Comoras

Mejorar el acceso para los jóvenes

El UNFPA está ampliando el acceso a una  planificación familiar moderna y fiable en las Comoras, entre otras cosas proporcionando anticonceptivos gratuitos a mujeres y niñas en la sala de maternidad de El Marouf.

El UNFPA también está trabajando con asociaciones de jóvenes para mejorar el acceso de los jóvenes a los servicios y a la información de salud sexual y reproductiva.

Además, el UNFPA está trabajando con activistas juveniles para concienciar sobre estos temas, distribuir preservativos y realizar exámenes de detección de VIH gratuitos y confidenciales.

Hoy, Sara espera que la maternidad no interfiera con su educación. Aunque sus padres todavía están molestos, apoyan su decisión de completar su educación.

"Es algo bueno y les agradezco mucho", dijo. "No estoy preparada  para dejar la escuela. Tengo que ser capaz de formarme para poder criar a mi hijo".

– Nasser Youssouf (traducido del inglés por Arancha Cavanillas)

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